CRISIS POLITICA

Legitimación democrática de la judicatura

Nicolás Poveda | Viernes 01 de octubre de 2021
Como consecuencia de mi ultima nota sobre la independencia del poder judicial, y del papel que el Parlamento, como sede del poder legislativo del Estado, debía tener en la designación de los miembros del órgano supremo de los jueces el Consejo General del Poder Judicial, se han entendido mis palabras por algunos al revés, y por eso creo que merece una definitiva aclaración.

Es evidente y nadie lo niega que el primer poder del Estado, solo en su gestación, ya que son los tres, Legislativo, Ejecutivo y Judicial iguales en potencia, el primer poder, ya que deriva de unas elecciones realizadas por el pueblo soberano, es el Legislativo, si bien tal elección es indirecta, puesto que el pueblo no elige a quien desea, sino que elige entre las listas que han confeccionado los órganos electorales de los partidos políticos, siendo estos órganos quienes dicen los que proponen quienes van a ser diputados o senadores, no teniendo capacidad el ciudadano de tachar al votar a ninguno de los que constan en la papeleta de voto, por lo que es evidente que no existe una elección pura, sino diferida al criterio de los partidos.

El Legislativo elegido de tal forma, elige a su vez al ejecutivo, propuesto por los partidos, quien elige a su libre albedrio los ministros que le acompañaran en el gobierno, es decir que también se produce una elección indirecta por el pueblo soberano.

En cuanto al poder judicial, es correcto que los jueces eligen un numero de candidatos de los que el legislativo elige a quienes considera, además de elegir a otros miembros del CGPJ, por diversas razones ajenas incluso al mundo judicial. Es evidente que tal designación legitima democráticamente al CGPJ, pero esto no es verdad en modo alguno.

El órgano de dirección del poder judicial que debe ser independiente como lo son los otros dos poderes del Estado, no puede permitirse la interferencia del nombramiento de algunos de sus miembros por otros poderes, siendo ajenos al mundo judicial, pero tampoco puede permitirse que los demás poderes elijan a los miembros del CGPJ que pertenecen a la carrera judicial, alegando la necesidad de una legitimación democrática de los nombramientos que como hemos dicho es indirecta.

Lo que la Unión Europea, frente al parecer de algunos políticos españoles, es que la elección sea directa por los jueces, es decir que sea la magistratura quien elija a los miembros del C.G.P.J. Pero entonces se vuelve por los críticos a la mal llamada legitimación democrática.

Este parecer de la U.E. no solo afecta a que la totalidad de los miembros del CGPJ sean jueces, sin interferencias de otros colectivos, sino que además los elegidos lo sean parlamentariamente, y ello puede ser fácilmente asumible, ya que como sucede en otros países por ejemplo USA, los jueces proponen y el Congreso y el Senado en comisión aprueban o no el nombramiento, no significa que los elijan ellos, sino que los aprueban, pero la elección de quien es presentado para tal acto, corresponde a los jueces.

Este es un sistema que podría realizarse en nuestro país, sin merma de ninguna clase de poder soberano, y se conseguiría una doble legitimación. El Poder Judicial seria ejercitado por los que tienen como misión la de velar por la aplicación del Derecho en Justicia y el parlamento intervendría en su nombramiento, aprobando o denegando su designación, pero en ningún caso designando el legislativo o el ejecutivo quienes sean los posibles elegidos.

Creo que con esto aclaro la posición que con otros muchos miembros de la Carrera Judicial en activo o en jubilación, sostenemos en aras de, por un lado aportar una idea sobre el tema y solventar la prórroga constante del Consejo actual, al que el ejecutivo únicamente trata para quitarle poder, como sucede en el caso de las designaciones de Presidentes de Audiencia o de otros órganos, sin conocer realmente el poco peso específico que generan tales cargos, si bien aparentemente, situación a la que son muy proclives los actuales mandatarios políticos, parece que hacen algo, aun cuando ese algo únicamente sea descabezar Tribunales para dilatar aun mas las numerosas causas en las que están inmersos, incluso de carácter penal.

Esta es nuestra opinión, basada en mas de 30 años de ejercicio judicial y mas de 50 de trato con los juzgados, y de contrapesar las opini9ones de mis compañeros, en activo o jubilados, que ofrecemos a fin de que solventar una papeleta que no parece tener mas que un final pretendido, la de elegir a los jueces afines para atemperar las resoluciones que les afecten.

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