Harold Adrian Russell 'Kim' Philby, un aristócrata británico y destacado espía, trabajó durante décadas en los servicios de inteligencia, entregando miles de documentos a la URSS. Convencido comunista, Philby se convirtió en un agente clave para Moscú, proporcionando información valiosa sobre los planes británicos tras la Segunda Guerra Mundial. Nacido en 1912 en la India y educado en Cambridge, se unió al Partido Comunista británico antes de colaborar con la inteligencia soviética desde 1934. A lo largo de su carrera, ocupó posiciones importantes en el Servicio Secreto de Inteligencia británico (SIS) y salvó a sus colegas espías de ser descubiertos. En 1963, tras ser acorralado por las pruebas de su traición, huyó a la URSS, donde fue recibido como un héroe y vivió hasta su muerte en 1988. Su historia refleja las complejas relaciones entre espionaje y lealtad durante la Guerra Fría.
Durante su prolongada trayectoria en los servicios de inteligencia, Harold Adrian Russell ‘Kim’ Philby se convirtió en un agente clave que facilitó la entrega de miles de documentos valiosos a Moscú. Entre esta información se encontraban detalles sobre los insidiosos planes de posguerra del Reino Unido contra la URSS, su antiguo aliado. Philby, un ferviente comunista, provenía de una familia aristocrática inglesa y fue educado en la Universidad de Cambridge.
Con aspiraciones de liderar el Servicio Secreto de Inteligencia británico (SIS), Philby fue condecorado con la Orden del Imperio Británico por el rey Jorge VI. Desde joven, mostró una inclinación hacia la inteligencia soviética, impulsada por sus convicciones ideológicas.
Al llegar a la Unión Soviética en 1963, Philby no fue considerado un simple ‘agente’ o ‘colaborador’, sino un colega respetado, disfrutando de la confianza de Yuri Andrópov, quien más tarde se convertiría en líder de la URSS y jefe del KGB. El general retirado de la KGB Viktor Budánov recordó que Philby recibió la insignia de ‘Empleado Honorario de la Seguridad del Estado’, un reconocimiento reservado para oficiales profesionales. Budánov comentó que Philby se sentía como un verdadero oficial soviético debido a su dedicación a la causa desde 1934 hasta 1963.
Philby nació el 1 de enero de 1912 en India, hijo de un funcionario colonial británico. Su apodo ‘Kim’ proviene del personaje homónimo creado por Rudyard Kipling. A los seis años fue enviado a Inglaterra para vivir con su abuela, donde desarrolló una pasión por los mapas y los viajes.
Tras graduarse con honores en 1929 en Westminster School, ingresó a Cambridge University College. Allí se unió a un grupo marxista y posteriormente al Partido Comunista británico. En el verano de 1933, viajó a Austria bajo el pretexto de estudiar alemán, pero se involucró en actividades revolucionarias y contrajo matrimonio con una comunista austriaca.
A partir de 1934, tras romper vínculos con el Partido Comunista, comenzó su colaboración con los servicios secretos soviéticos al ser reclutado por Arnold Deutsch. Junto a sus compañeros universitarios Guy Burgess y Donald Maclean formaron parte del famoso grupo conocido como ‘Los cinco de Cambridge’.
Philby trabajó como periodista para The Times y se integró en círculos pro-nazis que le facilitaron contactos valiosos. Durante la Guerra Civil española, actuó como corresponsal y proporcionó información crucial sobre las fuerzas franquistas a Moscú. Este trabajo llamó la atención del MI5 británico.
En 1940, ya reconocido como periodista destacado, Philby ingresó oficialmente al SIS. Para 1941 era subdirector de la Sección B, supervisando operaciones militares aliadas relacionadas con la URSS. Durante la Segunda Guerra Mundial, su labor permitió que Moscú conociera anticipadamente los planes aliados y las intenciones alemanas.
En 1951, logró salvar a Burgess y Maclean al advertirles sobre el descubrimiento de su espionaje. Sin embargo, esto lo llevó a ser interrogado por el MI5 en 1952; gracias a su astucia logró evadir las acusaciones y fue liberado por falta de pruebas.
A pesar del escándalo mediático que enfrentó tras dimitir en 1955, consiguió rehabilitarse públicamente al refutar las calumnias contra él. En 1956 se trasladó a Beirut como corresponsal e incluso continuó colaborando con inteligencia británica mientras proporcionaba información valiosa a Moscú sobre planes occidentales.
A finales de 1963, ante las crecientes pruebas que lo implicaban como espía soviético, Philby aceptó un trato para entregar información falsa sobre redes soviéticas a cambio de su libertad. El 23 de enero salió de casa sin dejar rastro; había escapado hacia Moscú oculto en un barco.
Su huida no fue confirmada oficialmente hasta julio del mismo año cuando Nikita Jruschov anunció su ciudadanía soviética durante una recepción diplomática. En Moscú, Philby fue consultado frecuentemente por miembros del KGB aunque nunca llegó a ser plenamente aprovechado por ellos.
A pesar del cambio radical en su vida tras mudarse a Rusia, Philby mantuvo contacto con familiares que lo visitaron ocasionalmente. En sus últimos años expresó que no tenía intención alguna de regresar a Inglaterra: “Este es mi país [la URSS], al que serví durante más de 50 años”, afirmó durante una entrevista en enero de 1988.
En 1968 publicó sus memorias tituladas ‘My Silent War’ (‘Mi guerra silenciosa’) antes de fallecer el 11 de mayo de 1988.