OPINIÓN

Para el fútbol, no hay santas pelotas

Domingo 10 de mayo de 2015
¿Vivimos los españoles en una auténtica democracia? La igualdad verdadera comporta el absoluto respeto mutuo de los derechos de todos los ciudadanos. Y aquí, no creo sinceramente que se dé el caso.

Un ejemplo sobre lo que digo no requiere una sesuda reflexión de filosofía política. Puede ser, literalmente, más pedestre:

La tarde del sábado, los alrededores del Bernabéu -llenos de bocas de metro- volvían a ser invadidos por los forofos del futbol. Conducción peligrosa. Aficionados que cruzan a lo loco la Castellana porque llegan tarde. Coches y autocares “tirados” en cualquier sitio, en el que otro día actuaría la grúa, y en tiple fila. Colapso. Además de suciedad y follón…

A mí no me apasiona el futbol, aunque respeto el derecho de otros ciudadanos de ir a ver a 22 señores en calzón patalear una pelota sobre un pasto. Pero no a costa de cualquier cosa, especialmente de molestar al pobre que sale con el coche de trabajar a esa hora, o al que intenta llegar o aparcar en su casa por la zona.

Menos decente parece aún que sea la propia Policía Municipal la que solícitamente ampare a los primeros y entorpezca a los segundos, por ejemplo cortando la circulación. ¿Por qué los futboleros tienen más derechos que quienes intentan llegar a un concierto en el Auditorio o a la ópera en el Real?

De verdad se lo digo; a mí me convencería mucho el candidato que planteara en su programa para las municipales una campaña institucional continuada animando a los ciudadanos a ser más responsables y menos egoístas en la utilización del coche. Especialmente para ir a asuntos festivos. Eso sí, me convencería más el que propugnara sacar los grandes estadios de futbol del centro de las ciudades… aunque no creo que haya santas pelotas.

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