OPINIÓN

La historia de un español en Alemania

Un español en Alemania

Jose Mateos Mariscal | Sábado 23 de julio de 2022
Un ser que existe y al mismo tiempo no existe. Su nombre: Nadie.

¡Y vaya suerte la mía de haberme encontrado en la vida con más personas locas que con cuerdas! Suerte porque siempre es mejor encontrarse con alguien que con nadie, y mala suerte porque un nadie me consideran ellas al no poder identificarse conmigo debido a mi supuesta locura. Para los que a sí mismos se consideran cuerdos, en este mundo realmente loco, soy yo simplemente un loco más y, por lo tanto, para ellos también, un nadie.

Cansado de ser para todos un nadie, entonces, le dije esta tarde a mi sombra que dejara de perseguirme, a mi espejo que dejara de reflejarme y a mis recuerdos que dejaran de seguir afirmando que yo, como todos, tengo también una historia de inmigrante y que, por tal razón, como lo demuestra también mi sombra y mi imagen, soy alguien.

No me escucharon, sin embargo, me siguen persiguiendo por todos lados y debería estar alegre por eso, pero no lo estoy; porque tanto los locos y los cuerdos siguen, al mismo tiempo, huyendo de mí; lo cual debería alegrarme porque no es nada agradable estar en permanente peligro.

Tan peligroso es estar, en este mundo realmente loco, tanto entre locos como entre cuerdos; y sin embargo preferiría eso, pienso como inmigrante, cansado de continuar, contemplando y besando, mi propia soledad reflejada en el espejo; mientras mi propia sombra ríe y mis recuerdos lloran.

Muchos de quienes emigran de España a Alemania piensan en regresar

Dice un estudio reciente que más que una “fuga de cerebros” hay una circulacion mundial de jóvenes altamente cualificados.

“Ya estaba fastidiado de Madrid”, dice Florian Blanco Pérez vía telefónica desde Berlín (Alemania). Ahí vive el graduado en literatura desde 2013. Para él, la situación laboral en la capital Española era difícil y había demasiada competencia. “Había muchos como yo y todos teníamos las mismas ideas”, recuerda el hombre de 35 años. Así, fue presa de la insatisfacción, y luego, de la depresión.

Blanco Pérez pensó primero en irse a Argentina por el idioma. En la carrera cursó la especialidad de Estudios Latinoamericanos. Pero luego conoció a su pareja en Málaga: un Alemán con el cual decidió emigrar en diciembre de 2013. Fue uno de los 140.000 españoles que ese año salieron del país.

Su perfil se parece a los que se describe en un estudio elaborado por el Consejo de Expertos de la Fundación para la Migración y la Integración, en el documento se menciona las principales causas que impulsan la emigración: insatisfacción con el trabajo y la vida en España, así como curiosidad por conocer nuevas experiencias. La vida en pareja es otra de las circunstancias que llevan a muchos españoles a tomar la decisión de salir del país.

“No son fracasados”

De acuerdo con el sondeo, los ingresos de los españoles emigrados cambia positivamente al salir del país. Dos tercios de los encuestados en Alemania admiten que su poder adquisitivo es mejor, o incluso mucho mejor, del que tenían en España. Sólo el 13 por ciento de los participantes mencionó que sus ingresos disminuyeron al emigrar. En cambio, la vida social sufrió un retroceso al perderse el contacto con amigos y conocidos debido al cambio de lugar de residencia. Lo contrario sucede con los que regresan a España: hay menos dinero, pero más amistades.

Tanto la emigración como la repatriación han ido creciendo de manera continua con los años. Esto es reflejo de una mayor movilidad a nivel internacional, dicen los científicos. También hay signos de una “fuga de cerebros”: se registra una salida continua de personal altamente cualificado de Españoles, “pero su salida tiene un carácter temporal”.

El ansiado regreso

Casi el 41 por ciento de los españoles que viven en el exterior manifiestan el deseo de regresar alguna vez a España. Un tercio desea permanecer en su país de destino, y una cuarta parte se manifiesta indecisa.

Desde el punto de vista financiero, a Florian Blanco Pérez no le va mucho mejor en Alemania que en España. Pero por lo menos se siente útil. En España tenía un empleo fijo en una ONG para Discapacitados, donde hacía trabajo de promoción. También realizaba otras labores de relaciones públicas, pero luchaba contra la depresión.

En Alemania trabaja en los preparativos del Festival de Cine Documental de Berlín, y en internet publica un blog. “Aquí tiene sentido publicar un blog”, dice. En los medios se transmite una imagen falsa de la crisis europea, afirma el emigrado. El bloqueo creativo que sufrió en Madrid ha quedado atrás.

Sin embargo, el estudio revela que 40 por ciento de los repatriados mencionaron el mismo motivo para regresar a España que para emigrar: la insatisfacción. Blanco Pérez no sabe si se quedará definitivamente en Alemania. Pero no piensa en regresar a España. Antes probaría suerte en otra parte del mundo, porque “un impulso siempre me llevó a salir”.

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