Donald Trump ha amenazado con revocar la ciudadanía de la comediante demócrata Rosie O'Donnell, sugiriendo en su red Truth Social que no está en el mejor interés del país. Esta declaración se produce tras años de críticas de O'Donnell hacia Trump, quien bromeó sobre su mudanza a Irlanda y la posibilidad de que este país no la quiera. Aunque constitucionalmente no puede quitarle la ciudadanía, sus comentarios reflejan un rechazo hacia las celebridades que critican a Estados Unidos mientras disfrutan de sus beneficios. La situación ha generado reacciones entre conservadores y simpatizantes del presidente. Para más detalles, visita el enlace.
El presidente Donald Trump ha vuelto a centrar la atención pública en la comediante Rosie O’Donnell, tras sugerir en su red social Truth Social que está considerando revocar su ciudadanía estadounidense. En un mensaje, Trump declaró: "Dado que Rosie O’Donnell no está en el mejor interés de nuestro Gran País, estoy considerando seriamente quitarle la ciudadanía. Es una amenaza para la humanidad y debería quedarse en el maravilloso país de Irlanda, si la quieren. ¡DIOS BENDIGA A AMÉRICA!".
La comediante ha sido una crítica acérrima de Trump durante casi dos décadas, comenzando sus ataques en televisión nacional desde que él se postuló para la presidencia. Desde entonces, O'Donnell ha utilizado su plataforma para expresar repetidamente su descontento hacia el mandatario.
Este comentario de Trump se produce poco después de que O’Donnell confirmara en marzo que se mudó a Irlanda en enero y que no regresaría a Estados Unidos hasta que Trump sea destituido de su cargo. La comediante también reveló que está en proceso de obtener la ciudadanía irlandesa, lo cual ha sido interpretado por algunos como un rechazo simbólico a su país natal.
Para Trump y muchos estadounidenses, estas declaraciones refuerzan la percepción de que ciertas celebridades de izquierda, como O'Donnell, parecen estar más comprometidas con sus agendas ideológicas que con el bienestar del país. Su decisión de abandonar Estados Unidos mientras continúa criticando al país desde el extranjero ha suscitado un fuerte rechazo entre los conservadores y simpatizantes del presidente.
Durante una reunión con el primer ministro irlandés Micheál Martin, Trump abordó el tema con humor: "¿Por qué dejarían que Rosie O’Donnell se mude a Irlanda? Creo que va a reducirles los niveles de felicidad". A pesar de que constitucionalmente el presidente no tiene autoridad para revocar la ciudadanía de quienes nacieron en Estados Unidos, como es el caso de O'Donnell, este gesto político ha sido visto como una crítica hacia las celebridades que disfrutan de los beneficios de ser estadounidenses mientras difunden narrativas negativas sobre su país.