Chile se prepara para una segunda vuelta en las elecciones presidenciales, programada para diciembre, entre la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, y el candidato de extrema derecha, José Antonio Kast. La primera ronda no produjo un ganador claro, y la campaña se centró en temas de crimen e inmigración. Jara, quien ganó por un estrecho margen, representa una coalición gobernante y ha prometido aumentar la producción de litio y mejorar la seguridad. Por otro lado, Kast, un abogado conservador con antecedentes familiares controvertidos, aboga por medidas drásticas contra la inmigración y un endurecimiento de las políticas de seguridad. Este evento electoral refleja una posible tendencia hacia la derecha en América Latina.
Las elecciones presidenciales en Chile se dirimirán en una segunda vuelta programada para diciembre, donde se enfrentarán un candidato del Partido Comunista y uno de extrema derecha. Esta decisión se tomó tras la primera ronda electoral, celebrada el pasado domingo, que no arrojó un ganador claro.
La campaña electoral estuvo marcada por temas como la delincuencia y la inmigración, dado que el flujo migratorio hacia el país ha aumentado en los últimos años. Los candidatos han prometido combatir a las bandas extranjeras, como el Tren de Aragua, proveniente de Venezuela.
Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista y representante de la coalición gobernante, logró una victoria estrecha en la primera ronda, seguida de cerca por el candidato de extrema derecha José Antonio Kast. Este resultado podría favorecer a Kast, ya que Jara fue la única candidata de izquierda compitiendo contra varios postulantes de derecha, lo que fragmentó el voto entre estos últimos.
En la segunda vuelta del 14 de diciembre, los votantes deberán unirse en torno a uno de estos dos candidatos. Se espera que Kast atraiga votos de otros candidatos que no lograron avanzar a la final, incluyendo a la senadora de centro-derecha Evelyn Matthei y al congresista libertario radical Johannes Kaiser.
Si esto ocurre, Chile se sumaría a la tendencia reciente en América Latina hacia gobiernos más conservadores. Kast es un abogado conservador y excongresista que perdió en la segunda vuelta electoral de 2021 ante el actual presidente Gabriel Boric. Esta será su tercera candidatura presidencial.
Kast, padre de nueve hijos, ha promovido una política estricta sobre inmigración que incluye propuestas similares a un “muro fronterizo” al estilo Trump. Además, se opone al aborto incluso en casos de violación y ha criticado tanto el activismo ambiental como indígena. Su visión implica reducir el tamaño del estado.
Es relevante mencionar que su hermano ocupó un cargo ministerial durante la dictadura de Augusto Pinochet y su padre fue miembro del partido nazi. En su discurso durante la noche electoral, Kast afirmó que Chile debe evitar “la continuidad de un gobierno muy malo; quizás el peor gobierno en la historia democrática del país”.
Por otro lado, Jara es vista como una figura más centrada hacia la izquierda. Fue ministra en el gobierno de Boric y su plataforma incluye aumentar la producción de litio, elevar el salario mínimo, construir nuevas cárceles y desplegar al ejército para proteger las fronteras chilenas.
A medida que se publicaban los resultados electorales, Jara expresó: “La democracia en nuestro país debe ser cuidada y valorada. Nos costó mucho recuperarla; hoy está en riesgo”. Ambos candidatos han enfatizado sus compromisos para abordar los problemas relacionados con el crimen y la inmigración, ante el aumento significativo de delitos organizados y secuestros en Chile.
Desde 2017, la población extranjera en Chile ha crecido considerablemente. Según datos del Servicio Nacional de Migraciones, hasta diciembre de 2023 se registraron más de 1.9 millones de personas extranjeras en el país. Las estimaciones oficiales sugieren que al menos 330 mil son migrantes indocumentados viviendo ilegalmente en Chile, muchos provenientes de Venezuela.
Kast ha atribuido el aumento del crimen a la inmigración; sin embargo, diversos estudios indican que las personas nacidas fuera del país cometen menos delitos en promedio que los chilenos. Chile es percibido como un país más próspero y seguro comparado con otras naciones latinoamericanas, lo cual lo convierte en un destino atractivo para migrantes regionales e incluso para aquellos que regresan desde Estados Unidos tras las políticas migratorias implementadas durante la administración Trump.
Kast ha prometido construir zanjas a lo largo de la frontera norte con Perú y Bolivia e implementar deportaciones masivas de migrantes indocumentados. También ha propuesto crear nuevas cárceles de máxima seguridad inspiradas en modelos utilizados en El Salvador.
Por su parte, Jara también ha manifestado su intención de construir nuevas prisiones y expulsar a extranjeros condenados por tráfico de drogas. Esta elección marcó un hito histórico al ser la primera vez que todos los votantes elegibles fueron registrados automáticamente para votar; además, el voto es obligatorio en Chile.