La presidenta del Parlamento de Serbia, Ana Brnabic, ha acusado a los manifestantes opositores de incitar a la guerra civil en el país. En su cuenta de X, Brnabic describió los llamados de los manifestantes como un "monstruoso y abierto llamamiento al asesinato de Serbia". Las protestas se intensificaron tras el rechazo del gobierno de Aleksandar Vucic a disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden han resultado en actos violentos en las calles. Las autoridades consideran estas manifestaciones un intento de provocar una 'revolución de colores' con influencias extranjeras.
La presidenta del Parlamento de Serbia, Ana Brnabic, ha denunciado que los manifestantes opositores han incitado a la guerra civil en el país balcánico. En un mensaje publicado en su cuenta de X, Brnabic afirmó que los protestantes realizaron un "escalofriante llamamiento al asesinato de Serbia", calificando este acto como un "monstruoso y abierto llamamiento a la guerra civil".
Este incidente se produce en el contexto de una nueva marcha opositora llevada a cabo el sábado, donde los participantes exigen la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas, programadas para 2027.
Durante las manifestaciones, se reportaron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los protestantes. Los participantes arrojaron botellas, petardos, antorchas y otros objetos contra la Policía, según informan medios locales. La situación ha generado preocupación por la escalada de violencia en las calles de Belgrado.
Las recientes movilizaciones han surgido tras la negativa del Gobierno liderado por Aleksandar Vucic a atender un ultimátum presentado por grupos estudiantiles que demandaban la disolución del Parlamento. Los manifestantes habían advertido previamente sobre la posibilidad de iniciar una "desobediencia civil" si sus demandas no eran atendidas.
Las autoridades serbias han calificado repetidamente estas protestas como un intento de llevar a cabo una "revolución de colores" con influencias externas. En respuesta a las inquietudes generadas por las manifestaciones, Vucic declaró: "La gente no necesita preocuparse: el Estado será defendido y los matones serán llevados ante la justicia".
Esta nueva ola de protestas se inscribe en un contexto más amplio de disturbios intermitentes que comenzaron tras el trágico colapso de una marquesina en una estación de tren en Novi Sad en noviembre de 2024, lo que dejó varios muertos y heridos.
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