CLAVES

Campaña contra Discovery Salud y José Antonio Campoy

Joaquín ABAD | Miércoles 30 de diciembre de 2020
Dada la campaña orquestada contra la revista Discovery Salud y su director, José Antonio Campoy, reproducimos en su totalidad la información sobre ello que la propia publicación ha realizado, además de solidarizarnos contra ese ataque a la libertad de información que desde que el gobierno de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez llegó a la Moncloa están sufriendo las publicaciones que no se pliegan al pensamiento único:

Las informaciones de Discovery DSALUD molestan ya tanto al no poder ser rebatidas que se ha optado por intentar desprestigiar de nuevo tanto la revista como a nuestro director mezclando verdades, medias verdades, elucubraciones, falsedades y puras invenciones. Algo que ya ha denunciado él mismo en la docena de entrevistas que lleva concedidas y pueden visualizarse en Internet.

El lunes 21 de diciembre El Confidencial publicó un texto firmado por C. Otto titulado El negocio de ser negacionista del covid o la quimio: este español factura 475.000 € al año refiriéndose a nuestro director. Es evidente que se trata de un título falaz porque él mismo reconoce luego -contradiciéndose- que esa cantidad es lo que factura -no lo que gana- la empresa propiedad de Discovery DSALUD admitiendo que en 2019 ésta tuvo unas pérdidas de 77.702 euros. Añade luego que el patrimonio de la editora es de ¡1,03 millones de euros! lo que es radicalmente mentira habiéndose inventado el dato. Afirma también que nuestro director es administrador de Proyectos Editoriales J&C S.L, de Quick Cards S.L. y del Instituto de Estudios de los Nuevos Paradigmas pero obvia explicar que ninguna de ellas tiene actividad desde hace 20 años. Afirma igualmente que niega la existencia del ébola lo que es manifiestamente falso. Y para terminar asevera que se «enriquece» vendiendo libros (solo tres por cierto y ninguno de ellos sobre la «pandemia»). ¡Qué horror! ¡Vaya delito!

Esa misma tarde el programa Todo es Mentira de La Cuatro emitió un reportaje haciéndose eco de ello pero en su caso omitiendo las pérdidas de la empresa y no aclarando que el titular de El Confidencial no se corresponde con su contenido y el autor tergiversó los datos mintiendo descaradamente. De hecho el programa intentó hacer creer a los telespectadores que Jose Antonio Campoy se enriquece con el «negacionismo» omitiendo que el dinero que se le atribuye en la «noticia» como ganancia anual propia -475.000 euros- corresponde en realidad a la facturación de toda la empresa… que encima tuvo pérdidas.

Es más, volvieron a confundir en sus comentarios el dióxido de cloro con la lejía (hipoclorito sódico) en una inusitada demostración de ignorancia. ¡Eso es profesionalidad, rigor y objetividad!

El miércoles de la semana anterior -el día 9- nuestro director fue «asaltado» en la calle -a la puerta de la revista- por una periodista y un cámara de La Sexta que trabajan en Equipo de Investigación abordándole de forma impertinente con afirmaciones manifiestamente falsas. Al no haberse emitido no vamos a comentar de momento nada más de lo sucedido.

Recordemos que unas semanas antes -el 2 de noviembre- los telediarios de mediodía y tarde de TVE dieron una noticia sobre incidentes callejeros acaecidos en distintas ciudades españolas en las que un entrevistado achacaba su autoría a “los negacionistas», «al lobby de .los productos naturales» y a «grupos de ultraderecha» mientras “ilustraba” sus afirmaciones con imágenes de algunas de nuestras portadas –sin citarnos- a fin de dar la impresión de que estábamos detrás de ellos cuando es rotundamente falso. Jamás hemos convocado a nadie a manifestación alguna ni pertenecemos a colectivo que lo haya hecho. Ni a través de la revista, ni de la web, ni de Facebook, ni de Whatsapp, ni de ningún otro medio.

Cabe añadir que el verano pasado RTVE Verifica tuvo la desfachatez y la falta de ética de calificar como falsa la información que en el pasado número de la revista publicamos con el título Las cifras de muertos no demuestran que haya habido una pandemia pero lo cierto es que no se refutó ni uno solo de los datos o informaciones publicadas. Se limitó a intentar desprestigiar a nuestro director.

Es evidente que tal campaña de desprestigio se ha orquestado para que nuestras advertencias sobre las vacunas y la farsa de la pandemia no sean creídas. Todo indica pues que los ataques van a arreciar ya que, paralelamente, hay personas presionando a nuestros anunciantes para que dejen de publicitarse y además se dedican desde hace varias semanas a llamar a los miembros de nuestro Consejo Asesor para que se den de baja. Y a todo ello se unen las censuras a las que nos empiezan a someter los grandes grupos tecnológicos; de hecho se han retirado de Internet varios de los videos en los que nuestro director da su opinión sobre la Covid-19.

Nos tememos pues que todo esto no ha hecho más que empezar. Veremos hasta dónde llega el juego sucio y la falta de ética de quienes han organizado esta campaña de desprestigio en la que ya participaron en ocasiones anteriores otros medios de comunicación.

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