OPINIÓN

Los torpes movimientos mentales

Jesús Antonio Fernández Olmedo | Lunes 24 de octubre de 2022

La Iglesia siempre ha estado a la espera, callada, de ciertos fenómenos de cambio que como de vez en cuando se dan en las sociedades, y cuando algo cambia, ella se apunta a eso.



Podemos deducir que ella es un invento de algunos hombres que ha ido funcionando como droga para el pueblo y bueno, ya estamos en otras drogas que campean por avenidas oscuras.

¿Qué programa es mejor que el mensaje de paz a los hombres como el de la Navidad? ¿Revolucionario Jesús? El mayor, quizás no haya habido alguien con esa capacidad, ese no miedo a la muerte, ese que removió y trastocó y dejó desconcertado a los hombres de aquella época. Él no inventó la Iglesia ni esos seguros de vida, ni clavos ardiendo.

¿Qué pasa hoy con las religiones? Que sólo les queda el dinero, todo lo que han hecho es promover guerras y acaparar poder, prestigio y propiedades.

Algunos dentro de ella han creado cosas fuera de las pretensiones de estos carcas pero puede que la mayoría hayan apoyado la violencia.

Todos conocemos la historia y no debemos olvidar las masacres que vinieron después de Cristóbal Colón en nombre de Dios o más cercanamente los vínculos del nazismo con el Vaticano.

Hoy solo les queda, en su soledad podrida, apartada totalmente del mensaje de Jesús, acciones en multinacionales aunque ella es la multinacional más antigua del globo.

¿Qué es la Semana Santa entonces hoy? Se ha convertido en una superstición. Puede que el ser humano sea muy ingenuo o bien que todavía no haya comprendido muchas cosas.

Las culturas viejas son realmente más supersticiosas como España por decir un ejemplo. El clima de la ciudad mundialmente conocida como es Sevilla y hasta su cielo es sufridor y agacha la cabeza, no la levanta a veces sino un pequeño palmo por encima un centímetro.

Siente ira, quiere imponer, quiere recibir pero no quiera dar y si te da lo hace con la mano torcida.

Quizás Sevilla no sea tan bonita, porque no es espléndida, está pálida y escondida entre multitudes y legiones de turistas que solo tienen vista.

Una vida inservible que solo mira a una luna Sevillana que nadie hace lo que le da la gana.

Se han metido las religiones en el bolsillo, es decir, ahí la tengo, quedo bien con otros, pero no se utiliza ni mucho menos se practica.

Probablemente, Jesús utilizó no la novena parte de su corteza cerebral sino que llegó al 90 o 100%.

Sinceramente creo que los que hoy los hay que condenar son los condenadores. Hay muchos que están también en las altas instancias y que se lavan las manos, quizás las mayoría.

Los barrabás de hoy son los aprovechados, los que fueron condenados y son posteriormente liberados y de repente le dan la vuelta a la tortilla que aparecen como grandes craks y la plebe los aplaude.

Tenemos muchas formas hoy los humanos de empezar a ser religiosos apartando un poco esa palabra de nuestra cabeza ya que está muy manipulada, comenzando por intentar hacer una breve introspección en nosotros mismos y pensar un poco, solo un poco, pero claro hay que hacer un esfuerzo y dejar los dispositivos tecnológicos al lado y ver que queremos aportar en vida y hacer algo coherente entre este momento de caos porque salir de aquí está en nuestras manos, en cada uno de nosotros y de cada uno depende el cambio.

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