OPINIÓN

El estado del estado (114): La verdad (XXXIX)

Carlos González | Viernes 13 de agosto de 2021
Hemos de estudiar aparte, con mucha profundidad, el principio de Conducción o, también denominado, de los Acumuladores de dolor. Yony hace mucho hincapié en él, porque debemos saber claramente qué es lo que en realidad nos conduce en nuestra toma de decisiones, y provoca, sin lugar a dudas, que nos inclinemos por uno u otro camino.

¿Cuál es el único elemento que determina nuestra toma de decisiones? La respuesta es clara y directa: El Dolor.

Desde el primer principio de los tiempos, cuando una Célula Eucariota reaccionó ante un estímulo, solo lo hizo antes dos cosas, la luz, y, sobre todo, El Calor. Por ello la oscuridad y el frio, mejor dicho, la ausencia de calor, le llevaba a sentir estimulación para buscar la mejor temperatura posible. Esto creó sus órganos de información, que derivaron en el sistema nervioso de cualquier ser vivo –se sabe que los árboles reaccionan a los incendios y las sequías- los cuales le informan, a través de lo que llamamos, Dolor, de cuáles son sus límites infranqueables. A través de qué nuevos pasos, si sigue por ese camino, puede ser destruido.

Visto así, ¿el dolor es malo? No. Todo lo contrario, el dolor es buenísimo. ¿Por qué? Porque es el que nos informa, para nuestro bien, para nuestra pervivencia, donde se inicia el camino que puede llevarnos a perder un brazo, una pierna, o la propia vida. El Dolor es la alarma que rápidamente nos dice, ¡No!, por ahí, ¡No!

Visto ahora, desde nuestra consciencia, desde el gran cúmulo de conocimientos que ya disponemos en los distintos soportes de almacenamiento, ya es fácil ver que un ser vivo -el ser humano es exactamente igual que cualquier otro animal- adopta sus decisiones en función a ese dolor recibido. Donde recibe dolor se aparta, donde no hay dolor, y más si hay estímulos placenteros en su cerebro, repite esa acción y puede incluso almacenarla en su memoria y buscarla –la sensación de aplacar la sed o el hambre-. Pero lo importante es que si no se dispone de esos conocimientos lo que ha hecho la humanidad y lo que hacemos todos es, Inconscientemente, adoptar nuestras decisiones en función al dolor recibido. Buscaremos constantemente lo placentero y huiremos de lo que nos hiere. Visto así comprendemos porqué la humanidad ha avanzado por unos derroteros y procuró evitar otros. Toda la conducción hasta este momento se ha hecho única y exclusivamente evitando el dolor y buscando el placer.

Huelga decir que ese dolor es primeramente físico, la pierna, el golpe en cualquier parte, el pinchazo, pero la cultura no es más que la acumulación de los Dolores Psíquicos. Son las experiencias vividas por ese GSO y las situaciones desastrosas a las que le ha llevado. A través de los conocimientos trasmitidos como cultura se trata de evitar esos dolores, por eso se nos dice: Ahorra, No busque gresca, ama a tu vecino… No desearás la mujer del prójimo…

Quizá podamos afirmar, con poco margen de error, que toda la educación recibida de los familiares y profesores, y la propia formación específica de cualquier materia impartida por los mejores catedráticos, no es más que el resumen de lo que nos causa dolor y lo que nos procura placer. Basta mirar la labor de un buen arquitecto, ¿Qué nos causa placer?, Que la casa no se caiga, y que sea útil y agradable a la estética. ¿Qué nos causa dolor? Que se caiga, mate a alguien, que nos quedemos sin protección frente a los elementos, que quede torcida y fea. ¿Y con un médico? Que no nos cause el dolor de perder la vida, el propio dolor de una mala reparación ósea, o que nuestro querido familiar sufra o perezca.

Esos dolores psíquicos, que quedaron en el recuerdo, quizá son los que mejor ilustran toda nuestra cultura de cualquier materia, principalmente en el mundo del arte. ¿No han quedado en los mejores cuadros y esculturas los mayores dolores de la humanidad? ¿Y el placer del triunfo?. ¿No dice eso el David, de Miguel Ángel, o el Grito de, Munch? ¿Y los cuadros de nuestro admirado, Goya?

Por otra parte, la Literatura y el mundo de las mejores obras de Filosofía, ¿No son un análisis del triunfo y sobre todo, de lo que nos hiere y perjudica, del Dolor?

La reflexión fundamental, dice Yony, es que los humanos hemos construido todas las religiones e ideologías basadas, única y exclusivamente, en el Dolor y el Placer. ¿No es el Infierno el sumun del dolor? ¿Y el Paraíso, todos, desde el Nirvana a Odín y sus borracheras, pasando por el cielo de Judíos, Cristianos y Musulmanes, no son lo máximo del mundo placentero? Y los Marxistas, ¿No es acaso el Estado ideal el alcance de todos los placeres? Y el Dolor, ¿No es acaso el mundo caótico si no se cumplen las tesis de Marx?

Reflexionemos

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