3ª GUERRA MUNDIAL

Así se financia el Estado islámico: Donaciones del Golfo, petróleo, narcotráfico, tráfico de órganos, arte, secuestros…

Pedro_Canales | Martes 21 de julio de 2015

Hace más de dos mil años el político y filósofo romano Marco Tulio Cicerón dejó para la posteridad una frase lapidaria: “el dinero es el nervio de la guerra”. Lo fue entonces y lo sigue siendo ahora. El Estado Islámico (EI) está en guerra contra el resto del mundo, traidores y renegados en primer lugar, y cruzados en segundo término. ¿De dónde saca el dinero la organización terrorista más rica del mundo? ¿Cómo lo gestiona? ¿Quién ha diseñado su arquitectura financiera?

El Califato proclamado por el EI en junio de 2014 controla un territorio semidesértico de 215.000 kilómetros cuadrados a caballo entre Siria e Iraq; dispone de un Ejército profesional, bien equipado y entrenado, de decenas de miles de efectivos; sigue fagocitando grupos terroristas yihadistas en todos los continentes extendiendo su influencia; y ejerce en todo el mundo un poder de atracción y fascinación sólo comparable a la repulsa que generan sus actos de crueldad y sus mensajes destinados a provocar pánico y terror.

El sabio Abu Saad al-Ansari, conocida personalidad religiosa de la ciudad iraquí de Mosul, uno de los epicentros de la guerra de posiciones que libra el estado Islámico, afirma que la organización terrorista ha aprobado este año su primer presupuesto por un importe de 2.000 millones de dólares, con un margen suplementario de otros 250 millones.

El presupuesto de la organización terrorista para 2015 asciende a 2.250 millones de dólares

Esta cifra coincide con la señalada por el Subsecretario del Tesoro norteamericano encargado de la lucha antiterrorista y la inteligencia financiera, David S. Cohen, que estima en “más de dos mil millones de dólares” los fondos del Estado Islámico para el año en curso.

Presupuesto militar

El “salario” de un mercenario del EI gira en torno a los 800 dólares mensuales, según el Washington Post. Los servicios de inteligencia occidentales estiman que en el curso de los bombardeos del último año han muerto cerca de 25.000 yihadistas y los nuevos combatientes que sustituyen a las bajas se cifran en otros 25.000.

Lo que supone que el presupuesto militar en cuanto a salarios se refiere, asciende a 240 millones de dólares anuales. A la partida de “personal” hay que añadir el presupuesto destinado a las operaciones militares (material, municiones, logística), la suma llega fácilmente a 600 millones de dólares.

Las fuentes de financiación del EI combinan las medidas “normales” del funcionamiento de un Estado, con las actividades delictivas y las operaciones mafiosas. De todas ellas, se pueden señalar las siguientes:

Donaciones del Golfo Pérsico

La vigilancia local e internacional de los organismos financieros mundiales no ha podido impedir la permanencia de un sistema indetectable de financiación del Estado Islámico alimentado por las donaciones de los potentados del Golfo Pérsico, en particular del emirato de Qatar.

Potentados del Golfo, en particular de Qatar, financian al Estado Islámico

Se trata de una “zaqat” (limosna obligatoria para los musulmanes que se realiza una vez al año y va destinada a socorrer a los pobres) de grandes proporciones. Las organizaciones de beneficencia de las monarquías árabes manejan miles de millones de dólares que circulan por los cuatro rincones del planeta.

Una parte de los mismos van a parar a las arcas del Estado Islámico. Según la revista Newsweek, los sistemas bancarios existentes en el Golfo son tan abiertos y flexibles que las transacciones fraudulentas y delictivas pasan desapercibidas. El pretexto es tan simple como peligroso: llevar la Yihad a todo el orbe.

Venta del petróleo en el mercado internacional

La mayoría de analistas consideran que el EI controla siete grandes campos petrolíferos y dos refinerías en el norte de Iraq, y otros seis campos petrolíferos de los diez con que cuenta Siria. Además están bajo su control unos 80 pozos pequeños de explotación artesanal.

Del conjunto obtienen 700 millones de dólares de beneficios anuales según David S. Cohen. La venta del petróleo se hace por intermedio de mercaderes turcos, kurdos y sirios, que lo transportan en camiones que cruzan diariamente la frontera con Turquía.

Camiones cargados de petróleo cruzan diariamente la frontera con Turquía

La paradoja del caso es que uno de los clientes del petróleo del Estado Islámico es el régimen sirio de Bachar el Assad, a quien combaten armas en mano aliados con el Frente al Nosra. El desplome de precios del crudo en los últimos meses y los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos han hecho perder el primer puesto en las entradas de divisas a la venta de hidrocarburos, aunque sigue siendo importante.

Narcotráfico

El Estado Islámico posee el monopolio del tráfico de captagón, una droga de diseño elaborada a base de anfetaminas y que está de moda en toda la región, especialmente en los países del Golfo.

Los yihadistas no sólo han acaparado el comercio del captagón fabricado en los Balcanes, sino que han construido sus propias fábricas en Turquía y en Líbano. Además, el EI es uno de los principales suministradores de opiáceos en la región.

La ciudad iraquí de Nínive cercana a la frontera turca, se ha convertido en una nueva plataforma del narcotráfico medio-oriental, por la que transita la mitad de la heroína consumida en Europa, según el servicio federal de inteligencia ruso.

Tráfico de piezas arqueológicas robadas

Las destrucción orquestada por el Estado Islámico de los museos de Mosul y Palmira que atesoraban piezas únicas de la cultura Sumeria, la más antigua de la humanidad, difundidas por todo el mundo vía Internet, son sólo un señuelo para borrar pistas sobre el tráfico de obras de arte en las que los yihadistas han descubierto un lucrativo negocio.

El saqueo sistemático de museos, laboratorios e instituciones públicas y la venta de valiosas piezas arqueológicas en el mercado negro de los coleccionistas de arte, son una fuente importante de divisas que alimentan las cuentas numeradas del Estado Islámico en diferentes paraísos fiscales.

El saqueo de los museos alimenta el mercado negro de obras de arte únicas

Responsables iraquíes y occidentales, así como la UNESCO, coinciden en destacar que el comercio de antigüedades se ha convertido en una “fuente de riqueza indetectable” que alimenta el movimiento terrorista.

Materias primas y minerales

Los yihadistas controlan y venden directamente o a través de empresas a las que cobran tasas, el comercio de importantes materias primas y minerales existentes en los territorios que ocupan.

Secuestros y rescates

El secuestro de personas y el cobro de rescates siguen siendo una importante fuente de financiación de los grupos yihadistas en general y del EI en particular.

Tráfico de seres humanos

Las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria han puesto al descubierto el tráfico de seres humanos en las regiones bajo control del Estado Islámico. En Mosul (Iraq) y en Racca (Siria), los yihadistas han vendido como esclavas a centenares de mujeres yazidies y cristianas.

Más de 25.000 mujeres y niñas han sido sometidas a abusos sexuales y vendidas

Un informe del Alto Comisariado de la ONU para los derechos humanos estima que más de 25.000 mujeres y niñas han sido sometidos a torturas, abusos sexuales y vendidos posteriormente como prisioneros de guerra.

Tráfico de órganos

Fuentes médicas de la ciudad de Mosul, confirmadas por el Alto Comisariado de la ONU, afirman que el EI se ha especializado en la venta de órganos humanos, extirpados de presos, heridos y cadáveres. En algunos casos los yihadistas venden los cuerpos enteros de sus cautivos a las organizaciones mafiosas internacionales, que los revenden a instituciones médicas occidentales.

Impuestos por actividades comerciales

Desde sus comienzos el Estado Islámico recaudaba impuestos por las actividades comerciales a las empresas y grupos familiares dedicados a la compra-venta de productos básicos de consumo. De ello obtenían unos 80 millones de dólares anuales.

Las tasas eran pagadas cada mes. Un estudio publicado por el norteamericano Consejo de Relaciones Exteriores, estimaba que con la proclamación del Califato en 2014, esta cifra se ha multiplicado varias veces.

Agricultura y ganadería

Tanto la agricultura como la cría de ganado, también representan una fuente de ingresos para el Estado Islámico. Un tercio de la producción de trigo en Iraq está bajo su control. El investigador Romain Caillet, cifra los ingresos por la venta de cereales en unos 200 millones de dólares anuales.

Controla un tercio del trigo de Irak y el granero de Siria, que le reportan 200 millones de dólares anuales

En Siria, el EI controla la región agrícola del nordeste de Alepo, considerada como el granero del país, que produce suficiente para dar de comer a un millón de personas.

Saqueo de instituciones bancarias

Antes de comenzar su andadura como estado, los yihadistas del Califato, saquearon las instituciones bancarias de Mosul obteniendo un botín en metálico de 430 millones de dólares, según informaciones reveladas por el diario francés Liberation que citaba fuentes del Ministerio de Defensa galo.

Turbulentos orígenes

El Estado Islámico ha surgido en el escenario internacional recientemente, pero su financiación se remonta a la época en que era tan solo un movimiento terrorista más, nacido de las cenizas de la guerra del Golfo. El grupo formado por Abu Musab al Zarqaui en 2003, Movimiento por la Unidad de la Yihad, supo explotar hábilmente las redes tradicionales de financiación del terrorismo ya conocidas desde los años 80 y 90 con Al Qaeda.

Tras la sospechosa muerte de su fundador en 2006, tomó el relevo Abu Omar al-Baghdadi que fusionó el movimiento con otros grupos terroristas iraquíes y lo rebautizó como Estado Islámico de Iraq.

En 2010 Abu Omar fue asesinado misteriosamente, y apareció en escena Abu Bakr al-Baghdadi, que lo volvió a rebautizar como Estado Islámico de Iraq y del Levante y extendió la guerra a la vecina Siria.

A partir de ese momento el tradicional modelo de financiación a través de colectas de organizaciones caritativas, mezquitas y ricos comerciantes del Golfo, dio un gigantesco salto hasta adquirir las proporciones actuales al dotarse de un verdadero “ministerio de economía y finanzas”. Un complejo entramado económico y diseño financiero digno de Wall Street.


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