Imágenes satelitales han revelado que China está convirtiendo barcos de carga en plataformas de misiles, equipadas con celdas de lanzamiento vertical y sistemas avanzados de radar. Estos buques, que aparentan ser comerciales, pueden igualar la potencia de fuego de un destructor de la Marina de EE. UU., lo que plantea preocupaciones sobre su uso en conflictos asimétricos. Con más de 5,000 buques mercantes, China podría rápidamente armar sus flotas civiles para ataques sorpresa cerca de puntos estratégicos como el Canal de Panamá o las costas estadounidenses. Esta estrategia de guerra híbrida complica las respuestas tradicionales y desafía las normas internacionales al mezclar buques civiles con capacidades militares.
Imágenes satelitales han revelado que China está transformando buques de carga en plataformas de misiles, equipadas con celdas de lanzamiento vertical, radares avanzados y sistemas defensivos. Estas embarcaciones, que aparentan ser comerciales, están alcanzando un poder de fuego comparable al de un destructor de la Marina de los EE. UU.
Los sistemas de misiles en contenedores permiten a China armar rápidamente barcos civiles, aprovechando su vasta flota mercante, que supera las 5,000 embarcaciones. Esta estrategia busca desbordar a los adversarios mediante el número, empleando tácticas de guerra asimétrica.
Estos buques disfrazados podrían situarse cerca de puntos críticos como el Canal de Panamá o el Estrecho de Ormuz, facilitando ataques sorpresivos mientras se aprovechan las ambigüedades legales relacionadas con el ataque a embarcaciones que parecen civiles.
El control chino sobre las rutas comerciales marítimas—donde transita el 50% del comercio global a través del Mar del Sur de China—significa que bloqueos o ataques a la cadena de suministro podrían paralizar economías antes de que las defensas convencionales tengan tiempo para reaccionar.
Con una ventaja en capacidad de construcción naval (200:1 en capacidad de dique seco), y utilizando tácticas híbridas, las estrategias navales tradicionales pueden volverse ineficaces. Los analistas militares advierten que esta nueva modalidad permite a China convertir rápidamente barcos civiles en plataformas listas para combate, difuminando la línea entre flotas mercantes y guerra naval.
Recientes fotografías muestran un buque portacontenedores chino mediano cargado con aproximadamente 60 celdas verticales para lanzamiento de misiles, junto con sistemas radar avanzados y armamento defensivo. Este barco ha sido visto en el astillero Hudong-Zhonghua en Shanghái y representa una transformación alarmante hacia una nueva era en la guerra naval.
La doctrina china de fusión civil-militar ha buscado desde hace tiempo convertir la infraestructura civil en armamento. Con la mayor flota mercante del mundo, Pekín podría teóricamente transformar cientos de barcos en transportadores de misiles casi instantáneamente.
Este enfoque modular permite a China llevar a cabo ataques masivos desde embarcaciones que parecen inocentes. La Marina estadounidense enfrenta ahora un escenario complicado: amenazas indetectables posicionadas cerca de puntos estratégicos listos para atacar sin previo aviso.
A medida que aumentan las tensiones por Taiwán y el Mar del Sur de China, Beijing parece prepararse para una nueva era de guerra naval híbrida. Cada barco comercial podría convertirse en un potencial buque militar oculto, lo que plantea un desafío significativo para Estados Unidos y sus aliados ante una expansión más rápida de lo anticipado del dominio marítimo chino.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 60 | Número de celdas de lanzamiento vertical en el buque convertido. |
| 5,000 | Número total de buques en la flota mercante de China. |
| 200:1 | Relación de capacidad de dique seco entre China y EE. UU. |
| 50% | Porcentaje del comercio global que pasa por el Mar del Sur de China. |