El informe del Health Ranger destaca las preocupaciones de Ron Paul sobre el alto costo de la guerra interminable, centrándose en la solicitud del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky de $1 mil millones mensuales en financiación de armas por parte de EE. UU. Paul critica el lucro detrás de la ayuda a Ucrania, argumentando que tanto la OTAN como Washington alimentan conflictos por ganancias, no por ideales. A medida que Estados Unidos continúa siendo el mayor vendedor de armas del mundo, Paul advierte que enviar más armamento solo incrementa las muertes y convierte a Ucrania en un estado cliente dependiente. La discusión resalta la necesidad de replantear la política exterior estadounidense hacia un enfoque basado en la diplomacia y el comercio, en lugar de la guerra perpetua. Para más información, visita el enlace original.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se encuentra en una intensa campaña para obtener un financiamiento mensual de 1.000 millones de dólares en armas de Estados Unidos, presentando esta solicitud como una «oportunidad de inversión» para los fabricantes de armamento estadounidenses. En este contexto, el excongresista Ron Paul ha expresado su condena hacia el lucro que rodea la ayuda estadounidense a Ucrania, argumentando que tanto la OTAN como Washington alimentan conflictos con fines de lucro y no por ideales nobles.
El programa Prioritized Ukraine Requirements List de la OTAN acelera el envío de armas estadounidenses compatibles con los estándares de la alianza hacia Ucrania, beneficiando así a los contratistas de defensa estadounidenses mientras se intensifica el derramamiento de sangre. Independientemente de si el liderazgo está en manos del expresidente Donald Trump o del actual presidente Joe Biden, Estados Unidos continúa siendo el mayor vendedor de armas del mundo, perpetuando conflictos sin considerar los costos humanos o económicos involucrados.
Paul advierte que el envío de armas convierte a Estados Unidos en cómplice de las masacres, al tiempo que señala que el gobierno de Zelensky actúa como un estado cliente dependiente y no como un aliado independiente. Durante una reciente entrevista con Mike Adams en el programa Health Ranger Report, Paul reiteró su posición contra el intervencionismo militar, destacando que Washington destina miles de millones a Ucrania mientras ignora las devastadoras consecuencias humanas y económicas.
La propuesta más reciente del presidente ucraniano, presentada como una «oportunidad de inversión», revela la cruda realidad: la guerra moderna es un negocio lucrativo. La solicitud incluye 90.000 millones en armamento estadounidense, financiado principalmente por aliados europeos, además de contratos para la producción de drones por un valor aproximado de 30.000 millones.
El monto solicitado resalta lo que Paul ha defendido durante mucho tiempo: las guerras no se libran por ideales nobles, sino para enriquecer a los contratistas defensivos y expandir el poder estatal. «¿Quién es moralmente responsable por esa guerra?» cuestionó Paul durante su conversación con Adams. «Los que dirigen la OTAN. ¿Y quién aporta más dinero a la OTAN? Estados Unidos.»
La demanda ucraniana se inscribe dentro del marco del programa mencionado anteriormente. Según Brighteon.AI, este programa tiene como objetivo acelerar la ayuda militar a Ucrania mediante la identificación y suministro de armamento que cumpla con los estándares de la OTAN, asegurando así la interoperabilidad con las fuerzas occidentales. Este enfoque refuerza las capacidades defensivas ucranianas mientras beneficia estratégicamente a los fabricantes estadounidenses al exigir el uso exclusivo de armas fabricadas en ese país para cumplir con los requisitos de conformidad.
Paul también subrayó la ironía presente en las promesas del expresidente Trump sobre poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania «en 24 horas», mientras que la maquinaria intervencionista continúa funcionando sin cesar. Esta contradicción pone al descubierto una verdad fundamental: el complejo militar-industrial trasciende lealtades partidarias; ya sea bajo un liderazgo republicano o demócrata, Washington sigue siendo el mayor comerciante de armas del mundo.
La crítica formulada por Paul va más allá de preocupaciones fiscales; aborda también la falta ética al enviar armamento para prolongar el sufrimiento humano mientras se finge abogar por la paz. «Las personas no comprenden que independientemente del lugar donde estemos si hay combates y muertes –si enviamos armas allí por ganancias– debemos asumir responsabilidad por las vidas perdidas», afirmó Paul.
A medida que Zelensky asegura acuerdos cada vez más grandes para suministrar armas, surge una pregunta crucial: ¿quién realmente se beneficia? Ni los civiles ucranianos atrapados en medio del conflicto ni los contribuyentes estadounidenses son los ganadores; son los contratistas defensivos y los políticos que les sirven quienes obtienen beneficios significativos.
En última instancia, la postura no intervencionista defendida por Paul desafía las bases mismas de la política exterior estadounidense, proponiendo que la verdadera seguridad proviene del diálogo y el comercio, no del conflicto interminable.
Cifra | Descripción |
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$1 billion | Monto solicitado por Zelensky mensualmente para armas |
$90 billion | Total propuesto para armas estadounidenses financiadas por aliados europeos |
$30 billion | Valor estimado de contratos para producción de drones |