OPINIÓN

El estado del estado (65): El problema de Occidente (IV)

Carlos González | Jueves 19 de noviembre de 2020
Informa Yony a su mundo que, según su criterio, aún no estamos muy acostumbrados a usar a Aristóteles para abordar los problemas, y menos aún los sociales.

Que preferimos hacerlo con los libros del Génesis, el Éxodo, o el del Apocalipsis, es decir, Mitos y motivaciones espirituales, y hablar de ensoñaciones que en la realidad no entiende nadie. Al público le va bien porque así cada uno cree que es más libre porque no hay criterios claros, y, todo vale. A los poderosos les va mejor porque en nombre de la “Pobreza” siempre han podido –y pueden- vivir en los mejores palacios y casas, y con esos conceptos totalmente ambiguos pueden hablar de “Castidad”, y acostarse con lo mejor del momento.

Pero si aplicamos los conocimientos que con el método científico hemos acumulado acerca de cómo nos comportamos los seres humanos, el análisis se hace mucho más claro: El problema de Occidente es que está cambiando de Liderazgo. El viejo Dios-Rey ha muerto y estamos en el impase en que debemos acomodarnos total y estrictamente al nuevo.

Claro está, que como dijo un gran pensador, “Lo viejo no acaba de desaparecer y lo nuevo no termina de implantarse”.

Aplicado al caso concreto significa que Occidente, que fue liderado desde su nacimiento –Carlomagno, año 800 D.C.- por el Judeo-Cristianismo, y así se forjó durante Mil años –año 1.779, con la Revolución francesa y la muerte del Dios-rey por la llegada intelectual de las Repúblicas y la Laicidad- debe comenzar a seguir y aplicar las estrictas normas del nuevo Liderazgo recuperado de Grecia y Roma, del Conocimiento y de la Ciencia: Que a los grupos sociales solo se les puede gobernar con un estado de Derecho, equilibrado socialmente, y con criterios científicos. Con una legitimación de los gobiernos en la elección de los ciudadanos, y con un estricto respeto a los conocimientos que la ciencia nos ha proporcionado en Medicina, limpieza de los mares, calentamiento climático, respeto ecológico, y no en las tonterías ideológicas que un lidercillo de turno quiera predicar para crear un grupito al que luego explotar y subyugar.

En fin, dice Yony que el problema de Occidente, si nos fijásemos en nuestra propia historia y aplicásemos conocimientos de la Sociología, ya fue resuelto hace 1.800 años. Se llama Panteón. ¿Qué significa esto? Terminado en el año 185 de nuestra Era, fue el símbolo exacto de lo que ahora está sucediendo en todo Occidente: Que cada uno le rece al Dios inventado –y en la mayoría de la veces absurdo- que cada pueblo o persona quiera. Que las “Creencias pertenecen al orden estrictamente interno de la persona o de un determinado colectivo, pero que la ley, las normas, las costumbre y los comportamientos sociales son públicos, y por ello han de someterse estrictamente a las leyes de estado –tal como ya Roma proclamó entonces- y que el ordenamiento de toda la convivencia pública, para que funcione bien, ha de hacerse con criterios técnicos y científicos respetando el mejor equilibrio social entre todos.

Todas esas normas han de estar basadas estrictamente en los mejores conocimientos de los que dispongamos de la Biología, la Sociología, la Psicología, el Derecho, La Política, y acerca de la Psicología social de los colectivos humanos. Hay una ciencia que los engloba a casi todos ellos, se llama, Psico-Biología.

El problema de Occidente se acaba de plantear, precisamente, en el lugar donde se destruyó el viejo Líder, en París. Ahora toca dos cosas: O defender el mundo antiguo y sus símbolos, y por ello reconstruir la catedral de Notre Dame, -con la ingente cantidad de dinero y recursos humanos que ello conlleva-, o destinar toda esa actividad al nuevo Líder, y con ese mismo dinero equilibrar socialmente las cuentas públicas y procurar que los jóvenes dispongan de nuevos empleos tecnológicos de calidad y bien remunerados.

En EEUU ni se lo plantean, aún votan a un tal Trump, que se fotografió con la biblia en la mano para combatir las manifestaciones antiracistas. Y en su moneda nacional, el billete de Dólar, uno de sus mayores símbolos, rige una inapelable frase impresa…”In Good we trust”.

El problema de Occidente es muy sencillo para Yony, “Debemos abandonar de una vez por todas al viejo Dios Judeo-Cristiano para adentrarnos de lleno en la Era del Conocimiento, que son Grecia y Roma. Regirnos por los mejores conocimientos de los que dispongamos de toda la actividad humana aplicando criterios técnicos”. Mientras no lo hagamos seguiremos con la rémora de los viejos Mitos.

Y al someternos de lleno al nuevo liderazgo seremos faro y guía de todos los seres humanos, absolutamente de todos los demás grupos humanos, no solo del propio Occidente, sino del Oriente, del Norte y del Sur…

Sobre el autor

Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El Sistema, y de reciente aparición Psicología de virtudes y pecados, de editorial, Letras de autor.

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