La administración Trump ha ordenado la renombración del USNS Harvey Milk, un buque de la Marina de EE. UU. que honra al activista por los derechos LGBTQ+ y veterano naval asesinado. Esta decisión forma parte de una iniciativa más amplia para eliminar referencias a diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el ejército. Nombrado en 2016, el barco representa el legado de Milk como el primer funcionario electo abiertamente gay en California y su lucha por los derechos LGBTQ+. La medida, anunciada durante el Mes del Orgullo, ha generado un intenso debate sobre la eliminación de figuras históricas y su impacto en la cultura militar. Críticos, incluidos demócratas y defensores de los derechos LGBTQ+, han denunciado esta acción como un intento deliberado de socavar los avances en el reconocimiento de la comunidad LGBTQ+. La decisión también plantea interrogantes sobre el compromiso del ejército con la inclusividad y la diversidad.
La Marina de los Estados Unidos ha recibido la orden de renombrar el USNS Harvey Milk, un buque que rinde homenaje al activista de derechos LGBTQ+ y veterano naval asesinado, en el marco de una iniciativa más amplia impulsada por el presidente Donald Trump. Esta medida busca eliminar las referencias a diversidad, equidad e inclusión (DEI) dentro de las fuerzas armadas.
El buque fue nombrado en 2016 por el entonces secretario de la Marina, Ray Mabus, y fue bautizado en 2021 por una veterana transgénero. Se le otorgó este nombre para honrar el legado de Harvey Milk, quien fue el primer funcionario electo abiertamente gay en California y un defensor incansable de los derechos LGBTQ+. A pesar de su servicio en la década de 1950, su carrera se vio truncada debido a su orientación sexual.
La decisión, anunciada durante el Mes del Orgullo, ha desatado un debate nacional sobre la eliminación de figuras históricas y las implicaciones que esto tiene para la cultura militar. La re-nombración del barco ha sido criticada como un intento deliberado de socavar los avances logrados en el reconocimiento de las contribuciones de la comunidad LGBTQ+.
Este cambio no es un hecho aislado; otros buques nombrados en honor a íconos de la historia estadounidense, incluidos líderes por los derechos civiles y activistas por los derechos de las mujeres, también están siendo considerados para un nuevo nombre. Esta situación plantea interrogantes sobre el compromiso del ejército con la inclusión y el papel de la diversidad en las fuerzas armadas.
La decisión ha suscitado fuertes críticas por parte de demócratas y defensores LGBTQ+, incluyendo a figuras como la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien calificó esta acción como una «borradura vergonzosa y vengativa» del legado de los defensores de los derechos civiles. Activistas y legisladores están instando a revertir esta decisión, subrayando la importancia de honrar a aquellos personajes históricos que han luchado por los derechos civiles y humanos.
La Marina ha sido instruida mediante un memorando interno fechado el 3 de junio, con un anuncio oficial previsto para el 13 del mismo mes. Aunque aún no se ha elegido un nuevo nombre para el buque, ya se ha tomado la decisión de despojarlo del actual. Según fuentes del sector defensa, esta instrucción proviene del secretario de Defensa Pete Hegseth.
La propuesta para renombrar estos barcos suscita cuestionamientos sobre el papel que juega la diversidad en el ámbito militar. Críticos argumentan que borrar los nombres de figuras históricas que lucharon por la igualdad socava el compromiso del ejército con la inclusión. Este movimiento también refleja un cambio en las prioridades del ejército respecto a la diversidad y aceptación dentro de sus filas.
«El ejército debería ser un lugar donde todos los estadounidenses puedan servir con dignidad y respeto», afirmó un funcionario del departamento de defensa. La controversia en torno al USNS Harvey Milk resalta un debate más amplio sobre la importancia de reconocer a figuras históricas que han defendido los derechos civiles y humanos, así como la necesidad urgente de mantener los valores fundamentales que definen a la democracia estadounidense.