La inflación en EE. UU. se desaceleró inesperadamente al 2.7% en noviembre, el nivel más bajo desde principios de 2021, superando las previsiones de los economistas que esperaban un 3%. Sin embargo, la fiabilidad de estos datos es cuestionada debido a interrupciones causadas por un cierre gubernamental de 43 días, lo que llevó a la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) a utilizar métodos de estimación para calcular precios no reportados. A pesar del alivio temporal para los consumidores, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió sobre posibles distorsiones en los datos y anticipa más recortes de tasas en 2024. El informe revela señales mixtas: mientras que el índice de precios al consumidor (CPI) muestra una caída, los costos de energía han aumentado significativamente. A pesar de la baja inflación, el 44% de los estadounidenses sigue preocupado por el costo de vida elevado. La próxima publicación de datos en diciembre será crucial para determinar si esta tendencia es sostenible o simplemente un fenómeno estadístico.
La tasa de inflación en Estados Unidos experimentó una disminución inesperada, alcanzando el 2.7% en noviembre, lo que representa el aumento más bajo desde principios de 2021. Este dato contrasta con las previsiones de los economistas, quienes anticipaban un índice estable del 3%. Sin embargo, la fiabilidad de estos datos ha sido cuestionada debido a las interrupciones provocadas por un cierre federal del gobierno que duró 43 días, lo que obligó a la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) a utilizar métodos de estimación para calcular precios.
Entre los indicadores mixtos del Índice de Precios al Consumidor (CPI), se destacan: un CPI general del 2.7% interanual (una caída respecto al 3% registrado en septiembre), un CPI básico (excluyendo alimentos y energía) del 2.6%, el incremento más pequeño en casi tres años, y costos de vivienda que mostraron una desaceleración con un aumento anual del 3%, el más bajo en cuatro años. En contraste, los precios de la energía se dispararon un 4.2%, con un incremento del 6.9% en electricidad.
La Reserva Federal, que ya redujo las tasas de interés en tres ocasiones durante 2023, enfrenta ahora una situación incierta. Su presidente, Jerome Powell, advirtió que los datos de noviembre podrían estar distorsionados; sin embargo, los mercados anticipan al menos dos recortes adicionales en 2024. Los analistas advierten que la inflación podría reactivarse en diciembre una vez que se reanude la recolección normal de datos.
A pesar de la disminución en la inflación, el 44% de los estadounidenses considera la inflación como su principal preocupación económica. Los precios de los alimentos siguen siendo elevados, con un aumento anual del 2.6%, mientras que el crecimiento salarial es solo del 0.8%. Se sugiere que las rebajas del Black Friday pudieron haber influido artificialmente en las cifras de noviembre.
A medida que se espera la publicación de los datos correspondientes a diciembre (prevista para mediados de enero), la Reserva Federal deberá determinar si esta desaceleración es genuina o simplemente una anomalía estadística. Economistas como Paul Ashworth, de Capital Economics, han señalado que una caída tan abrupta es «muy inusual fuera de una recesión». Los responsables políticos permanecen cautelosos, equilibrando el apoyo a la economía con los riesgos asociados a la inflación.
Aunque el informe sobre inflación ofrece un leve optimismo, está acompañado por importantes advertencias sobre su sostenibilidad. La próxima decisión del banco central dependerá fundamentalmente de cómo evolucionen los datos económicos en el futuro cercano.
Un funcionario de Trump destaca la "desaceleración" de la inflación.
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Fuentes incluyen:
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 2.7% | Tasa de inflación en noviembre (más baja desde principios de 2021) |
| 3% | Pronóstico de inflación que fue superado por la tasa real |
| 2.6% | Aumento del núcleo del IPC (excluyendo alimentos y energía) |
| 0.8% | Crecimiento salarial anual |