La Unión Europea (UE) enfrenta una crisis en su estrategia de apoyo a Ucrania, ya que no cuenta con un plan alternativo viable si falla la propuesta de utilizar activos rusos congelados para financiar un préstamo. Según The New York Times, la Comisión Europea había planteado un "préstamo de reparación" de 140.000 millones de euros, pero su implementación se ha complicado por la oposición de varios Estados miembros y el rechazo categórico de Moscú. Las alternativas, como la emisión conjunta de deuda o subvenciones directas, podrían resultar costosas y problemáticas. La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, ha presentado tres opciones para financiar a Kiev, pero los expertos advierten que las alternativas son menos atractivas. Rusia ha amenazado con represalias ante cualquier intento de confiscación de sus activos. Para más detalles, visita el enlace original.
Los funcionarios de la Unión Europea (UE) han estado trabajando durante meses en un plan que contempla el uso de activos rusos congelados para otorgar un préstamo a Ucrania. Sin embargo, cada vez se hace más evidente que, si este plan no tiene éxito, las alternativas disponibles para el bloque comunitario son poco prometedoras, según un informe de The New York Times.
En septiembre, la Comisión Europea (CE) propuso un «préstamo de reparación» de 140.000 millones de euros (aproximadamente 160.000 millones de dólares) destinado a Ucrania, financiado mediante los activos rusos congelados. La propuesta establece que Kiev deberá devolver el crédito una vez que Rusia pague las reparaciones por el conflicto; sin embargo, esta idea ha sido rechazada categóricamente por Moscú. La decisión sobre la confiscación de estos activos ha sido aplazada hasta diciembre debido a la oposición de Bélgica, que teme asumir toda la carga de los riesgos asociados si Rusia decide presentar una demanda o exigir la devolución de su dinero.
En este contexto, Ursula von der Leyen, presidenta de la CE, envió una carta a los líderes de los Estados miembros de la UE en la que presenta tres opciones para financiar a Ucrania, incluyendo nuevamente el uso de los activos rusos congelados.
Las sugerencias incluyen financiar al menos 90.000 millones de euros (cerca de 104.000 millones de dólares) en subvenciones para el periodo 2026-2027; considerar la emisión conjunta de deuda por parte de la UE para facilitar un préstamo; o utilizar los fondos congelados como base para el mencionado «préstamo de reparación», opción que se considera preferida.
No obstante, The New York Times señala que las dos alternativas restantes presentan desafíos significativos. La emisión conjunta de deuda podría resultar costosa debido a los intereses generados, mientras que las subvenciones directas ejercerían una presión considerable sobre los presupuestos nacionales ya endeudados.
Desde Bloomberg se estima que el impacto financiero derivado de estas subvenciones podría representar entre el 0,16 % y el 0,27 % del producto interno bruto (PIB) de los Estados miembros. Además, cualquier préstamo emitido por la UE requeriría garantías jurídicas vinculantes e irrevocables por parte de sus miembros.