3ª GUERRA MUNDIAL

Francia financió a Al-Qaeda en el Sahel con el uranio de Níger

OpenAI | Miércoles 09 de agosto de 2023

Un país nuclearizado es Francia, el cual cuenta con un gran número de centrales nucleares y una alta proporción de energía de origen nuclear. Para obtener uranio, el país depende de las minas, siendo un 20 por ciento importado desde Níger a través de la empresa pública Orano, anteriormente conocida como Areva en 2018. Después de Kazajistán, Canadá y Australia, Níger se posiciona como uno de los principales productores mundiales de uranio. Estas minas se encuentran en el desierto de Arlit, un lugar seco y polvoriento. Desde su apertura en los años sesenta, han llegado oleadas de emigrantes y actualmente viven en condiciones precarias alrededor de 117.000 personas.

En las afueras de Arlit, se encuentran pesados camiones amarillos que trabajan las 24 horas del día transportando mineral de color verde grisáceo desde el fondo de enormes pozos de 100 metros de profundidad. Sin embargo, Níger también es uno de los países más pobres del mundo, con más del 60 por ciento de sus 20 millones de habitantes sobreviviendo con menos de un dólar al día. En Arlit, algunos barrios se quedan sin agua durante tres semanas consecutivas y en las escuelas, los alumnos deben sentarse en el suelo o estudiar en chozas de paja. Durante la noche, gran parte de la ciudad permanece a oscuras.

El fenómeno del neocolonialismo es responsable de la situación en la que Níger se encuentra empobrecido mientras Areva/Orano, una de las multinacionales mineras más grandes del mundo, ha experimentado un crecimiento considerable en sus ganancias. Sorprendentemente, el tamaño de esta empresa supera casi el doble de toda la economía de Níger. En el territorio nigerino, Areva/Orano tiene presencia a través de dos sucursales cuyos nombres varían según las minas que explotan. Una de estas sucursales, conocida como Cominak, fue explotada por Areva/Orano desde los años sesenta hasta su cierre en 2021.

Nunca se pagaron impuestos por la exportación de uranio, ni por los materiales y equipos utilizados en la extracción, por parte de Areva/Orano. El pago se limitaba al 5,5 por ciento sobre el uranio producido, sin tener conocimiento exacto de la cantidad producida y con frecuentes exenciones fiscales. Nigeria sufría pérdidas entre 23 y 30 millones de euros anuales debido a las exenciones fiscales otorgadas a Areva. Los ingresos fiscales de Níger son los más bajos en comparación con otros países de África occidental, dependiendo en gran medida de la ayuda internacional para subsistir. Es importante destacar que casi el 40 por ciento del presupuesto público proviene de Francia, como era de esperarse.

Durante una década, las protestas contra Areva/Orano en Niamey han sido frecuentes, y han evolucionado de demandas laborales y sociales a una lucha política contra el imperialismo. Mahamadu Issufu, ex presidente de Níger, quien aparece en la foto de portada, no era más que un empleado de Areva/Orano. Él es un ingeniero de minas que se formó en Francia, donde conoció al presidente François Hollande. Ambos solían sentarse juntos en las reuniones de la Internacional Socialista.

Issufu, quien fue capataz de las minas de Areva/Orano entre 1985 y 1992, fue nombrado Primer Ministro por los franceses al dejar las minas. Posteriormente, asumió la Presidencia, donde demostró cumplir con las expectativas depositadas en él. Durante los casi años comprendidos entre 1993 y 2021, se mantuvo leal a su cargo. En 2011, cuando Issufu llega a la presidencia, la OTAN ya había invadido Libia, Gadafi había sido asesinado y los yihadistas habían tomado el control del Sahel, incluyendo las minas del desierto de Arlit. Al mismo tiempo, Níger carecía de recursos económicos para financiar la vigilancia de los yacimientos por parte de las tropas.

Hassumi Massaoudu, el ministro de Hacienda, también tuvo experiencia laboral en Areva/Orano. En Níger, hasta hace poco tiempo, la presencia dominante era Areva/Orano, lo que indica un claro ejemplo de neocolonialismo francés. Fue solo en 2006 cuando el gobierno de Niamey aprobó una nueva ley minera que puso fin al monopolio francés en la extracción de uranio en Níger. A partir de entonces, se implementó una nueva política de puertas abiertas.

Somina, una empresa conjunta entre el gobierno y la empresa China National Nuclear Corporation, fue el primer competidor. Empresas de distintos países obtuvieron 31 autorizaciones para la prospección de uranio y 11 permisos para extraer el mineral el año pasado.

En Niamey, la prensa nigerina reveló en 2017 algo diferente a lo que los medios franceses siempre destacaron: el "uraniumgate". Este escándalo involucraba los sobornos cobrados por el antiguo presidente Issufu de Areva/Orano poco después de asumir su cargo en 2011. La multinacional Areva tuvo que cambiar su nombre un año después debido a la exposición de una trama de corrupción de gran alcance, en la cual estaban involucrados bancos, testaferros, yihadistas, países y grandes sumas de dinero que se movían constantemente. Areva/Orano y la empresa pública nigerina Sopamin (Sociedad Patrimonial de Minas de Niger) eran los actores principales en este caso.

Areva/Orano afirmó que su actividad consistía en especular con el precio del uranio en el mercado global, comprando y vendiendo para aprovechar las fluctuaciones de precios. A cambio de una parte de las ganancias obtenidas, entregaban beneficios a Sopamin. Estas transacciones a corto plazo generaban dividendos favorables para todos los involucrados. Sin embargo, la versión proporcionada por la multinacional francesa no es precisa. Al igual que Lafarge en Siria, como se ha explicado en entradas anteriores, Areva/Orano también estaba financiando a Al-Qaeda mediante sus operaciones con uranio en el mercado internacional.

En septiembre de 2010, siete trabajadores de las minas de Areva/Orano y Sogea-Satom fueron secuestrados en Arlit por Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). En febrero del año siguiente, Jean-Marc Gadoullet, un coronel del espionaje francés (DGSE, Dirección General de Seguridad Exterior), a través de su empresa privada llamada OPOS (Operaciones y Organizaciones Especiales), recibió una primera parte del rescate de aproximadamente 13,5 millones de euros entregados por Areva/Orano y logró la liberación de tres de los rehenes.

El sicario Issufu, contratado por el entonces presidente francés Sarkozy, fue utilizado para liberar a los demás, obteniendo su parte del negocio. Las pérdidas de la multinacional se compensaron mediante operaciones especulativas de uranio en el mercado internacional y la renegociación de los contratos de adjudicación de las minas con el gobierno de Issufu en julio. Los secuestradores recibieron aproximadamente 17,6 millones de dólares, utilizando la clave T3 en los documentos, mientras que Issufu personalmente se benefició de los secuestros. Él recibió una mordida de 2,6 millones de dólares, que fueron cobrados en un banco ubicado en Dubai. Sin embargo, él no fue el único ni el más importante, ya que el objetivo de Francia era llevar a Al-Qaeda a Níger y al conjunto de los países del Sahel africano, donde siguen establecidos muchos años después.

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