OPINIÓN

Artur Mas se gastó el dinero de las farmacias en propaganda secesionista

Joaquín ABAD | Domingo 01 de noviembre de 2015
Ya lo saben. Las farmacias no van a cobrar el dinero que les debe la Generalidad de Cataluña hasta el verano del año que viene. Así se lo ha comunicado el Servicio Catalán de Salud al Consejo del Colegio de Farmacéuticos.

Casi nada. Y es que dicen que se les ha acabado el dinero y esperan recibir del famoso FLA del Estado español.

Porque imagino que los 330 millones que corresponden a las facturas de julio, agosto y setiembre, y que al ritmo actual y según anuncian, cobrarán, a lo mejor, en junio o julio o agosto de 2016, el gobierno de Artur Más se lo ha merendado en propaganda para llegar a donde estamos.

Por si no lo saben, todos los periódicos catalanes, los que siguen al dictado las consignas secesionistas de la Generalitat, han cobrado millones por la propaganda institucional a favor de las tesis de ArturMas y sus acólitos.

En Cataluña, diarios, emisoras de radio y teles, todas, como una piña con la secesión, porque para eso son regados con cientos de millones que van a La Vanguardia, al Periódico de Cataluña, al Avui…

Tenemos una sociedad, también una burguesía, anestesiada que consiente que unos gobernantes roben el tres por ciento sin que se les caiga la cara de vergüenza y que, además, se pongan al dictado de los anti-sistema para llevar a Cataluña a un camino sin retorno.

El interés, o la necesidad, de que los tribunales de Madrid, la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo, el Constitucional, no les ponga entre rejas han guiado las últimas reivindicaciones de los Pujol, Mas, CDC, y están acelerando la secesión porque no quieren que sus robos sean juzgados por tribunales que no sean catalanes.

Los jueces y fiscales catalanes, la mayoría, no se atreverían, no se atreven a encarcelar a la banda de ladrones que llevan gobernando Cataluña desde hace treinta años.

Y es que la burguesía catalana, la rancia, estaba encantada con pagar el tres por ciento a los Pujol y que las obras, los chollos, les fueran siempre a los mismos.

No había que dar la oportunidad a que otros entraran en el reparto del pastel. Y ahora, claro, pretenden que tras la independencia se les premie.

Desconozco cuantos funcionarios catalanes están de acuerdo con la desconexión de España. Imagino que casi la mitad, según se desprende de los resultados de las elecciones del pasado 27 de septiembre.

A lo mejor esos 370.000 funcionarios a los que Meritxell Borrás ya les ha comunicado que no cobrarán la devolución de la paga extra que se les quitó en el 2012, están pensando que con la independencia mejorarán su status.

Van listos. La Generalidad necesita muchos millones, cientos, quizá miles, en mantener la propaganda secesionista. Porque hay que gastar mucho en televisión, en prensa y en radio, y en convencer a políticos extranjeros para que se sumen al experimento. Son muchos los sobornos.

Ya saben, las farmacias, los funcionarios, tendrán que apretarse el cinturón. Todo por la patria catalana. Todo por la independencia y la República Catalana.

Y mientras, nuestros políticos de Madrid, con Rajoy, con Soraya, con Pedro Sánchez, con Rivera haciendo amagos de que van a aplicar la ley.

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