OPINIÓN

El estado del estado (XXXXXII): Reformas que dejará el coronavirus (2)

Carlos González | Lunes 19 de octubre de 2020
También se está escribiendo ya por muchos autores aquí, en nuestro planeta, que una de las mayores reformas que va a ocasionar esta pandemia es el sistema de la sanidad pública. O por lo menos tener mucho más claro ese concepto y la plasmación práctica que ello va a acarrear.

Yony sabe que debemos dar ese paso y dejar claro, quizá de una vez por todas, que la Sanidad es totalmente parecida a la Seguridad. O, más aún, es una prolongación de dicha Seguridad.

Si estudiamos la evolución de la seguridad veremos que inicialmente era un mero problema del gobernante de turno, él disponía de su guardia y todos los demás debían defenderse casi por sí mismos. Es con la evolución de las religiones y los conceptos que implicaban que se inicia un tímido avance y se convierte la seguridad en un tema semi-público, pero los señores feudales en plena edad Media disponían de sus guardias y la seguridad era un tema anejo a sus dominios de propiedad. No era una seguridad para todos, era para proteger a sus semi-esclavos. No es hasta bien entrado el siglo XX cuando se entiende y aplica que la Seguridad es una cuestión pública financiada con impuestos y para toda la población. Nadie entendería que ante un pobre que no paga impuestos, o ante un extranjero, la policía se inhiba y no aplique sus protocolos de actuación tanto al delincuente como a la víctima ante un problema de seguridad.

Respecto a la Sanidad nos ha demostrado este Coronavirus que pasará a ser un concepto idéntico. Se crearán sistemas de sanidad financiados con impuestos públicos para todos los ciudadanos de un territorio soberano. Igual se atenderá al que esté en algún sistema de seguridad social o seguro médico o a un inmigrante con o sin papeles. Se entenderá el concepto de que la Sanidad es la prolongación de la Seguridad como algo Público, porque un sistema infeccioso no solo afecta al que lo sufre sino también al resto de los ciudadanos. Luego a cualquier persona hay que curarla y punto. Más aún, quiera o no quiera, porque afecta a los demás.

También conllevará que se clarifique un concepto que aún está muy confuso en nuestros días, este es la clara distinción entre la prestación a un ciudadano cualquiera de la seguridad o sanidad con carácter de gratuita y con total eficacia, y otra muy distinta es cómo se financia o que empresa, sometida a inspecciones públicas, presta ese servicio. Se ha aceptado sin discusión alguna que el ayuntamiento debe prestar de forma gratuita tanto la limpieza viaria como la recogida de basuras, y no se cuestiona tampoco si lo hace con barrenderos municipales o con empresas que realizan ese servicio por un canon. Lógicamente siempre sometidas a los inspectores municipales. Pues bien, hasta la actualidad no se acepta que el servicio de seguridad y la sanidad, repito, totalmente eficaz y gratuito para el ciudadano, lo preste una empresa sometida a las inspecciones legales pertinentes y cobrando un canon que puede ser, en la inmensa mayoría de los casos, cerca de un 50% menor de lo que costaría ese servicio realizado por personal funcionario.

Conceptos que estaban en el candelero respecto a estado sí, o estado no, van a quedar mucho más claros a raíz de este problema que afecta a todo el planeta Tierra. Se aceptará sin vacilación alguna que la Educación y formación de sus ciudadanos, la Seguridad y la Sanidad, así como otros muchos como el transporte público, la producción y distribución de alimentos etc, son un problema que debe ser controlado e inspeccionado minuciosamente por los inspectores públicos sometidos a norma y revisados por los tribunales, y estos dando explicaciones a la opinión pública. Quizá sea la única garantía de la igualdad de salida de los ciudadanos, unificación de criterios de actuación y mejora absoluta de los niveles de confort de cualquier ciudadano. Y que todos esos servicios públicos y gratuitos puedan prestarlos empresas por un canon que sea más barato que la prestación por funcionarios públicos.

Ánimo con las reformas que esta situación de post-Coronavirus nos va a traer porque serán cuantiosas, profundas y variadas.

Sobre el autor

Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El Sistema, y de reciente aparición Psicología de virtudes y pecados, de editorial, Letras de autor.

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