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Nutrientes vegetales podrían potenciar la lucha contra el cáncer al fortalecer las células inmunitarias

Nutrientes cáncer

OpenAI | Lunes 08 de septiembre de 2025

Un nuevo estudio de la Universidad de Chicago revela que el zeaxanthin, un carotenoide presente en vegetales como espinacas y pimientos naranjas, puede fortalecer las células inmunitarias CD8+ y mejorar la eficacia de la inmunoterapia contra el cáncer. Este compuesto, conocido por sus beneficios para la salud ocular, mostró en modelos de laboratorio que puede ralentizar el crecimiento tumoral y potenciar los efectos de inhibidores de puntos de control inmunitarios. Al ser un nutriente seguro y accesible, el zeaxanthin representa una prometedora opción para complementar tratamientos oncológicos, abriendo nuevas posibilidades en la inmunología nutricional. Para más detalles sobre cómo los nutrientes derivados de plantas pueden ayudar en la lucha contra el cáncer, visita el enlace.



El diagnóstico de cáncer suele llevar a muchos pacientes a prepararse para tratamientos convencionales como la cirugía, la quimioterapia y la radiación, siguiendo las recomendaciones de sus oncólogos. En ocasiones, optan por buscar una segunda opinión antes de someterse a lo que consideran los métodos más efectivos, aunque estos son frecuentemente los más agresivos y tóxicos. Sin embargo, existe una alternativa que está ganando atención: los remedios naturales derivados de plantas.

Recientemente, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago ha revelado que un nutriente comúnmente asociado con la salud visual puede desempeñar un papel crucial en el tratamiento del cáncer. Se trata de la zeaxantina, un carotenoide presente en alimentos como las espinacas, el kale y los pimientos naranjas. Este compuesto tiene el potencial de mejorar la capacidad del sistema inmunológico para eliminar células tumorales, según se detalla en los hallazgos publicados en Cell Reports Medicine.

Nuevas perspectivas sobre nutrientes vegetales en la lucha contra el cáncer

La investigación ha demostrado que la zeaxantina no solo es beneficiosa para la salud ocular, sino que también fortalece las células T CD8+, esenciales para identificar y destruir células cancerosas. Estas células utilizan un receptor molecular conocido como TCR (receptor de células T) para reconocer células anormales. Los científicos han descubierto que la zeaxantina estabiliza este complejo TCR, lo que resulta en una señalización intracelular más robusta y una mayor producción de citoquinas, aumentando así su capacidad para combatir tumores.

En modelos murinos, se observó que la suplementación con zeaxantina ralentizaba el crecimiento tumoral. Más notable aún es su efecto sinérgico cuando se combina con inhibidores de puntos de control inmunitarios—fármacos innovadores que han transformado el tratamiento oncológico—donde se registraron mejoras significativas en los resultados terapéuticos. En experimentos adicionales con células T humanas diseñadas para atacar antígenos tumorales específicos, las células tratadas con zeaxantina mostraron una eficacia superior contra tipos de cáncer como melanoma, mieloma múltiple y glioblastoma.

Un enfoque accesible y seguro

La investigadora principal, Jing Chen, Ph.D., profesora distinguida de Medicina en la Universidad de Chicago, afirmó: “Nuestros datos indican que la zeaxantina mejora tanto las respuestas celulares T naturales como las ingenierizadas, lo cual sugiere un alto potencial translacional para pacientes sometidos a inmunoterapias”. Además de sus efectos biológicos positivos, la zeaxantina presenta ventajas prácticas: está disponible sin receta médica, es bien tolerada y cuenta con un perfil de seguridad conocido. Esto convierte a este nutriente en un candidato atractivo para pruebas clínicas rápidas como complemento en tratamientos oncológicos.

Este estudio se suma a investigaciones previas sobre inmunología nutricional, donde se explora cómo ciertos nutrientes afectan la función inmune a nivel molecular. Investigaciones anteriores del mismo equipo indicaron que un ácido graso derivado de productos lácteos y carnes podría potenciar también la actividad celular T por diferentes mecanismos. Estos hallazgos sugieren que tanto nutrientes vegetales como animales pueden ofrecer beneficios complementarios a las terapias basadas en el sistema inmune.

A pesar del optimismo generado por estos resultados preliminares, los investigadores advierten que aún están en una fase inicial. La mayoría de los hallazgos provienen de estudios laboratoriales y con animales; por lo tanto, será fundamental realizar ensayos clínicos para determinar si los suplementos de zeaxantina pueden realmente mejorar los resultados en pacientes oncológicos tratados con inmunoterapia. De confirmarse su eficacia, este simple compuesto dietético podría hacer que los tratamientos avanzados contra el cáncer sean más efectivos y accesibles.

Chen concluye: “Nuestros hallazgos abren un nuevo campo dentro de la inmunología nutricional. Con más investigación podríamos descubrir compuestos naturales que hagan más efectivas y accesibles las terapias actuales contra el cáncer”.

Para obtener más información sobre cómo utilizar remedios naturales y nutrientes vegetales en medicina preventiva y curativa, se puede visitar NaturalMedicine.news.

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