Astrónomos han detectado un objeto interestelar masivo llamado A11pl3Z, que se dirige hacia el sol a 56 millas por segundo. Este objeto de 12 millas de ancho, que podría ser un cometa, sigue una órbita hiperbólica, confirmando su origen interstelar. A11pl3Z pasará cerca de Marte en octubre, aunque no representa una amenaza para la Tierra. La llegada de este visitante cósmico sugiere que los objetos interstellares podrían ser más comunes de lo que se pensaba, ofreciendo a los científicos una oportunidad única para estudiar material de otro sistema estelar. Las fluctuaciones en su brillo y su composición siguen siendo un misterio.
Recientemente, astrónomos han identificado un objeto interestelar masivo denominado A11pl3Z, que se dirige hacia el Sol a una velocidad de 90 kilómetros por segundo. Este descubrimiento marca la tercera ocasión en que se detecta un visitante proveniente de más allá de nuestro sistema solar. Con un diámetro aproximado de 19 kilómetros, y con características potencialmente similares a las de un cometa, A11pl3Z sigue una órbita hiperbólica, lo que confirma su origen interestelar. Sin embargo, las fluctuaciones en su brillo han generado interrogantes entre los científicos.
A11pl3Z pasará cerca de Marte a principios de octubre, aunque los riesgos de colisión son considerados mínimos y no representa ninguna amenaza para la Tierra. El astrónomo de Harvard Avi Loeb ha sugerido que objetos interestelares anteriores como ‘Oumuamua podrían ser artificiales, lo que alimenta la especulación sobre la verdadera naturaleza de A11pl3Z. Su llegada indica que los objetos interestelares podrían ser más comunes de lo que se pensaba, brindando a los científicos una oportunidad única para estudiar materiales provenientes de otros sistemas estelares.
Durante décadas, los astrónomos han escaneado el cielo en busca de visitantes del espacio exterior: objetos forjados en sistemas estelares lejanos que atraviesan el vacío. Ahora, parece que han avistado su tercer errante: A11pl3Z, un objeto masivo y enigmático que se acerca al Sol a velocidades asombrosas. Descubierto el 1 de julio por la red de telescopios ATLAS, este gigante tiene dimensiones comparables a las de una pequeña ciudad y ha reavivado debates sobre los visitantes interestelares y sus orígenes.
A diferencia de Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado en 2017 —que generó especulaciones sobre tecnología extraterrestre— o del Cometa Borisov en 2019, A11pl3Z destaca por su tamaño y velocidad, lo que ha llevado a los científicos a buscar respuestas sobre su naturaleza. ¿Es un asteroide errante? ¿Un cometa? O tal vez algo más extraordinario. Avi Loeb ha insinuado misterios más profundos al sugerir que objetos como Oumuamua podrían ser “naves espaciales extraterrestres” sintonizadas con sensores ocultos.
Las primeras observaciones sitúan a A11pl3Z dentro de la órbita de Júpiter, avanzando hacia el sistema solar interior a una velocidad tan alta que desafía la captura por parte de la gravedad del Sol. Este objeto sigue una trayectoria hiperbólica —una señal clara de sus orígenes interestelares— confirmada por el astrónomo David Rankin del Catalina Sky Survey.
A principios de octubre, A11pl3Z pasará cerca de Marte a distancias entre 0.2 y 0.4 unidades astronómicas (UA), y podría ser visible para el Mars Reconnaissance Orbiter. Aunque los astrónomos consideran bajos los riesgos de colisión, las diferencias en las estimaciones generan inquietud. Un cambio tan pequeño como 0.2 UA puede tener consecuencias significativas a velocidades cósmicas.
Para ponerlo en perspectiva, el asteroide responsable de la extinción de los dinosaurios tenía aproximadamente 11 kilómetros de ancho; A11pl3Z podría causar devastación inimaginable si impactara contra algún cuerpo celeste. No obstante, se asegura que no hay peligro para la Tierra: A11pl3Z no se acercará más allá de 1.35 UA —aproximadamente 126 millones de millas— el 30 de octubre.
La llegada de A11pl3Z resalta una tendencia creciente: los intrusos interestelares pueden ser más comunes de lo que se había pensado anteriormente. La extraña aceleración y forma plana observadas en Oumuamua alimentaron teorías sobre su posible naturaleza artificial; mientras tanto, Borisov mostró características similares a cometas nativos.
A medida que continúan las observaciones cercanas con telescopios globales y misiones como las rovers marcianas y el Telescopio Espacial James Webb, se espera obtener información detallada sobre este objeto intrigante. Los astrónomos aficionados también aguardan ansiosos finales del año 2025 cuando A11pl3Z pueda brillar lo suficiente como para ser observado desde telescopios caseros.
A pesar del revuelo mediático generado por A11pl3Z, este objeto no representa un apocalipsis inminente. Sin embargo, su paso ofrece una oportunidad única para estudiar material primigenio proveniente de otro sistema estelar sin alteraciones debidas al clima solar.
En conclusión, A11pl3Z continúa siendo una rareza celestial y un mensajero del vacío cósmico. Mientras atraviesa Marte hacia su destino incierto, queda claro que el cosmos es mucho más extraño y dinámico de lo que alguna vez imaginamos.
Descripción | Cifra |
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Velocidad del objeto A11pl3Z | 56 millas por segundo |
Ancho del objeto A11pl3Z | 12 millas |
Distancia mínima de A11pl3Z a la Tierra | 1.35 AU (aproximadamente 126 millones de millas) |
Eccentricidad orbital de A11pl3Z | 6 |