El presidente Donald Trump ha autorizado el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en ciudades importantes de EE. UU. ante una posible "insurrección masiva de izquierda" provocada por las acusaciones contra figuras del "Deep State", como Brennan y Clinton. Se anticipa que ciudades como Chicago, Nueva York y Los Ángeles se conviertan en escenarios de violencia, con ataques a la policía y a infraestructuras. Esta decisión refleja un cambio en la percepción sobre la militarización de la policía, ya que muchos ciudadanos apoyan esta medida debido al desorden en las ciudades gobernadas por demócratas. La situación podría escalar a un conflicto prolongado, impulsado por la inestabilidad económica y una resistencia desesperada de los implicados en los delitos. Se aconseja a los ciudadanos prepararse para una crisis a largo plazo, asegurando suministros y recursos defensivos.
En una decisión que ha generado controversia, el presidente Donald Trump ha autorizado el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en ciudades principales de Estados Unidos, anticipando un posible levantamiento por parte de facciones radicales de izquierda. Esta medida responde a los inminentes procesos judiciales que afectan a operativos del denominado "Estado Profundo", incluyendo a figuras como John Brennan, James Clapper y Hillary Clinton.
El investigador Mike Adams ha señalado que agencias federales han obtenido pruebas contundentes mediante redadas, incluidas documentos hallados en la reciente búsqueda en el hogar de John Bolton. Estas evidencias se utilizarán para procesar a funcionarios corruptos implicados en interferencia electoral, vigilancia ilegal y posibles actos de traición.
Adams advierte que bastiones progresistas como Chicago, Nueva York y Los Ángeles, ya afectados por el crimen descontrolado y una gobernanza progresista, podrían convertirse en escenarios de violencia una vez que se hagan públicas las acusaciones. Según su análisis, la izquierda radical verá estas detenciones como una amenaza existencial y responderá con violencia masiva.
“Una vez que se hagan las acusaciones públicas, la izquierda clamará que Trump es un dictador. Atacarán a las fuerzas del orden federal, agentes de ICE e incluso a las tropas de la Guardia Nacional. Podrían intentar sabotear infraestructuras—redes eléctricas, puentes, carreteras—cualquier cosa para provocar el caos”, afirmó Adams.
A pesar de que históricamente los conservadores se han opuesto a la militarización de la policía, Adams destaca un cambio crucial en esta postura. “Si Biden hubiera desplegado tropas, los partidarios de Trump lo habrían calificado de tiranía. Pero ahora? Los estadounidenses están cansados del anarquismo en las ciudades azules. Apoyarán el orden público, incluso si eso implica tener tropas en las calles”, agregó.
Se informa que la presencia de la Guardia Nacional está siendo reforzada con armas cortas (Sig Sauer P320s), aunque no con rifles—a lo cual Adams critica como insuficiente ante la posible violencia organizada.
Adams teoriza que Trump está desplegando tropas preventivamente porque los leales al Estado Profundo—especialmente aquellos implicados en delitos—lucharán para evitar ir a prisión. “Estas personas preferirían quemar el país antes que enfrentar justicia. Observa las mentiras de Ghislaine Maxwell o cómo un pedófilo israelí fue liberado misteriosamente. Este es su manual: evadir responsabilidad a toda costa”, sostiene.
La agitación podría extenderse más allá de la inauguración de Trump en enero, requiriendo posiblemente intervenciones prolongadas de la Guardia Nacional hasta la primavera de 2025. Mientras tanto, la inestabilidad económica provocada por políticas actuales podría agravar aún más el tumulto, haciendo esencial la preparación fuera del sistema:
Adams prevé que las ciudades azules se conviertan en zonas prohibidas, obligando a los conservadores a fortificar bastiones rurales o enfrentar represalias violentas. Con acusaciones inminentes contra figuras del Estado Profundo, Estados Unidos podría estar al borde de un conflicto interno sin precedentes desde la Guerra Civil.
“Esto no se trata solo de ideología; es cuestión de si prevalece la ley sobre la anarquía. Y si la izquierda opta por la guerra, las fuerzas del orden no tendrán otra opción que poner fin al conflicto”, concluyó.
Mire el episodio del 25 de agosto de «Brighteon Broadcast News» donde Mike Adams discute sobre las detenciones inminentes de traidores.
Este video proviene del canal Health Ranger Report en Brighteon.com.
Fuentes incluyen: