Un ataque de un tirador solitario en una instalación de ICE en Dallas dejó dos detenidos muertos y otro herido. El FBI confirmó que el ataque fue intencionado, con casquillos de bala marcados con mensajes "Anti-ICE". Las autoridades vinculan este suceso a un patrón creciente de violencia de extrema izquierda en Texas. Líderes políticos han condenado el ataque, considerándolo una crisis de seguridad nacional y exigiendo el fin de los ataques motivados políticamente contra las fuerzas del orden. Este incidente resalta la necesidad urgente de reforzar la seguridad en las instalaciones federales y abordar el extremismo doméstico. Para más detalles, visita el enlace a la noticia.
Un ataque perpetrado por un tirador solitario en una instalación de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas ha dejado un saldo trágico de dos detenidos muertos y otro herido. El incidente, que tuvo lugar en la mañana del miércoles, se desarrolló cuando el agresor, que se encontraba en el techo de un edificio cercano, abrió fuego contra el área de detención. Las balas recuperadas del lugar portaban mensajes anti-ICE, lo que ha llevado al FBI a calificarlo como un ataque intencionado.
El agente especial del FBI, Joe Rothrock, describió el suceso como “un ataque dirigido” durante una conferencia de prensa, señalando que “las pruebas indican que se trató de un acto motivado ideológicamente”. El tiroteo ocurrió a las 6:40 a.m., mientras los detenidos se encontraban en una zona de espera.
El atacante, descrito como un hombre blanco, eligió una posición estratégica para evitar ser detectado. Según informes preliminares, disparó directamente hacia el sallyport de ICE, donde se procesan los detenidos. Aunque aún no se ha revelado la identidad del tirador, agentes del FBI encontraron municiones sin usar marcadas con lemas anti-gubernamentales.
“A la luz de los casquillos grabados, podemos confirmar la agenda ideológica del atacante”, afirmó Rothrock. La muerte del sospechoso por un disparo autoinfligido antes de ser capturado ha complicado las investigaciones sobre posibles vínculos con redes extremistas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, subrayó que “esto forma parte de un patrón de violencia contra nuestras fuerzas del orden”.
La reacción ante este ataque fue inmediata y contundente por parte de líderes estatales y federales, quienes lo han interpretado como evidencia de una crisis más amplia en materia de seguridad nacional. El gobernador de Texas, Greg Abbott, calificó el hecho como “un asesinato” y prometió fortalecer las colaboraciones con ICE. Por su parte, el vicepresidente JD Vance lamentó que “el acoso obsesivo hacia las fuerzas del orden debe cesar”.
El juez del condado de Dallas, Clay Jenkins, expresó: “Los derechos no pueden ganarse con balas”, reflejando una preocupación compartida a través del espectro político. Mientras tanto, el senador republicano Ted Cruz instó a poner fin a la “violencia motivada políticamente”, aunque evitó señalar a algún grupo específico.
Este ataque se suma a una serie creciente de incidentes violentos dirigidos contra agencias federales en Texas. En julio pasado, un centro de detención en Alvarado fue atacado por individuos armados vinculados a Antifa, resultando en lesiones para un oficial y múltiples arrestos. Asimismo, otro incidente involucró a un hombre que disparó contra agentes de la Patrulla Fronteriza en McAllen.
“Estos incidentes no son aislados”, advirtió el periodista Andy Ngo. “Texas se ha convertido en el epicentro del extremismo anti-apego”. La investigación sobre el ataque del 4 de julio continúa y está relacionada con círculos activistas transnacionalistas y antifascistas.
Expertos en seguridad advierten que las instalaciones de ICE en todo el país siguen siendo objetivos vulnerables. Un análisis realizado por CBS reveló que antes del ataque reciente, el centro ICE de Dallas albergaba un promedio diario de 47 detenidos con mínimas medidas protectoras. Desde entonces, Seguridad Nacional ha implementado contramedidas adicionales en regiones volátiles.
El director del FBI, Kash Patel, enfatizó la necesidad de adoptar una postura de “tolerancia cero” frente al terrorismo doméstico y calificó a los tiradores como “enemigos de nuestro orden constitucional”. Sin embargo, la inacción legislativa respecto a citaciones y solicitudes documentales ha obstaculizado los procesos judiciales anteriores.
El ataque en Dallas pone de manifiesto una realidad inquietante: a medida que se expande el extremismo, los agentes federales enfrentan entornos cada vez más amenazantes. Aunque algunos críticos argumentan que la militarización puede alienar comunidades enteras, sobrevivientes y funcionarios exigen acciones urgentes.
“Esto no es cuestión política; es cuestión de supervivencia,” declaró Todd Lyons, jefe de ICE. A medida que los debates sobre ideología y seguridad se intensifican, queda claro que garantizar un futuro seguro para la nación depende urgentemente detener las amenazas actuales antes que más vidas se vean comprometidas.
Fuentes para este artículo incluyen:
Cifra | Descripción |
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2 | Detenidos muertos |
1 | Detenido herido |
6:40 a.m. | Hora del ataque |
47 | Promedio de detenidos diarios en el centro ICE de Dallas |