Donald Trump ha sido visto recientemente con vendajes en la mano derecha, lo que ha generado inquietudes sobre su salud. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó que los vendajes son resultado del intenso ritmo de encuentros del presidente, comparando el Despacho Oval con una terminal de tren. También mencionó que Trump sigue un régimen diario de aspirina, lo que podría contribuir a los hematomas visibles. A pesar de estas explicaciones oficiales, algunos críticos sugieren que podrían estar relacionados con condiciones médicas no reveladas. Para más detalles, visita el enlace.
En las últimas semanas, el expresidente estadounidense Donald Trump ha sido visto en diversas actividades públicas con su mano derecha vendada y hematomas visibles. Esta situación ha suscitado inquietudes sobre su estado de salud, especialmente considerando que Trump tiene 79 años.
Ante las preguntas sobre el origen de los vendajes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ofreció una explicación que se centra en la intensa agenda del mandatario. «Está estrechando manos constantemente. El Despacho Oval es como la Terminal Grand Central [de Nueva York]», afirmó Leavitt durante una conferencia de prensa. Además, enfatizó que Trump se reúne con más personas diariamente de lo que cualquiera podría imaginar.
La vocera también mencionó que el exmandatario sigue un régimen diario de aspirina, un factor que, según sus exámenes físicos previos, podría contribuir a los moretones observados en su mano. Este detalle añade un matiz importante a la discusión sobre su bienestar físico.
A pesar de las explicaciones oficiales proporcionadas por la Casa Blanca, algunos críticos han comenzado a especular sobre posibles condiciones médicas no reveladas. Las teorías incluyen desde tratamientos intravenosos hasta efectos secundarios de medicamentos que podrían estar afectando al exmandatario.
Trump fue visto por primera vez con las vendas en su mano derecha durante una reunión del Gabinete en la Casa Blanca. Posteriormente, continuó apareciendo en eventos públicos con distintas presentaciones de los vendajes. En un evento posterior en el Despacho Oval, solo llevaba una venda, pero volvió a ser fotografiado con dos curitas durante una cena en el Departamento de Estado.
La atención mediática sobre este asunto no parece disminuir, ya que muchos continúan cuestionando si hay más detrás de estos signos visibles en la salud del expresidente. Mientras tanto, la Casa Blanca mantiene su postura oficial respecto al ritmo intenso de trabajo y los efectos asociados a su régimen médico.