La representante demócrata Joyce Beatty ha presentado una demanda para eliminar el nombre de Donald Trump del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, tras una controvertida votación del consejo que decidió renombrarlo como Trump-Kennedy Center. Beatty, quien fue silenciada durante la reunión donde se tomó la decisión, argumenta que el cambio de nombre es ilegal y requiere un acto del Congreso. La medida ha generado críticas significativas, especialmente en Washington D.C., donde el centro es visto como un memorial vivo al legado de Kennedy. La administración Trump defiende la renombración, afirmando que ha revitalizado el centro con importantes inversiones y mejoras.
La representante demócrata Joyce Beatty ha interpuesto una demanda con el objetivo de eliminar el nombre del expresidente Donald Trump del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas. Esta acción legal se produce tras la reciente decisión de la junta del centro, compuesta en su mayoría por aliados de Trump, que votó para renombrar el establecimiento como el Centro Trump-Kennedy.
Beatty, quien forma parte de los legisladores designados por ley para ser miembros de la junta, argumenta que este cambio de nombre es ilegal y sostiene que cualquier modificación requiere un «acto del Congreso». En su demanda, Beatty revela que intentó expresar su oposición durante la reunión sobre el cambio de nombre, pero fue silenciada.
La congresista defiende que el centro debería ser considerado un «memorial vivo» en honor al expresidente Kennedy. En sus palabras, describe la situación como «escenas más propias de regímenes autoritarios que de la república estadounidense», haciendo referencia a cómo se llevó a cabo el renombramiento por parte del presidente y sus leales.
Desde la Casa Blanca, un portavoz afirmó que Trump había «fortalecido» las finanzas del Kennedy Center y modernizado sus instalaciones. Según Liz Huston, este renombramiento representa un «movimiento histórico» que marca una nueva era para esta emblemática institución cultural estadounidense. El nuevo nombre fue añadido recientemente a la fachada del edificio y ahora también aparece en el logotipo del sitio web del centro.
El cambio de nombre ha suscitado críticas contundentes, especialmente en Washington D.C., donde el centro ha sido un símbolo icónico desde su inauguración y su dedicación al legado de Kennedy. La construcción del centro comenzó en los años 50 y fue nombrado en honor a Kennedy tras su asesinato en 1963.
Tras asumir la presidencia, Trump destituyó a varios miembros de la junta y los reemplazó por aliados cercanos, lo que resultó en su elección como presidente de la junta. Actualmente, 34 miembros han sido designados por Trump, mientras que 23 son nombramientos legales establecidos por el Congreso.
Miembros de la familia Kennedy han expresado su descontento en redes sociales respecto al cambio de nombre. Joe Kennedy III, exmiembro de la Cámara y sobrino nieto del fallecido presidente, enfatizó que el Centro Kennedy es un memorial viviente y no puede ser rebautizado arbitrariamente. Su comparación con monumentos históricos como el Lincoln Memorial subraya la gravedad con la que perciben esta decisión.
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Fondos congresionales asegurados por Trump | $257 millones |
| Número de miembros del consejo nombrados por Trump | 34 miembros |
| Número de miembros designados por ley | 23 miembros |