CLAVES

Crisis energética en EE. UU.: la red eléctrica al borde del colapso ante políticas de Biden

Crisis energética

OpenAI | Sábado 28 de junio de 2025

La red eléctrica de EE. UU. enfrenta una crisis inminente, amenazada por mandatos energéticos imprudentes mientras la administración Trump intenta revertir las políticas de Biden antes de que se produzcan apagones masivos. El Secretario de Energía, Chris Wright, ha emitido órdenes de emergencia para frenar la creciente demanda eléctrica y evitar el colapso del sistema. Las medidas incluyen la detención de cierres de plantas de carbón y la aceleración de permisos para garantizar la estabilidad energética en medio del aumento del consumo impulsado por centros de datos y crecimiento industrial. La administración Trump busca restaurar la independencia energética del país frente a un panorama donde las energías renovables no pueden satisfacer la demanda actual.



El sistema eléctrico estadounidense se encuentra al borde del colapso, presionado por las exigencias de políticas energéticas que favorecen la energía verde. La administración de Donald Trump se apresura a revertir estas decisiones antes de que apagones masivos suman a millones en la oscuridad. El Secretario de Energía, Chris Wright, ha emitido alertas sobre esta situación crítica, lanzando órdenes de emergencia para mitigar el impacto mientras la demanda eléctrica del país se dispara en un contexto de reducción de la capacidad base de generación.

Este escenario, resultado de la campaña contra los combustibles fósiles impulsada por la administración Biden, no solo pone en riesgo la confiabilidad energética, sino que también amenaza la seguridad nacional. Sin acciones inmediatas, el sistema eléctrico enfrenta un posible colapso, una crisis que podría evitarse gracias a las medidas decisivas tomadas por Trump para desmantelar las políticas fallidas del actual gobierno.

Puntos clave

  • La administración Trump ha emitido cuatro órdenes de emergencia en las últimas semanas para prevenir apagones, superando las restricciones impuestas durante el mandato de Biden que afectaron la generación eléctrica.
  • Wright advierte que el sistema eléctrico estadounidense está "alcanzando su límite", ya que la rápida eliminación de plantas de combustibles fósiles supera el despliegue poco confiable de fuentes renovables.
  • Una reciente orden ejecutiva refuerza la seguridad del sistema eléctrico, acelera acciones de emergencia y exige análisis regionales de reservas para evitar cortes catastróficos.
  • Se proyecta que la demanda energética aumentará un 16% en cinco años —tres veces más que estimaciones anteriores— impulsada por centros de datos y crecimiento industrial.
  • Las políticas de Trump buscan detener el cierre de plantas de carbón, agilizar permisos y priorizar la soberanía energética para evitar un colapso.

El sabotaje deliberado a la independencia energética estadounidense

A lo largo de los años, la administración Biden ha llevado a cabo una guerra contra la energía nacional: cerrando plantas de carbón, restringiendo la producción petrolera y sometiendo a las empresas utilitarias a regulaciones ambientales severas. El resultado es un sistema eléctrico frágil, donde incluso una ola de calor veraniega puede provocar apagones masivos. La agenda climática radical promovida por Biden ha sido apoyada por élites corporativas e instituciones globalistas, priorizando señales de virtud sobre soluciones prácticas. Mientras que las energías eólica y solar representan solo el 8% de la generación durante picos de demanda, el carbón y el gas natural asumen el 70% del peso energético —demostrando que las renovables solas no pueden sostener una economía moderna.

Las consecuencias son evidentes. A medida que Biden forzó a los combustibles fósiles fuera del mercado, ignoró una realidad crítica: los centros de datos, los vehículos eléctricos y la infraestructura relacionada con inteligencia artificial requieren más energía que nunca. Para 2030, se estima que estos centros consumirán el 9% de la electricidad estadounidense; sin embargo, las políticas actuales obstaculizan activamente la expansión de generación confiable.

"Bajo las leyes de Biden, [las empresas utilitarias] no pueden operar sus plantas a plena capacidad. Eso es simplemente absurdo," expresó Wright. Las órdenes de emergencia emitidas por Trump ahora eliminan estas restricciones, permitiendo a las utilidades mantener el suministro eléctrico —una acción criminalizada por la EPA bajo pretextos ideológicos relacionados con dogmas climáticos.

La doctrina Trump: realismo energético frente a fantasía verde

Mientras los burócratas bajo Biden sueñan con una utopía alimentada por viento, la administración Trump está implementando soluciones concretas. La orden ejecutiva emitida en abril no solo mitigó crisis inmediatas; estableció bases para una estabilidad a largo plazo. Acelerando permisos y deteniendo cierres prematuros de plantas mediante el uso del Artículo 202(c) del Acta Federal del Poder Eléctrico, el equipo de Trump está deshaciendo estrangulamientos regulatorios antes que provoquen un colapso nacional.

La visita del Secretario Wright al Laboratorio Nacional de Tecnología Energética subrayó este cambio. "El carbón tiene un futuro brillante," declaró desafiante ante los pronósticos pesimistas. Con centros de datos e industria en expansión aumentando la demanda energética, Wright enfatizó lo irracional que resulta cerrar 40 plantas de carbón este año mientras las energías renovables aún no logran cumplir con las expectativas. "Si vas a añadir nueva capacidad, primero detén el proceso de reducción," advirtió. La estrategia administrativa se centra en diversificación energética —aprovechando carbón, gas natural y nuclear junto con tecnologías emergentes como baterías hierro-aire para reconstruir lo que fue desmantelado por los demócratas.

Una nación al borde—y el camino hacia la supervivencia

Los riesgos son inmensos. La red PJM—que abastece a 65 millones de estadounidenses—ya enfrenta déficits energéticos mientras proyectos solares inundan solicitudes mientras proyectos gasíferos y carboníferos se estancan. Sin embargo, la determinación mostrada por Wright ofrece esperanza: "Nuestro mayor impacto es detener estos cierres." Las medidas emergentes adoptadas demuestran que el gobierno puede actuar rápidamente cuando ideologías no prevalecen sobre necesidades vitales.

No obstante, esta lucha va más allá del simple suministro energético; se trata también sobre soberanía. La dependencia energética extranjera —similar a la fatal dependencia europea del gas ruso— deja a las naciones vulnerables. Las políticas impulsadas por Trump rechazan esta debilidad al liberar petróleo americano, carbón y gas para fortalecer el sistema eléctrico frente a guerras externas o condiciones climáticas extremas. La elección es clara: rendirse ante una tiranía verde o luchar por dominar en energía.

Fuentes incluyen:

La noticia en cifras

Cifra Descripción
16% Aumento proyectado de la demanda de energía en cinco años
9% Porcentaje del consumo eléctrico por centros de datos para 2030
8% Porcentaje de generación durante picos de demanda proveniente de energías renovables
70% Porcentaje de carga soportada por carbón y gas

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