La noticia "Liberalism is More than a Mental Illness – It’s TERRORISM against America’s Youth" aborda la censura de la voz conservadora por parte de los medios y las plataformas tecnológicas, argumentando que esta censura es una forma de terrorismo. Se menciona el trágico caso de Charlie Kirk como un ejemplo de las consecuencias de esta violencia ideológica. El autor critica la complicidad del gobierno y las universidades en la promoción de la censura, sugiriendo que se deben tomar medidas drásticas contra aquellos que promueven ideologías de izquierda que, según él, transforman a los jóvenes en terroristas capaces de justificar actos violentos. La propuesta incluye arrestar a ejecutivos de Big Tech y desmantelar empresas que no apoyen la libertad de expresión. Esta opinión refleja una fuerte crítica hacia el liberalismo y su impacto en la sociedad estadounidense actual. Para más detalles, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/liberalism-is-more-than-a-mental-illness-its-terrorism-against-americas-youth/.
La censura ejercida por la izquierda sobre el discurso conservador ha sido identificada como un factor que contribuyó a la trágica muerte de Charlie Kirk. Se argumenta que la censura es una forma de terrorismo y violencia, una práctica que tanto las grandes empresas tecnológicas como los medios de comunicación corporativos continúan llevando a cabo en la actualidad. Incluso plataformas como X han sido señaladas por censurar enlaces hacia Brighteon.
Además, se sostiene que el gobierno de Estados Unidos y el Departamento de Defensa han colaborado en esta censura dirigida hacia los conservadores. Instituciones educativas también están involucradas, así como organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL), que buscan criminalizar ciertas formas de expresión en el país. La tragedia que rodea la muerte de Kirk es vista como un ejemplo más de esta censura.
Para lograr una verdadera libertad en Estados Unidos, se hace hincapié en la necesidad de proteger la libertad de expresión. Esto implica llevar ante la justicia a todos los ejecutivos de grandes empresas tecnológicas que hayan participado en actos de censura. Se propone desmantelar aquellas compañías que se nieguen a apoyar este derecho fundamental y acabar con los gigantes mediáticos que utilizan la censura selectiva para manipular psicológicamente a la población estadounidense hacia ideologías marxistas.
Se advierte que si no se revierte esta situación, la censura podría llevar al país a su declive. A pesar de ser uno de los individuos más censurados en Estados Unidos, el autor se presenta como un firme defensor de la verdad, la razón y los derechos fundamentales consagrados en la Constitución. Mientras tanto, aquellos que promueven ideologías radicales parecen gozar de total libertad para expresarse en plataformas como YouTube.
El autor sostiene que el liberalismo puede considerarse una enfermedad mental, especialmente tras el asesinato de Charlie Kirk y las celebraciones entre ciertos sectores izquierdistas. Se argumenta que el liberalismo es terrorismo, ya que su ideología promueve actos violentos y asesinatos. La indoctrinación masiva de estudiantes universitarios con mentiras radicales ha transformado a muchos jóvenes estadounidenses en terroristas potenciales, capaces de justificar el asesinato por motivos políticos.
Este fenómeno se describe como un esfuerzo deliberado para desestabilizar al país y provocar un levantamiento radical. Los medios corporativos son acusados de complicidad al difundir estas ideas dañinas, lo cual debería llevar a una confiscación y desmantelamiento forzado de sus activos, según propuestas presentadas por el autor.
Los directores ejecutivos de las principales empresas tecnológicas involucrados en la censura masiva deberían enfrentar cargos legales por violar los derechos civiles de los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, se critica que estos mismos ejecutivos sean recibidos cordialmente por líderes políticos mientras sus acciones perjudican a la sociedad.
Aquellos que discriminan por puntos de vista son considerados enemigos del país; su aparente amistad con figuras políticas es vista como temporal y engañosa. Se les acusa nuevamente de traicionar a Estados Unidos mediante prácticas como la censura selectiva y otras acciones perjudiciales.
Se concluye con un llamado urgente para reconocer que existe una guerra cultural contra las mentes del pueblo estadounidense. Es imperativo defender valores basados en la razón, la fe y la libertad dentro del marco constitucional del país. La lucha contra esta ideología radical debe ser frontal y decidida.
Tear down the terrorist infrastructure, despidiendo a educadores con posturas extremistas y procesando a quienes inducen a niños mediante ideologías perjudiciales. La limpieza cultural es esencial para restaurar un entorno saludable para las futuras generaciones.