Las conversaciones de paz entre Donald Trump y Vladimir Putin están en riesgo tras las acusaciones de Rusia sobre un supuesto plan de "falsa bandera" orquestado por Ucrania con el apoyo del MI6 británico. Según funcionarios rusos, se prevén ataques simulados en áreas civiles para culpar a Rusia y desestabilizar las negociaciones. La estrategia incluye la presencia de periodistas extranjeros en Kharkiv para documentar los eventos, lo que podría intensificar la presión sobre Trump para abandonar los diálogos. Analistas advierten que estos movimientos podrían llevar a una escalada militar significativa, incluso a un conflicto nuclear, mientras Europa se militariza y Estados Unidos enfrenta divisiones internas sobre el financiamiento a Ucrania. Las tensiones aumentan a medida que se acercan las conversaciones, con temores de provocaciones diseñadas para interrumpir la paz.
Las autoridades de defensa de Rusia han emitido una advertencia contundente sobre la posibilidad de que fuerzas ucranianas, supuestamente respaldadas por la inteligencia británica (MI6), estén planeando un ataque simulado contra civiles. Este ataque podría incluir el bombardeo de hospitales o áreas residenciales, con el objetivo de incriminar a Rusia y obstaculizar las próximas conversaciones de paz entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin.
El Ministerio de Defensa ruso ha señalado que periodistas extranjeros ya se encuentran estratégicamente ubicados en Kharkiv para documentar las consecuencias de lo que sería una provocación de "bandera falsa", posiblemente un ataque con drones o misiles atribuido a las fuerzas rusas. El propósito de esta maniobra sería intensificar las tensiones, socavar la diplomacia y prolongar el conflicto.
Esta alerta del Kremlin se produce tras la postura pública de Trump, quien ha expresado su preferencia por un acuerdo negociado que incluya la cesión de territorio por parte de Ucrania, una idea que el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha rechazado firmemente.
Analistas independientes, como Mike Adams de Infowars, sugieren que esta situación se alinea con una estrategia más amplia de las potencias occidentales para mantener hostilidades en la región.
Adams establece paralelismos con operaciones anteriores respaldadas por Occidente, destacando la historia del MI6 en provocaciones encubiertas. Las autoridades rusas advierten que tales tácticas están diseñadas para justificar la participación continua de la OTAN en el conflicto ucraniano.
El contexto actual es crítico. Europa está militarizándose agresivamente y ampliando su producción de armamento a niveles sin precedentes. Rusia advierte sobre una escalada catastrófica si estas provocaciones falsas tienen éxito. Mientras tanto, Estados Unidos enfrenta divisiones internas respecto al financiamiento a Ucrania; la administración Biden planea desviar 200 millones de dólares del presupuesto del Pentágono hacia Kyiv, a pesar de la resistencia del Congreso.
Adams especula que algunos líderes occidentales podrían estar interesados en un conflicto nuclear, ya sea como cobertura para delitos financieros o como medio para reducir la población en regiones reacias a agendas globalistas. Señala los supuestos laboratorios biológicos en Ucrania (expuestos por Rusia) y el creciente endeudamiento estadounidense (37 billones de dólares) como posibles catalizadores para medidas desesperadas.
A medida que Trump y Putin se preparan para sus conversaciones programadas para el viernes, los observadores se preparan para:
Conclusión: El mundo se encuentra al borde del abismo, con la paz pendiendo de un hilo y actores oscuros dispuestos a cortarlo.
Mire el episodio del 13 de agosto del programa «Brighteon Broadcast News», donde Mike Adams discute la inteligencia británica involucrada en un evento masivo simulado para sabotear las conversaciones de paz entre Trump y Putin.
Fuentes incluyen: