CLAVES

Un adolescente estadounidense permanece detenido en una prisión militar israelí mientras se liberan otros rehenes

Detención Israelí

OpenAI | Miércoles 22 de octubre de 2025

Un adolescente palestino-estadounidense de 16 años, Mohammed Ibrahim, se encuentra detenido en una prisión militar israelí desde hace ocho meses sin juicio. Su familia en Tampa, Florida, enfrenta un angustiante dilema mientras el gobierno estadounidense parece desatender su caso. Acusado de lanzar piedras, un testigo no lo identificó durante el juicio, pero sigue encarcelado en condiciones que organizaciones de derechos humanos califican como tortura. La salud de Mohammed se deteriora rápidamente y su familia clama por ayuda del gobierno de EE. UU., que ha mostrado inacción en comparación con otros casos de rehenes liberados recientemente. Este caso pone en evidencia la hipocresía de la política exterior estadounidense y plantea preguntas sobre la protección de sus ciudadanos en el extranjero.



La situación de un adolescente estadounidense en prisión militar israelí

La condición de ser ciudadano estadounidense en el extranjero plantea interrogantes sobre la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos en la protección de sus ciudadanos. Para una familia de Tampa, Florida, esta no es una cuestión teórica, sino un verdadero calvario diario. Mientras el mundo observa negociaciones de alto perfil para liberar rehenes, el caso de Mohammed Ibrahim, un adolescente palestino-estadounidense de 16 años, pone de relieve una preocupante doble moral en la política exterior estadounidense. Su prolongada detención en una prisión militar israelí, sin juicio y bajo condiciones que organizaciones de derechos humanos califican como tortura, plantea una inquietante pregunta: ¿por qué el gobierno de Estados Unidos falla en proteger a uno de sus propios ciudadanos mientras financia el sistema que lo mantiene cautivo?

Puntos clave:

  • Mohammed Ibrahim ha estado detenido durante ocho meses sin juicio.
  • Se le acusa de lanzar piedras, un cargo que él niega y que carece de pruebas sólidas.
  • Su salud se encuentra gravemente deteriorada, con pérdida significativa de peso y una infección por sarna.
  • Una creciente coalición en Estados Unidos exige su liberación ante la inacción de sus representantes estatales y del Departamento de Estado.
  • El caso resalta la disparidad entre los esfuerzos por liberar otros rehenes y la inercia burocrática que rodea a este niño estadounidense.

Un arresto nocturno y un sistema injusto

En febrero pasado, durante la noche, el hogar de la familia Ibrahim en Cisjordania fue asaltado por aproximadamente dos docenas de soldados israelíes. Mohammed, quien se encontraba en Palestina realizando una visita cultural con su familia, fue esposado y vendado. La acusación contra él era haber lanzado piedras a un automóvil, una imputación que ha negado constantemente. Durante las audiencias judiciales, sorprendentemente, el conductor del vehículo no pudo identificar a Mohammed ni a sus amigos como los supuestos culpables. A pesar de esta falta de evidencia contundente, Mohammed sigue recluido en la infame prisión militar Ofer, conocida por detener a palestinos, incluidos niños, frecuentemente sin el debido proceso.

Las condiciones a las que está sometido son claras violaciones del derecho internacional y principios básicos de humanidad. Su padre, Zaher Ibrahim, informa que Mohammed ha perdido alrededor del 25% de su peso corporal; ha pasado de 100 libras a un frágil 75. Solo le permiten una comida al día y tiene acceso a una ducha cada pocos días durante un minuto. Además, cuenta con solo diez minutos al aire libre. Duerme sobre un suelo de concreto, lo que le ha ocasionado lesiones en la espalda y ahora su piel está cubierta por una infección por sarna. Las autoridades penitenciarias utilizan su estado médico como pretexto para impedir visitas familiares, dejándolo aislado y sumiendo a su familia en una angustiante incertidumbre. “Cuando vas a comer te preguntas si tu hijo recibe algo para comer. Cuando te acuestas y pones tu cabeza sobre la almohada te preguntas si tu hijo tiene siquiera una almohada o una cama”, declaró Zaher Ibrahim a Middle East Eye.

El abandono estadounidense y el clamor paterno

La familia Ibrahim, ciudadanos estadounidenses residentes en Florida, ha agotado todas las vías posibles para solicitar ayuda a su gobierno. Han contactado a sus representantes congresionales, Mike Haridopolos y Kathy Castor; sin embargo, la comunicación se ha estancado. Se reunieron con el embajador estadounidense en Israel pero recibieron lo que Zaher califica como promesas vacías. Incluso la oficina del senador Marco Rubio asignó un trabajador social al caso pero no ha logrado resultados concretos; les han informado que “aún están esperando respuesta del gobierno israelí”. Esta parálisis burocrática contrasta drásticamente con el principio “América Primero” tan frecuentemente proclamado por los políticos. Zaher Ibrahim formula la dolorosa pregunta: “Tienes a un niño pequeño en prisión. ¿Dónde está tu América Primero?”

Dicha inercia se vuelve aún más evidente ante la reciente liberación de cientos de detenidos palestinos como parte de un acuerdo por alto al fuego; sin embargo, el nombre de Mohammed no figuraba en ninguna lista. Su familia y una creciente coalición de activistas temen que sin intervención inmediata pueda compartir el destino trágico de otros niños que han fallecido bajo custodia israelí. Esta coalición incluye veteranos y activistas del Global Sumud Flotilla quienes han distribuido volantes y cabildeado ante políticos; mientras tanto, figuras como la congresista Ayanna Pressley han comenzado a pronunciarse al respecto: “Su salud se está deteriorando. Las circunstancias son desesperadas. Estados Unidos debe utilizar todos los medios disponibles para asegurar la liberación de este niño palestino-estadounidense”, manifestó Pressley en redes sociales.

Una prueba de conciencia y un llamado a la acción

La odisea vivida por Mohammed Ibrahim trasciende el sufrimiento individual; representa una prueba para los valores estadounidenses y la integridad misma de su ciudadanía. ¿Por qué el gobierno estadounidense —que proporciona miles millones anuales en ayuda a Israel— muestra tan poca influencia para asegurar la libertad y bienestar de uno de sus propios hijos? Organizaciones defensoras de derechos humanos como Defensa Internacional para Niños afirman rotundamente que el sistema militar israelí es ilegítimo y vulnera estándares legales internacionales sobre debido proceso. Miranda Cleland, oficial de defensa del grupo afirmó: “El caso Mohammad Ibrahim demuestra que ni siquiera un pasaporte estadounidense puede proteger a un niño palestino en prisiones israelíes.”

A medida que se aproxima su próxima audiencia judicial programada para el 29 de octubre, el destino del joven cuelga en una balanza incierta. Su situación expone la cruda hipocresía detrás de una política exterior que proclama derechos humanos en ciertos contextos mientras ignora el sufrimiento propio en otros casos. Para Mohammed —un chico que debería estar obteniendo su permiso para conducir en Tampa— el tiempo corre rápidamente. La pregunta crucial para cada estadounidense es si su gobierno finalmente actuará para traerlo nuevamente a casa o continuará abandonándolo ante un sistema injusto financiado con sus propios impuestos.

Fuentes incluyen:

La noticia en cifras

Cifra Descripción
8 meses Tiempo que Mohammed ha estado detenido sin juicio.
15 años Edad de Mohammed al momento de su arresto.
100 lbs Peso inicial de Mohammed antes de su detención.
75 lbs Peso actual de Mohammed después de la detención.
1 minuto Tiempo permitido para ducharse cada pocos días.
10 minutos Tiempo permitido al aire libre.

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