OPINIÓN

Ante la plandemia, solo queda desobedecer y levantarse…si no, seremos aplastados

Luys Coleto | Viernes 14 de mayo de 2021

La cosa irá de la siguiente manera. Transcurridos los próximos meses, cada vez más chutes transgénicos, se aparentará calma. La penosa metáfora de la luz al final del tunel. Pero ya les advierto: el infierno se acerca, y la muerte con él.

Aflojarán la tortura hasta otoño…y luego vuelta a empezar

Los terroristas medios de infoxicación, controlados por los servicios secretos, rebuznarán que los casos y las muertes provocadas por la inexistente pandemia - como falso falsísimo es el SARS-CoV-2 se están reduciendo.

Y, tras ello, el permiso para para moverse, aunque apoyado con cautela por el diabólico Gran Leviatán, se incrementará ligeramente. Pero sólo temporalmente. Muy temporalmente. Como el pasado verano, aflojarán momentáneamente los peores horrores de la tortura psicológica que llevamos quince meses padeciendo.

A los matarratas transgénicos, obviamente, se les atribuirá el mérito de "ralentizar la propagación", pero, por supuesto, esto es tan solo burda patraña, a fuer de patética cortina de humo. Es la calma que precede a la tormenta, gran tempestad en ciernes. Las inyecciones tóxicas falazmente denominadas vacunas causarán un gran número de muertes en un futuro cercano: su propósito siempre fue genocida.

Y cuando arribe el otoño, incluso antes, la cifra de muertes debido a la naturaleza muy tóxica y deliberadamente homicida de todos los pinchazos covid apagará los sistemas inmunitarios de decenas de millones de personas de manera absolutamente irreversible, originando daños irreparables.

Masacre provocada por las vacunas y disturbios en las calles

En ese momento, cuando las muertes se incrementen espectacularmente, se culpará, no lo duden, siempre lo mismo, a otra cepa de este inexistente "virus". Cuando esto ocurra, se promocionarán nuevas inyecciones, todavía más letales, y el ciclo será interminable. Sísifo en lontananza. Eterno retorno de lo idéntico. O eterno retorno de lo diferente, aguda e ingeniosa variación deleuziana del abismo nietzscheano

…Inacabable déjà vu, por venir. Salvajes disturbios, violencia promovida y apoyada políticamente, pillajes y saqueos y asaltos permitidos se convertirán en algo cotidiano y “normal”, aterradora devastación teledirigida. Esto conducirá a más cierres y más liberticidas medidas. Los actuales sistemas financieros y monetarios deben colapsar. El Estado será explícitamente policial. Y militar. El control total del pueblo es el objetivo.

El control de las propiedades y de las personas, se producirá la digitalización de todo –incluido parné y plurales transacciones monetarias - así como el despótico y absoluto control de todas las necesidades vitales, desde los alimentos y la energía pasando por el agua. Control total. Esto requiere “empezar de nuevo”, gran reinicio, eufemística jerigonza tan élite. Reestructurar completamente todos los aspectos de la existencia. Nos encontramos ante un órdago a la grande de las satánicas élites genocidas. Y debemos resistir. No queda otra.

Desobedecer y levantarse…si no seremos absolutamente destrozados

Lo repetiré cuantas veces sea necesario, aunque resulte algo agotador decir lo mismo una y otra vez: la única solución viable a nuestra actual situación es la unidad en la insumisión, persistente y masiva. La negativa a aceptar cualquier orden y mandato que provenga de ese mafioso cártel criminal innominado Estado. Y para comenzar, un ejemplo: el puto bozal a quemarlo…

Hacer daño donde les duela de verdad: objeción fiscal, evidentísimo ejemplo. Es la única estrategia que puede destruir a los autores de este fraude plandémico sin disparar un solo tiro ni recurrir a la violencia extrema que sólo conduciría, tarde o temprano, a la muerte, la destrucción, la derrota.

Y, por supuesto, no votar, no participar en sus criminosas farsas, legitimando al final todo el horror patibulario. Por simple que parezca, es la respuesta más poderosa y eficaz posible: evitar cualquier esfuerzo por someterse a los demás o participar en la idiotez colectiva. Desobedecer leyes o normas injustas, en mi caso, deber, necesidad, exigencia. Levantarse, pues, y enfrentar la adversidad como libérrimo hombre o dejarse sumergir por insondables océanos de ignorancia colectiva y demencia totalitaria. Las dos únicas opciones, no hay más. Ante la tiranía covid, insurrección. No botellón…

…Y toca escoger cuanto antes. Y lo dicho: veamos quién es más fuerte. Y mejor. Yo, sin duda. Y usted, si quiere. En fin.


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