Un juez federal de EE. UU. ha afirmado que "errores de investigación" y "conducta indebida del gobierno" podrían haber afectado el caso criminal contra el exdirector del FBI, James Comey, durante la administración Trump. En una opinión de 24 páginas, el juez William Fitzpatrick ordenó a los abogados del Departamento de Justicia que entregaran materiales del gran jurado a la defensa de Comey. Este fue acusado tras un llamado del expresidente Trump para su procesamiento. Comey se declaró no culpable de los cargos, que incluyen obstrucción a una investigación congresional. El juez identificó declaraciones problemáticas hechas por la fiscal principal que podrían comprometer la integridad del proceso del gran jurado.
Un juez federal de Estados Unidos ha señalado que los «errores de investigación» y la «conducta indebida del gobierno» podrían haber comprometido el caso criminal de la administración Trump contra el exdirector del FBI, James Comey. En un dictamen de 24 páginas, el juez William Fitzpatrick ordenó a los abogados del Departamento de Justicia que entregaran materiales del gran jurado, incluidos transcripciones y pruebas, al equipo de defensa de Comey. Actualmente, el Departamento de Justicia ha apelado esta decisión.
Comey fue acusado en septiembre tras un llamado del expresidente Donald Trump para su procesamiento y la designación de un nuevo fiscal federal para llevar adelante el caso. El exdirector del FBI, quien ha sido objeto de críticas constantes por parte de Trump, se declaró no culpable de los cargos que incluyen obstrucción a una investigación congresual.
El exjefe del FBI fue despedido por Trump durante su primer mandato después de liderar una investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016. Desde entonces, Comey ha sido un blanco frecuente para el presidente en funciones. Fue acusado de mentir a legisladores durante una audiencia en 2020 relacionada con su investigación sobre la interferencia electoral rusa.
Después de que otros fiscales federales decidieran no continuar con el caso debido a la falta de evidencias, Trump eligió a Lindsey Halligan como fiscal principal. Esta abogada logró obtener una acusación formal tres días después.
En el sistema judicial estadounidense, una acusación es una declaración formal emitida por un gran jurado –un grupo de ciudadanos que examinan la validez de las pruebas– para determinar si un caso debe avanzar.
Comey fue formalmente acusado en octubre en un tribunal federal en Virginia, donde se declaró no culpable. Su equipo legal ha cuestionado no solo la legalidad del nombramiento rápido de Halligan como fiscal interina, un proceso que evitó la aprobación del Congreso, sino también cómo se llevó a cabo la acusación contra Comey.
El lunes pasado, el juez Fitzpatrick indicó que identificó al menos dos declaraciones realizadas por Halligan ante los miembros del gran jurado que podrían considerarse «afirmaciones fundamentales erróneas sobre la ley que podrían comprometer la integridad del proceso». Una de estas afirmaciones sugería que el gran jurado «no tenía que basarse únicamente en el registro ante ellos», insinuando que existían «más pruebas –quizás mejores pruebas–» que el gobierno poseía y que serían utilizadas en el juicio.
Al conceder acceso al equipo defensor a todos los materiales del gran jurado, el juez Fitzpatrick también ordenó al Departamento de Justicia entregar grabaciones completas de las audiencias. «El tribunal reconoce que este es un recurso extraordinario», afirmó Fitzpatrick. Agregó: «Bajo estas circunstancias únicas, es necesario proteger plenamente los derechos del acusado».