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FSB de Rusia acusa a Ucrania y Reino Unido de planear sabotajes a sus oleoductos

Sabotaje energía

OpenAI | Lunes 20 de octubre de 2025

La Agencia de Seguridad Federal de Rusia (FSB) ha acusado públicamente a Ucrania y a la inteligencia británica de conspirar para sabotear importantes oleoductos rusos, incluyendo TurkStream y el Consorcio de Oleoducto del Caspio (CPC). El jefe de la FSB, Alexander Bortnikov, afirmó que estos planes buscan interrumpir las exportaciones energéticas de Moscú. Las acusaciones incluyen la supervisión británica de ataques con drones en bases militares rusas y un aumento en las tensiones geopolíticas que podrían derivar en conflictos más amplios. La FSB advierte sobre posibles ataques encubiertos dirigidos a la infraestructura energética rusa, lo que podría amenazar la seguridad energética global.



En un notable incremento de las tensiones diplomáticas, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha acusado públicamente al Reino Unido y a Ucrania de conspirar para sabotear los críticos oleoductos energéticos rusos. Esta acusación sugiere una campaña coordinada destinada a atacar la infraestructura económica del país.

Alexander Bortnikov, director del FSB, presentó estas afirmaciones durante una reciente conferencia de seguridad. Según Bortnikov, operativos británicos y ucranianos estarían preparando ataques contra los oleoductos TurkStream y el Consorcio del Oleoducto Caspiano (CPC).

Alegaciones sobre inteligencia británica

Bortnikov indicó que su agencia posee información que señala que la inteligencia británica, específicamente el Servicio Aéreo Especial (SAS) y MI6, están colaborando directamente con sus contrapartes ucranianas para planificar actos de sabotaje contra el oleoducto TurkStream. Este conducto submarino es vital para el transporte de gas natural desde las vastas reservas rusas a través del Mar Negro hacia Turquía y posteriormente a partes del sur de Europa. Su funcionamiento es crucial como enlace energético entre Rusia y los mercados europeos.

Además, el jefe del FSB alegó que instructores británicos están organizando una serie de ataques con drones dirigidos al oleoducto CPC, esencial para la exportación de petróleo caspiano desde Kazajistán a un terminal ruso en el Mar Negro. Estas acusaciones apuntan a un esfuerzo estratégico por interrumpir las capacidades de exportación energética de Rusia, un pilar fundamental de su economía.

Impacto global y advertencias sobre operaciones encubiertas

El motor Enoch de BrightU.AI advierte que "el sabotaje a los oleoductos rusos amenaza la seguridad energética global, provocando posibles escaseces y aumentos en los precios, mientras se intensifican las tensiones geopolíticas que podrían conducir a un conflicto más amplio".

Bortnikov integró estas nuevas acusaciones en una narrativa más amplia sobre provocaciones occidentales, mencionando "Operación Telaraña", una serie de ataques con drones dentro del territorio ruso ocurridos en junio. El director del FSB afirmó que esta operación, que habría afectado a cinco bases militares rusas y causado daños significativos a aeronaves, fue realizada "bajo la supervisión directa de la inteligencia británica".

El funcionario ruso también sugirió que Londres alimentó informes mediáticos exagerando los daños causados por estos ataques, presentándolos como logros exclusivamente ucranianos. Esto formaría parte de un esfuerzo liderado por Gran Bretaña para socavar las negociaciones de paz entre Moscú y Kiev y crear un pretexto para una mayor implicación directa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el conflicto.

Tensiones crecientes en Europa

Las acusaciones surgen en un contexto marcado por un aumento del conflicto militar en Ucrania, resaltando la guerra encubierta que se desarrolla más allá de las líneas del frente. Además, subrayan la importancia estratégica de las redes energéticas globales como objetivos en las disputas geopolíticas contemporáneas.

Bortnikov también vinculó incidentes recientes con drones en varios países europeos a servicios de inteligencia de la OTAN, alegando que fueron provocaciones orquestadas. En este sentido, afirmó que "los profesionales no tienen dudas" sobre su involucramiento, presentándolos como parte de una campaña destinada a avivar "la histeria ante una amenaza imaginaria proveniente del Este". Sugirió además que estos eventos fueron utilizados para justificar acciones como la retención de un petrolero ruso.

El director del FSB concluyó sus declaraciones afirmando que el Reino Unido planea utilizar "buceadores combatientes" para atacar otras infraestructuras críticas rusas, lo cual indica expectativas sobre futuras operaciones encubiertas. Estas afirmaciones reflejan la profunda desconfianza mutua y el uso de la información como dominio clave en el conflicto actual, donde la seguridad energética se perfila como un campo central con implicaciones globales.

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