CRISIS POLITICA

Casado: "Lo que estamos viendo en esta segunda oleada es todo un ejemplo de deslealtad que no he visto en ningún país"

Carlos Pérez | Viernes 18 de septiembre de 2020
Pablo Casado ha clausurado las jornadas "Centras en Europa", organizadas por FAES, donde ha afirmado que "la ley de Salud Pública de 2011, que se encuentra en vigor, mandata taxativamente al Ministerio de Sanidad el mando único, y lo que estamos viendo en esa segunda oleada es todo un ejemplo de deslealtad que no he visto en ningún país del mundo".

El presidente del Partido Popular ha acusado al jefe del Ejecutivo de moverse solo en la propaganda y le exige que abandone “toda esperanza de acabar con la alternativa del PP”: “En solo una semana, la OCDE, el FMI, Eurostat, el Banco de España y Funcas han empeorado sus previsiones debido a la nefasta gestión del gobierno, que en vez de aceptar los pactos que le ofrece el PP se dedica a atacarle con un uso perverso de las instituciones del Estado”.

Por ello, advierte de que la Comisión Europea ha expuesto que no eran necesarios los PGE para la obtención de los fondos y desmentía así la campaña de presión al PP, mientras el Gobierno negocia las cuentas con separatistas y batasunos. Asegura además que esta crisis está haciendo estragos en los países con gobiernos más incompetentes, “con el de Sánchez a la cabeza de todas las estadísticas de destrucción económica y de empleo”.

“No se puede decir que se negocia un proyecto económico bueno para Europa, mientras se negocia un proyecto de destrucción para España”

El líder del PP señala que “recibir ayuda” de la UE es un fracaso y España no tiene por qué sentirse condenada a eso recurrentemente, “como si de una maldición” se tratara, explicando que esa relación de “dependencia y debilidad con respecto a Europa no la produce España, la produce la izquierda, y especialmente este socialismo, el de ahora, el que voluntariamente se ha puesto en manos de radicales, separatistas y populistas”.

Recuerda que el PP lleva “dos años ofreciendo al PSOE pactos de Estado al margen de sus socios comunistas, independentistas y batasunos, en las cuestiones que preocupan a los españoles y a nuestros socios europeos” y, por tanto, denuncia la contradicción en la que se encuentra el Gobierno que “pretende hacer cree que busca acuerdos europeístas con el PP, mientras desarrolla acuerdos antieuropeístas con sus socios reales”.

“Desprecia las propuestas de acuerdo que yo mismo le he hecho”

Destaca que el PP ha tendido la mano en la negociación de los fondos de ayuda europeos, propuestos por el PP y “defendidos por nuestras compañeras Merkel, Von Der Leyen y Lagarde”, y alerta del “claro deseo” del gobierno de aprovechar la crisis “para reformar la sociedad y no el Estado para que la sociedad sea menos libre”. “No me voy a sumar a esa apología del socialismo con motivo de la pandemia del coronavirus”.

“No se puede crear riqueza y empleo para un país mientras se destruye ese país. El coste de la no España, como el coste de la no Europa, se mide también en desempleo, familias quebradas, oportunidades perdidas, jóvenes sin esperanza, desigualdad y pobreza”, subraya.

Una encrucijada en clave 'nacional'

Argumenta que “hoy estamos otra vez ante una encrucijada nacional: permanecer como miembros activos e importantes del proyecto europeo o volver a convertirnos en un problema, ser irrelevantes en la toma de decisiones y dependientes económica y políticamente”.

“España es más; España puede y debe hacer más; España sabe y quiere hacer mucho más que acudir a pedir ayuda después de cada fracaso socialista”

“Si el actual Gobierno de España esperase obtener en Bruselas el éxito que no encuentra aquí para sus maniobras de distracción y sus manipulaciones grotescas, se equivocaría gravemente. Dañaría a España y dañaría a Europa. Pero me temo que eso es exactamente lo que pretende”, lamenta, a la par que ensalza la “brillante historia europeísta” del PP, que permitió conducir a nuestro país a estar “por primera vez en la línea de salida” de la creación del euro, “la verdadera refundación de Europa”.

Casado apuesta por reformar el Estado para que sea “más ágil, más fuerte, pueda servir a una sociedad más libre, más justa, más activa y menos dependiente” y rechaza aceptar la “agenda contrarreformista que algunos pretenden imponer aprovechando el impacto de la crisis”.

“En el núcleo de nuestro sistema democrático está la palabra libertad, que nos convocó en 1978 y sobre la que se ha construido siempre la mejor experiencia política, económica y cívica de España y de toda Europa”, ha concluido.

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