Un histórico juicio ha sido presentado por Children's Health Defense contra el Departamento de Defensa de EE. UU., acusando a la institución de operar un programa de vacunación forzada que niega el 98% de las solicitudes de exención religiosa. La demanda sostiene que el proceso para obtener estas exenciones es una farsa burocrática diseñada para coaccionar a los miembros del servicio, privándolos de su autonomía corporal y derechos de conciencia. Se argumenta que las políticas actuales no solo violan múltiples leyes federales, sino que también agravan la crisis de reclutamiento al excluir a miles de estadounidenses observantes religiosamente. El caso resalta la tensión entre la seguridad colectiva y la libertad individual en un contexto militar donde se exige obediencia ciega. La decisión judicial podría tener implicaciones significativas sobre cómo se manejan las exenciones religiosas en el ejército y la capacidad del DOD para reclutar personal.
En un contexto donde los miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos juran defender la Constitución y proteger las libertades, se presenta una contradicción alarmante: estos mismos individuos carecen de derechos básicos sobre su autonomía corporal y libertades religiosas. Según el Departamento de Defensa (DOD), los «acomodamientos religiosos» que ofrece son revocados en un 98% de los casos, lo que plantea serias dudas sobre la autenticidad de este proceso.
La organización Children’s Health Defense ha iniciado una demanda federal contra el DOD, argumentando que el sistema para otorgar exenciones religiosas es una mera ilusión. La acusación sostiene que esta burocracia está diseñada para despojar a los miembros del servicio y reclutas de su derecho a seguir creencias profundamente arraigadas. En esencia, la demanda revela un sistema militar que exige sacrificios supremos mientras niega libertades fundamentales.
El litigio pone en tela de juicio el compromiso público del Pentágono con la libertad religiosa, describiéndolo como una fachada. Los abogados de CHD acusan al DOD de haber construido una estrategia impenetrable. Para los jóvenes civiles que desean enlistarse, el camino está lleno de políticas ambiguas donde las instrucciones oficiales chocan con advertencias sobre descalificación médica por falta de inmunizaciones. Estos «señales contradictorias», según la demanda, disuaden a los creyentes desde el principio.
Para aquellos ya en servicio, el proceso se convierte en lo que se califica como «teatro». Se les informa que pueden solicitar acomodos, pero deben enfrentarse a una cultura basada en la obediencia a la cadena de mando. Las solicitudes son ignoradas o denegadas durante meses o incluso años. La demanda señala datos del DOD que revelan una asombrosa tasa de denegación del 98% para exenciones religiosas, contrastada con «cientos» de exenciones médicas concedidas sin consecuencias adversas. Esta disparidad demuestra, según CHD, que el sistema no se basa en evaluaciones objetivas sino en la imposición del cumplimiento ideológico.
El litigio va más allá de acusaciones procedimentales y desafía los fundamentos mismos de los mandatos de vacunación militares. El DOD basa su calendario obligatorio directamente en el esquema infantil propuesto por los CDC, lo cual implica múltiples dosis administradas rápidamente a reclutas no vacunados. Sin embargo, ni los CDC ni el DOD han estudiado la seguridad de administrar estas vacunas bajo un protocolo acelerado para adultos.
Esta controversia surge en un momento histórico marcado por un escrutinio público creciente sobre mandatos médicos y tensiones entre seguridad colectiva y autonomía corporal individual. Este conflicto se intensifica aún más debido a divisiones recientes relacionadas con la pandemia COVID-19. La demanda menciona específicamente el mandato militar para la vacuna contra COVID-19 como ejemplo claro de política coercitiva, señalando cómo esto ha llevado a cifras históricas bajas en reclutamiento y separación forzada de miles.
Finalmente, el litigio plantea cuestiones críticas sobre derechos individuales y seguridad nacional. Al mantener políticas que excluyen funcionalmente a segmentos significativos de estadounidenses observantes religiosamente, el DOD está reduciendo artificialmente su propio grupo potencial para reclutamiento. Con aproximadamente 1.2% de niños estadounidenses sin vacunas y cerca del 0.4% sirviendo activamente, se estima que podrían estar impidiendo anualmente alrededor de 3,000 reclutas calificados dispuestos a servir.
La demanda posiciona el mandato del DOD no como un pilar fundamental para la preparación militar sino como uno que excluye potenciales contribuyentes valiosos. Además, estos mandatos comprometen la salud general del personal militar al imponerles un régimen tóxico del cual cada individuo debería tener derecho a resistir ideológicamente o por motivos médicos o religiosos.
Fuentes:
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 98% | Tasa de denegación de exenciones religiosas por parte del Departamento de Defensa (DOD). |
| 72-77 | Número de dosis recomendadas por el CDC en el calendario de vacunas infantiles. |
| 1.2% | Porcentaje de niños en EE. UU. que no reciben vacunas. |
| 0.4% | Porcentaje de estadounidenses que sirven en las fuerzas armadas. |