Investigaciones científicas alertan sobre los riesgos de las vacunas contra el cáncer basadas en mRNA, sugiriendo que podrían causar daños cardíacos graves, interrumpir la función inmunológica y acelerar el crecimiento del cáncer. A pesar del entusiasmo por estas inyecciones personalizadas, hay evidencia emergente que indica que pueden representar riesgos catastróficos para pacientes, especialmente aquellos con cáncer. Los expertos advierten que el mRNA tiende a acumularse en el tejido cardíaco, provocando inflamación y complicaciones cardiovasculares. Además, se ha vinculado esta tecnología a un aumento en la proliferación tumoral y problemas autoinmunitarios. A medida que gobiernos y farmacéuticas invierten en estas terapias, surgen preocupaciones sobre su seguridad y eficacia.
Un creciente número de investigaciones científicas advierte que las vacunas contra el cáncer basadas en ARN mensajero (ARNm) podrían ser mucho más peligrosas que las enfermedades que buscan tratar. Estos tratamientos experimentales, aunque generan un entusiasmo considerable en los medios, podrían causar daños severos al corazón, alterar la función inmunológica e incluso acelerar la progresión del cáncer. La evidencia emergente sugiere que estos riesgos son particularmente alarmantes para los pacientes que ya enfrentan malignidades. Irónicamente, estas vacunas contra el cáncer representan una respuesta de la industria farmacéutica a un aumento en los casos de cáncer entre individuos vacunados con ARNm contra la COVID-19.
Puntos clave:
A pesar de las preocupaciones sobre su seguridad, gobiernos y grandes empresas farmacéuticas están invirtiendo agresivamente en terapias inmunológicas contra el cáncer basadas en ARNm. Recientemente, el Reino Unido se asoció con BioNTech para lanzar ensayos clínicos con el objetivo de vacunar a 10,000 pacientes para 2030. Por otro lado, el proyecto "Stargate" del multimillonario Larry Ellison busca utilizar inteligencia artificial para diseñar inyecciones personalizadas de ARNm contra el cáncer.
El Dr. Peter McCullough, reconocido cardiólogo y epidemiólogo, advierte sobre los peligros asociados: “El ARN mensajero tiende a dirigirse al corazón donde causa daño”. A diferencia de las vacunas tradicionales, las inyecciones de ARNm introducen instrucciones genéticas sintéticas que obligan a las células a producir proteínas extranjeras potencialmente de manera indefinida. McCullough destaca los peligros incontrolables: “No se puede controlar cuánto se produce de la proteína, no se puede apagar y no se puede controlar dónde se distribuye en el cuerpo”.
Un estudio preliminar revela que las inyecciones de ARNm pueden:
El timo—el centro de salud inmunológica—se reduce naturalmente con la edad; sin embargo, las inyecciones de ARNm aceleran su destrucción.
Hallazgos clave:
A medida que avanza esta situación, surgen preguntas críticas: ¿Las terapias génicas sintéticas desencadenarán una ola de insuficiencia cardíaca en individuos vulnerables? ¿Los pacientes con cáncer, prometidos con una cura milagrosa, enfrentarán un crecimiento tumoral acelerado?
Fuentes incluyen: