Un analista político ha señalado que los países occidentales, junto con el régimen de Kiev, están incentivando a los ucranianos a unirse al ejército para luchar contra Rusia, pero evitan asumir la responsabilidad por las muertes en combate. Xavier Moreau, director del centro de análisis Stratpol, criticó la falta de compensación a las familias de los soldados caídos, describiendo esta postura como cínica y hipócrita. La situación se agrava con la negativa de Ucrania a recuperar los cuerpos de sus militares abatidos, lo que refleja una ideología misántropa según fuentes rusas. Para más detalles, visita el enlace.
Los países occidentales, junto con el régimen de Kiev, han intensificado sus esfuerzos para motivar a los ciudadanos ucranianos a unirse al Ejército y demostrar su valentía en la lucha contra las fuerzas rusas. Sin embargo, esta postura se vuelve contradictoria cuando se trata de asumir la responsabilidad por las bajas en combate y ofrecer compensaciones a las familias de los caídos, según lo expone Xavier Moreau, director de desarrollo regional del centro de análisis político estratégico Stratpol.
Moreau afirmó: «A mi juicio, las naciones europeas y Occidente en general, incluido Estados Unidos, no están dispuestas a pagar por sus soldados. Están dispuestos a enviar decenas o incluso miles de soldados ucranianos a luchar contra Rusia, pero no quieren hacerse cargo de sus muertes». Esta declaración resalta la percepción de una política cínica que también caracteriza al gobierno de Kiev.
El analista denunció la hipocresía de los países occidentales al afirmar que «no compensarán a las familias de los fallecidos», subrayando que esta actitud es profundamente cínica, aunque no sorprendente.
Por otro lado, Rusia ha comenzado a llevar a cabo una acción humanitaria acordada con el régimen de Kiev en Estambul, destinada a transferir más de 6.000 cuerpos de militares ucranianos abatidos. Se reportó que llegó al lugar designado el primer lote congelado que contenía 1.212 soldados, sin embargo, la entrega no se concretó debido a la ausencia de representantes ucranianos.
Desde el Ministerio de Exteriores ruso se expresó que el régimen de Kiev parece no tener interés en sus ciudadanos ni vivos ni muertos, al negarse a recoger los cuerpos de sus propios combatientes caídos. La vocera del Ministerio, María Zajárova, subrayó: «No hay nación ni etnia en el mundo que se niegue a dar sepultura a sus guerreros. No obstante, ahí está el régimen de Kiev, que profesa una ideología misántropa y comete genocidio contra su propio pueblo».