CLAVES

La masacre de Túnez busca provocar la invasión de Libia

Pedro_Canales | Sábado 27 de junio de 2015
El atentado yihadista contra dos hoteles de un complejo turístico en la ciudad tunecina de Susa en el que han muerto 37 personas, busca provocar la intervención militar extranjera en Libia y desestabilizar el proceso de transición política emprendido por Túnez desde la “revolución del jazmín” de 2011, según fuentes de inteligencia árabes consultadas por Mil21.

Los gobiernos de Túnez y Argelia han sido hasta ahora los principales valedores de una “solución política” a la crisis en Libia. Varios países árabes, tanto del Golfo como su vecino Egipto, preconizaban una intervención militar para acabar con los focos del terrorismo yihadista procedente de organizaciones cercanas a Al Qaeda y del Estado Islámico.

La única intervención armada exterior ha sido la realizada por la aviación estadounidense contra “objetivos seleccionados”, concretamente contra el dirigente terrorista Mojtar Bel Mojtar, que la inteligencia norteamericana creía localizar en Libia.

Hasta la realización del atentado en el recinto del hotel “Imperial Marhaba” y del vecino “Muradi Palm Marinay” contra turistas de forma indiscriminada, Túnez ha sorteado las presiones de Estados Unidos y Francia para respaldar una acción quirúrgica contra objetivos terroristas en la vecina Libia.

Tanto el presidente de la Republica tunecina Beji Caid Essebi como los máximos responsables de la lucha antiterrorista -el titular de Defensa Ferhat Horchani y el Secretario de Estado de Seguridad Rafik Chelli-, han repetido varias ocasiones que el terrorismo en Túnez se nutre desde la vecina Libia y que las armas, las financiación y los dispositivos de comunicación entran al país a través de los casi 500 kilómetros de frontera común, imposible de controlar.

Túnez ha solicitado reiteradas veces a los países europeos medios para aumentar su capacidad antiterrorista. España, como Francia y Alemania, han incrementado su cooperación con la histórica Cartago, pero, a juicio de las fuentes consultadas, es insuficiente para hacer frente a un enemigo que dispone de abundante armamento e infraestructuras logísticas.

Mientras las oscuras fuentes de financiación de los grupos terroristas en particular del Estado Islámico, no salgan a la luz pública, será imposible impedir que las “células durmientes” ya existentes u otras que se crean cada día, cometan atentados, concluyen las fuentes de inteligencia árabes.

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