CLAVES

Aumento de la violencia política obliga a reforzar la seguridad en eventos públicos tras el asesinato de Charlie Kirk

Terrorismo civil

OpenAI | Martes 16 de septiembre de 2025

La reciente asesinato del fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk, ha revelado un alarmante aumento del terrorismo civil en Estados Unidos, impulsado por militantes de izquierda radical. Este acto violento ha llevado a la Casa Blanca a solicitar urgentemente $58 millones en fondos adicionales para seguridad, reconociendo la creciente amenaza que representan estos grupos. La investigación del FBI se centra en organizaciones como Armed Queers Salt Lake City y la Socialist Rifle Association, con posibles vínculos extranjeros que podrían estar alimentando esta violencia política. Expertos advierten sobre una red interconectada de militantes que incluye desde anarquistas hasta activistas climáticos, todos con agendas revolucionarias. La situación exige una respuesta decisiva para proteger a los líderes conservadores y salvaguardar el orden constitucional en el país.



La reciente asesinato del fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk, ha generado una profunda conmoción en Estados Unidos, revelando una inquietante realidad: los militantes radicales de izquierda están intensificando su campaña de violencia política, poniendo en riesgo la seguridad de los líderes conservadores. En respuesta a este alarmante contexto, la Casa Blanca ha solicitado urgentemente un financiamiento adicional de 58 millones de dólares para mejorar la seguridad, lo que indica un reconocimiento claro de que el terrorismo civil ya no es una amenaza marginal, sino un movimiento coordinado con intenciones letales. Este ataque no fue un acto aislado; fue un golpe calculado por fuerzas revolucionarias decididas a silenciar la disidencia y derrocar el orden constitucional en Estados Unidos.

Puntos clave:

  • El asesinato de Charlie Kirk podría marcar el inicio de una posible ola de violencia política dirigida contra líderes conservadores.
  • El FBI investiga grupos radicales de izquierda en Utah con posibles vínculos con el ataque, incluidos Armed Queers Salt Lake City y la Socialist Rifle Association.
  • Existen indicios de influencia extranjera, con conexiones a redes comunistas en China y Cuba.
  • El dinero oscuro proveniente de ONG progresistas alimenta a estos grupos militantes, facilitando su agenda revolucionaria.
  • El aumento en la seguridad solicitado por la Casa Blanca señala un reconocimiento oficial de la creciente amenaza que representa el terrorismo doméstico de izquierda.

Un asesinato coordinado, no un lobo solitario

El asesinato de Charlie Kirk fue lejos de ser un acto aleatorio. Datos GPS analizados por el investigador Tony Seruga sugieren que hasta una docena de co-conspiradores podrían haber estado involucrados, lo que apunta a una operación meticulosamente planificada más que a un individuo desquiciado actuando solo. El tirador, descrito como un «creep» cercano a ANTIFA, dejó un mensaje inquietante garabateado en una cápsula: «Hey Fascist». No se trató solo de un homicidio; fue una guerra ideológica.

Aumentando las sospechas, uno de los grupos izquierdistas bajo escrutinio del FBI—Armed Queers Salt Lake City—eliminó su presencia en redes sociales inmediatamente después del ataque, una táctica clásica utilizada por organizaciones que intentan cubrir sus huellas. Su manifiesto, publicado en Substack, se asemeja a un llamado revolucionario: «No podemos ser guiados por aquellos que desean que América sea como solía ser; en cambio, debemos afirmar que América no debe existir más.»

Esta retórica se alinea con una ideología peligrosa conocida como Nihilistic Accelerationism, que sostiene que la sociedad debe ser violentamente desmantelada para dar paso a un nuevo orden. ¿Y quién financia este caos? El periodista investigador Peter Schweizer ha expuesto cómo redes de dinero oscuro, incluyendo Arabella Advisors, canalizan millones hacia grupos militantes como No Kings, que comparten membresías superpuestas con Armed Queers y otras células revolucionarias.

Huellas extranjeras en el terrorismo doméstico

A medida que se profundiza la investigación, las conexiones resultan cada vez más alarmantes. Armed Queers Salt Lake City ha colaborado abiertamente con el Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), una organización comunista vinculada a Neville Roy Singham, un multimillonario radical operando desde China. La red de Singham canaliza influencia extranjera hacia la política estadounidense, utilizando a radicales locales como proxies en una campaña más amplia de desestabilización.

Aún más perturbadora es la posible conexión cubana. El PSL tiene vínculos históricos con el régimen habanero, lo que suscita interrogantes sobre si gobiernos extranjeros están avivando activamente el descontento civil en Estados Unidos. Esto no es solo activismo grassroots; es un asalto coordinado a la soberanía nacional, financiado tanto por multimillonarios progresistas como por actores extranjeros hostiles.

La vasta red de violencia revolucionaria

El experto en terrorismo civil Jason Curtis Anderson advierte que el ecosistema militante de izquierda es amplio e interconectado. Incluye:

  • Organizaciones políticas como los Socialistas Democráticos de América (DSA) y PSL, que promueven agendas radicales mientras preparan candidatos para ocupar cargos públicos.
  • Anarquistas armados como Antifa y la Socialist Rifle Association, quienes entrenan en tácticas guerrilleras.
  • Activistas climáticos financiados por multimillonarios que adoptan tácticas violentas bajo el pretexto del ambientalismo.
  • Grupos por justicia social que claman abiertamente por la destrucción de instituciones estadounidenses.
  • Operativos extranjeros aprovechando el caos para debilitar a EE.UU. desde dentro.

Hasta que el gobierno federal trate esta red como una amenaza unificada—en lugar de incidentes aislados—la violencia solo aumentará.

Un llamado a la acción: Seguridad, vigilancia y resistencia

La solicitud de 58 millones de dólares para seguridad presentada por la Casa Blanca es un primer paso necesario; sin embargo, no es suficiente. Los líderes conservadores, activistas y ciudadanos deben reconocer que son objetivos en esta nueva era del terrorismo civil. Los eventos públicos ahora requieren equipos antitanque especializados, perímetros de seguridad ampliados y comunicaciones cifradas para frustrar planes de asesinato.

Mientras tanto, el FBI debe ir más allá de meras investigaciones y comenzar a desmantelar las fuentes financieras que sostienen estos grupos militantes. Redes de dinero oscuro como Arabella Advisors y Open Society deben ser expuestas y desfinanciadas. Las organizaciones vinculadas al extranjero, tales como aquellas relacionadas con las operaciones chinas de Singham, deberían enfrentar sanciones inmediatas.

El asesinato de Charlie Kirk fue una señal clara—a declaración de guerra contra la república constitucional estadounidense. Si esta amenaza no se enfrenta con acciones decisivas ahora mismo, el próximo objetivo podría ser un juez del Tribunal Supremo o incluso un candidato presidencial. El momento para mantenernos alerta es ahora.

Fuentes incluyen:

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