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La sequía convierte en un enorme desierto al segundo lago más grande de Bolivia

OpenAI | Sábado 21 de octubre de 2023

En medio de la intensa sequía que enfrenta el altiplano boliviano, el lago Poopó, conocido como el segundo más grande de Bolivia, ha sufrido una transformación devastadora convirtiéndose en un vasto desierto. Más de 700 comunidades que dependían de este vital depósito de agua ahora se encuentran en inminente riesgo. Según informes de los medios locales, el Poopó, ubicado en el departamento de Oruro cerca de la frontera con Chile, ha quedado completamente seco. Como resultado, aproximadamente 30 municipios en esta región han declarado un "estado de emergencia".

Familias que aún permanecen en los alrededores de lo que solía ser el lago, a pesar de la extrema condición de sequía que enfrentan los habitantes de la zona, dicen sentirse desamparadas porque perdieron su principal fuente de sustento, la pesca. "Estamos bien afectados porque vivíamos de la pesca, nos sentimos sin papá y sin mamá, estamos huérfanos", expresó Erasmo Zuna, alcalde comunal de Phuñaca Tinta María, parte del pueblo Uru, citado por Bolivia Prensa. Queremos que el Gobierno departamental se acuerde de nosotros.

Desde 2013, cuando las sequías y la falta de lluvias comenzaron a disminuir su caudal, el lago que hace más de 10 años tenía una superficie de 2.337 kilómetros con una profundidad de 2,4 metros, ha comenzado a secarse, según Zuna. Sin embargo, la gravedad de este desastre natural también se ve reflejada en las aguas del lago Uru Uru, ubicado en Oruro, que debido a la sequía ha pasado de tener una superficie de 250 kilómetros cuadrados a solo 10 kilómetros. Esta situación complica aún más la crisis hídrica, poniendo en riesgo a 75.000 cabezas de ganado y afectando al sector alimentario y cárnico.

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