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'España puede', pero no contigo: Así ha sido el show de Sánchez
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'España puede', pero no contigo: Así ha sido el show de Sánchez

Por Víctor García
lunes 31 de agosto de 2020, 19:50h

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reclamó este lunes “un nuevo clima político de estabilidad y unidad” para vencer la pandemia de Covid-19 y sus efectos sociales y económicos, una tarea que no es exclusiva de algunos, dijo, sino “de todos, o al menos de muchos, cuantos más mejor”, y ante la que “nadie tiene derecho a no arrimar el hombro”.

Lo dijo en su intervención en la Casa de América ante representantes de la sociedad civil y agentes sociales bajo el lema ‘España puede. Recuperación, Transformación, Resiliencia’, en la que apeló reiteradamente a esa idea de unidad y a la convicción de que muchas veces son las circunstancias las que “obligan a elegir” un determinado camino.

Si el virus no hace distinciones entre sus víctimas, argumentó, tampoco tiene sentido “dividirnos en el combate contra este enemigo común”, y tampoco “nadie tiene derecho a no arrimar el hombro” por tener una ideología, una identidad o unos intereses diferentes a los demás. Solo la unidad, insistió, “nos dará una verdadera oportunidad de vencer definitivamente al virus”.

La cifra de personas contagiadas aportada por Sánchez con fecha 28 de agosto es de 439.286, y en la última semana 43.747 nuevos casos, 129 ingresos en UCI y 129 fallecidos. Es evidente, sentenció, que los efectos de la pandemia van a seguir condicionando la vida cotidiana de los ciudadanos en los próximos meses.

La reconquista de los espacios perdidos “no está resultando tarea fácil para nadie”, reconoció, y la única opción de éxito pasa por ·intentarlo una y otra vez” hasta que haya vacuna y tratamiento. Mientras, “ningún retroceso parcial nos va a privar de esa ansiada victoria final”.

Sánchez se mostró comprensivo con la incertidumbre que la crisis sanitaria y económica ha generado en muchos ciudadanos, y echando la vista atrás celebró que, a diferencia de otras situaciones difíciles del pasado, esta vez España “no está sola” y la ayuda supone “una enorme oportunidad de transformar, corregir” los déficits estructurales y construir una sociedad “mucho más resiliente”.

Eso es lo que pretende el Gobierno con el plan que prepara para enviarlo a la Unión Europea, y que impulsará el crecimiento del PIB más de un 2% a largo plazo, aseguró, inspirado en la Agenda 2030, en los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la ONU y en los trabajos previos para mitigar el impacto de la emergencia sanitaria.

CUATRO EJES

El primero de los ejes de ese plan es la transformación digital, ante la evidencia de que ya antes era necesaria y ahora es más urgente, ya que la pandemia ha demostrado que el futuro del empleo, del ocio, de la educación, del comercio, e incluso de la salud y de las relaciones interpersonales, “pasa por lo digital”.

El segundo eje es la transición ecológica, ya que el cambio climático se sentirá con mayor impacto en la Península Ibérica. Ya hay empresas españolas liderando a nivel mundial esa transición, dijo, pero ahora hay más evidencia de que esos cambios son “tan inexorables como descomunales y urgentes”.

El tercer eje es la cohesión social y territorial, que la crisis hace “inaplazable, inexcusable” para cerrar brechas no solo por justicia, sino también por eficacia económica. La resiliencia de una sociedad, argumentó, depende de su capital económico y humano, pero también social, de su capacidad para cooperar. Cuando se aplica la tesis de “sálvese quien pueda” el resultado, alertó, es que “casi nadie se salva”.

Ahora es necesario enfatizar la lucha contra el empobrecimiento rural y devolver a ese mundo, como al insular, su capacidad de generar oportunidades y una vida plena a sus habitantes, así como un desarrollo “más armónico y sostenible” para el conjunto. El cuarto eje es el feminismo para “mejorar la potencialidad de toda la sociedad”.

Ante todos esos retos, la disyuntiva es si afrontarlos desde la unidad o desde “las viejas divisiones y las antiguas querellas”. Sánchez subrayó, en ese sentido, que España doblegó la curva de contagios “cuando todos respondimos unidos”, y que nadie creería posible haberlo hecho contando solo con la mitad de los sanitarios o con la sociedad dividida en dos. “Lo hicimos juntos, y lo conseguimos juntos”.

Sánchez alertó de que la “leyenda negra más dañina” para España es la que tradicionalmente ha nacido de su interior, pero también ha demostrado “que España puede si España quiere”, y muestra de ello es lo avanzado en los cuarenta años de democracia. Comparando situaciones de 1975 con las actuales en diferentes ámbitos, sentenció que España es un país del que sus ciudadanos pueden sentirse “tremendamente orgullosos”.

LEGISLATURA LARGA Y “FRUCTÍFERA”

Reivindicó por ello la capacidad de España de “abordar cualquiera de los retos que se proponga”, pero alertó de que no es una tarea exclusiva de ningún Gobierno, sino que “interpela y convoca al conjunto de la sociedad”, al conjunto de los científicos, empresarios, agricultores y ganaderos, transportistas, comerciantes, profesores… y no solo a la mitad de ellos “en función de lo que piensen ni de lo que voten”.

“España quiere, y si España quiere, España puede. Hemos de querer muchos, si no todos, cuantos más mejor”, insistió Sánchez, que comprometió, por su parte, la estabilidad de una legislatura “crucial” con más de cuarenta meses por delante para abordar esa labor.

El Gobierno no contaba con “esta calamidad”, reconoció, pero dadas las circunstancias “elegimos unidad, no división, no enfrentamiento, no confrontación. Elegimos unidad, unidad y unidad”, porque el desafío es “apabullante” y no se puede superar “con media España dando la espalda a la otra media”, y mucho menos con media España en contra de la otra media.

Argumentó que los contagiados, los ingresados o los fallecidos no son “de izquierdas o de derechas” sino que son “de todos”, como lo son los que combaten la pandemia, y así “se va a comportar el Gobierno”, aseguró.

Reclamó por ello “desterrar la pelea partidista de la lucha contra el virus” y ejecutar el mandato constitucional de renovar los órganos esenciales del sistema, como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional, para garantizar unas instituciones “robustas” en esa lucha.

En esa línea, reclamó un “nuevo clima político de estabilidad y unidad”, porque los retos son “insuperables con las viejas fórmulas”. “No estoy apelando a la unanimidad, no soy ingenuo”, precisó, y no reclama que nadie abandone sus convicciones ni sus preferencias, solo “acompasarlas al momento excepcional, inédito, que nos ha tocado vivir” y en el que la recuperación es “un bien superior”.

España necesita a “muchos arrimando el hombro. Si no todos, sí los más”, porque cuanto más amplia sea la base social y parlamentaria más rápida será la recuperación y más rápido se sentirán sus efectos, “más vidas preservaremos, más empresas protegeremos, y más empleos recuperaremos”.

“Es tiempo de acuerdos”, dijo, de “honestidad”, de contribuir a “la España que queremos construir”. La legislatura será larga, aseguró, pero es tarea de todos que también sea “fructífera”. “No me cabe ninguna duda de que será estable, larga, y fructífera, en beneficio del conjunto de la ciudadanía”, concluyó.

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