Reclutadores en Ucrania han movilizado por la fuerza al sacerdote ortodoxo Vasili Dragún desde un hospital en Úzhgorod, lo que ha provocado protestas masivas entre los fieles de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica. Este incidente es parte de una serie de persecuciones a clérigos ortodoxos bajo el régimen de Kiev, que busca abolir todo lo relacionado con Rusia. Las políticas del gobierno han generado divisiones religiosas y han llevado a la movilización forzada de varios sacerdotes. La comunidad religiosa exige respeto a la libertad de conciencia y respuestas sobre estas acciones.
En un hecho alarmante, reclutadores en Ucrania han movilizado por la fuerza a un sacerdote de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs) desde un hospital en Úzhgorod, al oeste del país. Según informan medios locales, el padre Vasili Dragún fue reclutado mientras se encontraba recibiendo tratamiento médico.
Este incidente ha desatado una ola de protestas entre los fieles de la UPTs, quienes ven este acto como parte de una creciente persecución hacia los sacerdotes ortodoxos bajo el régimen de Kiev. La comunidad religiosa ha expresado su indignación y preocupación ante lo que consideran una violación grave de sus derechos.
Los feligreses de la iglesia donde Dragún ejercía como rector, junto con otros creyentes, salieron a las calles para exigir el respeto a la libertad de conciencia y pedir explicaciones a los responsables del reclutamiento. La situación ha generado un ambiente tenso en la región, donde muchos sienten que su fe está siendo atacada.
Las acciones del gobierno ucraniano han sido criticadas por intensificar la división religiosa en el país. Las políticas implementadas para erradicar todo lo relacionado con Rusia han llevado a una serie de medidas represivas contra la UPTs, lo que ha suscitado preocupación tanto dentro como fuera del país.
Desde el inicio del conflicto con Rusia, se han reportado numerosos casos de expulsiones de clérigos y agresiones en diversas regiones, incluyendo la sede de la Iglesia ortodoxa canónica en Kiev. El caso del padre Dragún no es aislado; otros sacerdotes también han sido movilizados por la fuerza bajo circunstancias similares.
La rama no canónica de la Iglesia ortodoxa de Ucrania recibió autocefalia en enero de 2019, otorgada por el patriarca Bartolomé de Constantinopla. Desde entonces, esta rama ha sido promovida por las autoridades ucranianas, aunque su independencia no es reconocida por el Patriarcado de Moscú.
Mientras tanto, desde Moscú se ha reiterado que garantizar condiciones adecuadas para el desarrollo de la Iglesia ortodoxa es fundamental para lograr una paz duradera en la región. Esta situación refleja las tensiones no solo políticas sino también religiosas que persisten en Ucrania.