OPINIÓN

Del kaos al logos (XV): Humildad para gobernar

Carlos González | Jueves 21 de marzo de 2019
Si pretendemos hablar de una ciencia para gobernar hemos de comenzar por ser humildes y proclamar a los cuatro vientos: “No tenemos la más somera idea”.

Es cierto que dice un proverbio Chino: “No me des pescado, enséname a pescar”. Uno Francés: “Para su ayudante de cámara nadie es un gran hombre”, y uno Árabe: “Si dices la verdad ten preparado tu caballo”.

Todos ellos nos hablan claramente de un profundo conocimiento de la psicología humana y el funcionamiento de las valoraciones sociales y de los grupos en su conjunto. Si trabajamos con el refranero Castellano este nos enseña muchísimo de cada individuo y de las sociedades actuando en conjunto, pero también es cierto que nunca hemos hecho de ello una ciencia y un acervo de conocimientos probados que llevásemos a las universidades para ser enseñados universalmente a los alumnos como si de biología se tratase.

Aún a día de hoy, no se acepta la enseñanza de la ciencia de la Psico-Biología humana a los alumnos como una serie de conocimientos técnicos contrastados de cómo piensa y funciona cada individuo, y de qué forma se toman las decisiones colectivas. Es cierto que en el saber popular, en las ideas y razonamientos pícaros y un poco ocultos, e incluso prohibidos públicamente, si se sabe cómo va a actuar cada individuo y los grupos de decisión, pero no se acepta a la luz del día ni como un conocimiento técnico. Dice el refranero castellano: “Si quieres saber quién es tu vecinillo…dale un empleíllo”.

Ya es hora de que aceptemos la ciencia de la Psico-Biología. ¿Qué nos dice? Que el ser humano es un producto de la naturaleza, que ha sido creado mucho antes de que apareciese su conciencia y sus esquemas culturales. Somos una estructura Biológica, y reaccionamos en base a una Psicología específica. Que no puede escapar de su sistema hormonal, y que sus deseos, emociones, apetencias y motivaciones han sido creados por la Madre Naturaleza como un conjunto armonioso de reacciones físicas y químicas. Y en esto no hay discusión religiosa o científica: “Si Dios nos creó, o lo hizo la Madre naturaleza, lo que debemos hacer es estudiar minuciosamente como somos, cómo hemos sido creados, porqué reaccionamos así, y como lo haremos ante cualquier cuestión de futuro”.

Es tan obvio que casi da risa explicarlo si no estuviésemos ante tantas matanzas y miserias: “Tal como hemos sido construidos por la naturaleza, en función al hambre, no haremos otra cosa que buscar comida hasta que esa propia naturaleza nos diga que ya estamos saciados”. “Nos ha dado sentimiento de frio y calor, y no haremos otra cosa que buscar un refugio para equilibrar nuestras temperaturas”. “Nos ha creado deseos afectivos y buscamos a nuestros progenitores y parientes, y luego a una pareja. Y todo ello con una fuerza increíble”. Después desearemos sacar adelante a la prole y formarlos para la vida lo mejor posible. Ya sabemos que cuando se disfruta de esto se está satisfecho. Y que solo surgen las revoluciones cuando no se dispone de lo anterior, o alguien nos priva de ello por la fuerza.

Porqué cuesta tanto explicar y que alguien lo comprenda, que la clave de un grupo social organizado (Nación, Estado, tribu) es el equilibrio entre sus miembros y la percepción de cierta equiparación que lleve a sus componentes a un mínimo de comida, protección, afectos y desarrollo sexual y familiar. Cuando se dispone de ello esos pueblos avanzan y se desarrollan. Sin importar los niveles de riqueza o pobreza objetivos. Solo los relativos entre ellos. Y cuando se rompe ese equilibrio surgen las revoluciones, las destrucciones civilizatorias y la atomización de los grandes imperios y estados.

También sabemos que todo el que detenta el poder no hace otra cosa que aprovecharse para sí y los suyos de ello. Que el Nepotismo estará a la orden del día, y que la explotación de los demás, ahora cuando somos poderosos, ya se ve como beneficiosa.

Pero también sabemos que es con la educación y formación como los pueblos crecen y se hacen inteligentes. Y que la sanidad de los miembros siempre es un maravilloso bien colectivo. Aunque también sabemos que lucharemos a brazo partido porque lo pague otro.

Estudiemos nuestra Biología y nuestra Psicología, ellas son la fuente de los mayores y mejores conocimientos de la pasta de la que está hecha el ser humano y las sociedades colectivas que creamos como animal de grupo que somos.

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