La curandera chilena Margarita Galaz, líder de la Comunidad Hameriana, ha sido acusada de homicidio tras la muerte de su primera víctima mortal en Europa. La española C.S., de 76 años, falleció por cáncer de mama después de seguir las recomendaciones pseudocientíficas de Galaz durante más de dos años. Este caso se suma a otro reciente en Chile, donde una mujer también perdió la vida bajo circunstancias similares. Las familias de las víctimas han denunciado que Galaz influenció a sus seres queridas para rechazar tratamientos médicos convencionales. La polémica gira en torno a los peligros de las terapias alternativas y su impacto en la salud, destacando la importancia de buscar tratamientos médicos acreditados.
La figura de Margarita Galaz, curandera chilena y autoproclamada líder de la Comunidad Hameriana, se encuentra en el centro de una controversia tras acumular otra víctima mortal relacionada con sus prácticas pseudocientíficas. La nueva presunta víctima es C.S., una mujer española de 76 años que falleció por cáncer de mama en enero de este año. Durante un periodo de al menos 24 meses, esta mujer siguió las recomendaciones de Galaz, según informa elDiario.es.
El caso de C.S. se suma a la tragedia de Fabiola Lorena Vega Espinoza, otra chilena que perdió la vida hace dos meses. La hermana de Vega Espinoza ha presentado una querella contra Galaz, lo que ha dado pie a otros recursos judiciales por parte de personas afectadas por las polémicas "terapias" promovidas por la curandera.
Las investigaciones iniciales indican que Galaz conectó a Vega Espinoza y a C.S. a través de un grupo de Telegram que incluía a otras siete pacientes diagnosticadas con cáncer de mama. En este espacio virtual, las mujeres eran guiadas por Galaz con el propósito de superar su enfermedad mediante postulados pseudocientíficos.
El grupo llevaba el nombre 'SBS de mama', donde SBS son las siglas del término alemán Sinnvollen Biologischen Sonderprogramm der Natur (Programa Especial Biológico Significativo de la Natur), creado por Ryke Geerd Hamer, quien es conocido por fundar la Nueva Medicina Germánica.
Hamer fue condenado en 1997 por ejercicio ilegal de la medicina y sostiene que los tumores son respuestas del organismo ante conflictos emocionales, desestimando tratamientos convencionales como la quimioterapia. En el contexto del grupo, Galaz expresó: “En este grupo hay nueve mujeres con SBS de mama; espero que pronto solo seamos 12 mujeres totalmente sanas”.
Residente en Sevilla, España, Galaz promueve sus supuestas terapias para el tratamiento del cáncer y obtiene ingresos mediante las suscripciones a la Comunidad Hameriana, un grupo en línea donde ofrece cursos sobre sus métodos.
A través de audios divulgados públicamente, se evidencia cómo Galaz aconsejaba a Vega Espinoza evitar tratamientos médicos y distanciarse de su familia, acusando a sus hermanas como causantes de su enfermedad. Esta conducta ha llevado a los familiares a considerar que se trataba más bien del comportamiento característico de una secta.
El hijo de C.S. relata los últimos meses vividos por su madre tras ser diagnosticada con cáncer de mama en 2021. Para mediados del año 2024, C.S. presentaba metástasis extendida en varios órganos y huesos, lo cual limitaba severamente su movilidad y calidad de vida. A pesar del deterioro evidente, nunca aceptó someterse a cirugía para extirpar el tumor y solo accedió a drenar sus pulmones.
Lamentablemente, esta intervención llegó demasiado tarde; semanas después falleció sufriendo intensos dolores, al igual que sucedió con Vega Espinoza. Ambas mujeres rechazaron el uso adecuado de analgésicos debido a los consejos recibidos por parte de Galaz.
Este tipo de enfoques pseudomédicos no solo incrementan el sufrimiento físico sino que también dificultan significativamente las posibilidades reales de recuperación, al llevar a los pacientes a abandonar tratamientos médicos validados.
En España, la tasa de supervivencia para pacientes con cáncer de mama es del 82.8 % cinco años después del diagnóstico; cifra que supera el 99 % cuando se trata exclusivamente del cáncer en la mama.
A pesar del dolor y la pérdida sufrida por su familia, el hijo de C.S. ha decidido no emprender acciones legales hasta ahora: “Entiendo que es una decisión tomada por un adulto y parece complicado buscar justicia”, reflexiona.