Un nuevo estudio ha revelado la presencia de altos niveles de contaminación por ADN en las vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna, superando los límites de seguridad establecidos. Investigadores encontraron secuencias del promotor SV40, que se asocia con riesgos de cáncer, y ADN plasmídico de E. coli no completamente eliminado durante la fabricación. Estas impurezas podrían provocar reacciones inmunitarias no deseadas, como shock séptico o integración en células humanas. A pesar de estas preocupaciones, agencias como Health Canada han ignorado los hallazgos. Se requieren investigaciones independientes y una revisión urgente de las pautas regulatorias para garantizar la seguridad de las vacunas. Para más información, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/new-study-reveals-widespread-dna-contamination-in-pfizer-and-moderna-vaccines/.
Un reciente estudio ha puesto de manifiesto la presencia de contaminantes de ADN en las vacunas de ARNm contra la COVID-19 desarrolladas por Pfizer y Moderna. Los investigadores han detectado altos niveles de impurezas, incluyendo secuencias del promotor SV40, que superan los límites de seguridad establecidos. Se ha determinado que el ADN plasmídico derivado de E. coli, utilizado durante el proceso de fabricación, no fue completamente eliminado. Estos contaminantes podrían provocar reacciones inmunitarias no deseadas, como shock séptico o la integración en células humanas.
Las autoridades sanitarias, incluyendo Health Canada, han desestimado estos hallazgos, ignorando los posibles riesgos asociados. La necesidad urgente de replicar estos estudios de manera independiente y establecer pautas regulatorias más claras se ha vuelto evidente.
El 22 de septiembre, un estudio innovador realizado por investigadores como Kevin McKernan y Jessica Rose reveló una significativa contaminación en las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna. Publicado en la revista Autoimmunity, este trabajo presentó evidencia contundente sobre la presencia generalizada de impurezas de ADN en los viales de las vacunas.
Entre los puntos clave del estudio se destaca que los niveles de ADN detectados superan ampliamente los umbrales de seguridad regulatoria. En particular, se identificaron contaminantes como el promotor SV40, conocido por su asociación con el cáncer en animales de laboratorio, en todas las muestras analizadas de Pfizer, aunque no se encontró en las viales de Moderna.
Los contaminantes presentes en las vacunas incluyen ADN plasmídico bacteriano que puede contener endotoxinas capaces de inducir reacciones inmunitarias severas. Además, se identificó ARN doble cadena (dsRNA), que podría ser reconocido por el sistema inmunológico como un marcador viral y desencadenar respuestas inflamatorias. También se encontraron secuencias relacionadas con genes de resistencia a antibióticos.
Estos contaminantes representan riesgos significativos para la salud humana. El ADN bacteriano puede inducir respuestas inmunitarias adversas y, en cantidades suficientes, provocar shock séptico. Las secuencias del promotor SV40 tienen el potencial de integrarse en el ADN humano, lo que plantea preocupaciones sobre un posible aumento del riesgo cancerígeno.
Expertos como el vacunólogo Dr. Byram Bridle han subrayado la urgencia para que Health Canada investigue estos hallazgos. “El promotor SV40 es una secuencia genética bioactiva capaz de causar daño”, afirmó Bridle. “Es necesario realizar una investigación exhaustiva para garantizar la seguridad de estas vacunas, especialmente para poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas”.
A pesar del creciente cuerpo de evidencia que sugiere riesgos potenciales, críticos argumentan que organismos reguladores como la FDA han minimizado estos hallazgos al priorizar la rapidez sobre un análisis riguroso. McKernan señaló: “Están recibiendo financiamiento directo por parte de las empresas que regulan, lo cual genera un conflicto de interés”. Esta aparente falta de independencia ha suscitado inquietudes sobre la transparencia del proceso regulatorio.
Los autores del estudio han solicitado una replicación independiente bajo condiciones forenses más estrictas y han instado a las agencias reguladoras a revisar sus directrices para tener en cuenta la alta eficiencia del transfección mediante nanopartículas lipídicas (LNP) y las dosis acumulativas.
Kevin McKernan enfatizó: “Estos datos amplían las preocupaciones existentes sobre la seguridad vacunal y cuestionan la relevancia de pautas concebidas antes de la introducción de LNPs. Necesitamos directrices claras y consistentes junto con evidencia transparente que demuestre que los productos son seguros y efectivos”.
Las revelaciones contenidas en este estudio resaltan la necesidad apremiante por mayor transparencia e investigación independiente en la fabricación vacunal. A medida que autoridades sanitarias continúan minimizando riesgos potenciales, el trabajo realizado por McKernan y su equipo representa un paso crítico hacia el restablecimiento de la confianza pública.
A medida que surgen nuevas evidencias, queda claro que tanto la transparencia como un escrutinio cuidadoso serán esenciales para abordar estas preocupaciones y fomentar una confianza renovada en futuros esfuerzos vacunales.
Cifra | Descripción |
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627 veces | Niveles de contaminación de ADN que superan los límites regulatorios establecidos por la FDA y la OMS. |
32 viales | Cantidad de viales examinados en el estudio. |
16 lotes únicos | Cantidad de lotes únicos de vacunas analizados en el estudio. |