Los líderes europeos han declarado que se encuentra en un momento crítico la situación de Ucrania tras una llamada conjunta con el presidente Donald Trump. El Primer Ministro del Reino Unido, Sir Keir Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz han afirmado que continuarán trabajando intensamente en un plan liderado por EE. UU. para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. La conversación, que duró aproximadamente 45 minutos, abordó los esfuerzos para lograr una paz justa y duradera, aunque persisten desafíos significativos, especialmente en torno a las cuestiones territoriales. Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky busca garantías de seguridad firmes y un alto al fuego inmediato, rechazando ceder territorio a Moscú. Esta situación se desarrolla en un contexto de creciente presión sobre Ucrania por parte de EE. UU., mientras Rusia sigue avanzando en el este de Ucrania.
Los líderes de Europa han señalado que se continuará con un «trabajo intensivo» en los próximos días en relación a un plan liderado por Estados Unidos para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, tras una llamada telefónica conjunta con el presidente Donald Trump. El primer ministro del Reino Unido, Sir Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el canciller alemán, Friedrich Merz, coincidieron en que este es un momento crítico tanto para Ucrania como para su población y la seguridad compartida en la región euroatlántica.
Un funcionario de la Casa Blanca confirmó que la conversación tuvo lugar el miércoles, aunque no proporcionó detalles específicos. Este diálogo se produjo un día después de que Trump calificara a los líderes europeos de «débiles», sugiriendo que Estados Unidos podría reducir su apoyo a Ucrania.
En una entrevista amplia publicada el martes por Politico, Trump también afirmó que Ucrania estaba «utilizando la guerra» para evitar celebrar elecciones, lo que llevó al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a responder que estaba «listo» para realizarlas. Desde febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania, Moscú controla aproximadamente el 20% del territorio ucraniano.
Los tres líderes europeos emitieron declaraciones idénticas poco después de su llamada con Trump. En sus comunicados indicaron: «Los líderes discutieron los últimos avances sobre las negociaciones de paz lideradas por Estados Unidos, acogiendo con beneplácito sus esfuerzos por lograr una paz justa y duradera para Ucrania y poner fin a las muertes». Asimismo, afirmaron que «el trabajo intensivo en el plan de paz continúa y seguirá en los próximos días».
La llamada tuvo una duración aproximada de 45 minutos y fue iniciada por los estadounidenses. Fuentes caracterizan el progreso como un avance lento hacia un acuerdo, pero enfatizan la complejidad involucrada en llegar a uno. Un punto clave sigue siendo la cuestión del territorio ucraniano y si es viable o razonable esperar que Kiev ceda tierras consideradas propias.
La postura tradicional del gobierno británico sostiene que las decisiones sobre Ucrania deben ser tomadas por Ucrania misma. Este argumento es defendido por gobiernos europeos ante Washington, mientras públicamente alaban el compromiso de Trump para poner fin al conflicto. Asesores de seguridad nacional de diversas naciones europeas se reúnen regularmente con funcionarios ucranianos, compartiendo resúmenes de esas conversaciones con aliados en Washington.
Se espera que si se alcanza un punto donde se pueda considerar un acuerdo potencial, Estados Unidos lideraría posteriormente una conversación con Moscú. El miércoles, Zelensky anunció en redes sociales que se entregará un documento de 20 puntos sobre cómo finalizar la guerra a Estados Unidos «en un futuro cercano», resultado del «trabajo conjunto con el equipo del presidente Trump y socios en Europa». Sin embargo, no ofreció más detalles al respecto.
El borrador original del plan de paz estadounidense –ampliamente filtrado a los medios el mes pasado– contenía 28 puntos y era considerado favorable a Rusia. Desde entonces, Ucrania ha mantenido conversaciones separadas con negociadores estadounidenses y europeos para modificar algunas cláusulas clave relacionadas con cuestiones territoriales y garantías de seguridad.
Zelensky enfrenta crecientes presiones por parte de Trump para aceptar un acuerdo pacífico que ponga fin a la guerra, instando a Kiev a «cooperar» cediendo territorio a Moscú. El líder ucraniano ha rechazado repetidamente esta opción, buscando en cambio un alto al fuego inmediato en el extenso frente y garantías sólidas de seguridad para Kiev en cualquier acuerdo futuro.
Actualmente, Zelensky se encuentra realizando una gira diplomática por Europa tras intensas negociaciones entre representantes estadounidenses y ucranianos durante el fin de semana que no lograron producir un acuerdo aceptable para Kiev. El presidente ucraniano ha estado presionando a sus aliados europeos para evitar que Estados Unidos respalde un pacto que pudiera dejar expuesta a Ucrania ante futuros ataques rusos.
Por su parte, el Kremlin ha declarado que las afirmaciones «muy importantes» realizadas por Trump sobre Ucrania coinciden con la visión rusa respecto al conflicto. Dmitry Peskov, portavoz del presidente Putin, indicó que muchos aspectos mencionados por Trump están alineados con la comprensión rusa sobre temas como la membresía en la OTAN y las pérdidas territoriales sufridas por Ucrania.