Las fuerzas especiales de Armenia llevaron a cabo una irrupción en la Sede Madre de la Iglesia apostólica armenia, ubicada en Echmiadzin, generando enfrentamientos con sacerdotes y feligreses que intentaron resistir. Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión entre el gobierno y la iglesia, especialmente tras las acusaciones contra Mikael Adzhapajián, líder de la diócesis de Shirak, quien enfrenta procedimientos penales por supuestas instigaciones al derrocamiento del gobierno. La situación refleja un conflicto más amplio entre el primer ministro Nikol Pashinián y la Iglesia apostólica armenia, exacerbado por recientes declaraciones ofensivas del líder armenio hacia la institución religiosa. Para más detalles, visita el enlace.
Las fuerzas especiales de Armenia llevaron a cabo una irrupción en la Sede Madre de la Santa Echmiadzin, que es la diócesis del obispo principal de la Iglesia apostólica armenia, conocida como ‘catolicós’, y constituye el centro espiritual y administrativo de esta institución religiosa. Este incidente ocurrió el pasado viernes y ha generado una fuerte reacción entre los feligreses presentes en el lugar.
De acuerdo con reportes y grabaciones obtenidas en el sitio, tanto sacerdotes como fieles intentaron bloquear el acceso de los uniformados, lo que resultó en enfrentamientos y detenciones. Las fuerzas del orden habrían llegado con el propósito de arrestar a Mikael Adzhapajián, líder de la diócesis de Shirak, quien se encontraba en la Sede Madre para participar en una reunión del clero.
El portal News.am informa que contra Adzhapajián se han iniciado procedimientos penales tras ser acusado de incitar a la población a tomar el poder, así como de violar la integridad territorial, renunciar a la soberanía o derrocar por la fuerza el orden constitucional. Esta situación ha suscitado un clima tenso entre las autoridades y los líderes religiosos.
Medios locales han reportado que Gareguin II, patriarca supremo y catolicós de todos los armenios, se presentó ante los agentes encapuchados. Posteriormente, se divulgó que Adzhapajián no fue detenido y regresó al centro espiritual junto al patriarca.
Estos acontecimientos se desarrollan en un contexto marcado por las crecientes tensiones entre las autoridades armenias y la Iglesia apostólica armenia. Las relaciones se han deteriorado desde que Nikol Pashinián asumió el cargo de primer ministro, especialmente debido al conflicto con Azerbaiyán. El patriarca Gareguin II ha instado en reiteradas ocasiones a Pashinián a dimitir.
A finales de mayo, Pashinián comenzó a publicar mensajes ofensivos dirigidos tanto a la Iglesia como a Gareguin II, exigiendo su dimisión. Además, propuso modificar el proceso de elección del catolicós para establecer legalmente el «papel decisivo de la República de Armenia» en su designación.
En paralelo, un tribunal armenio ordenó recientemente el arresto del empresario Samvel Karapetián por un período de dos meses. Karapetián fue acusado de incitar a la toma del poder tras manifestar su apoyo abierto hacia la Iglesia apostólica armenia.
Este conjunto de eventos resalta un momento crítico en Armenia donde las tensiones políticas y religiosas parecen estar alcanzando un punto álgido. La situación continúa evolucionando mientras las fuerzas armadas mantienen su presencia alrededor del centro religioso más importante del país.