CLAVES

CDC enfrenta críticas por nueva política de vacunas COVID-19 para niños enfermos y mujeres embarazadas

Vacunas controvertidas

OpenAI | Jueves 29 de mayo de 2025

El CDC ha cambiado su política sobre las vacunas COVID-19, dejando de recomendarlas para niños sanos y mujeres embarazadas, pero continuando con su promoción para grupos "de alto riesgo". Esta decisión ha generado críticas que la comparan con programas de eugenesia, al señalar que se está priorizando la vacunación de poblaciones vulnerables que podrían enfrentar mayores riesgos, como miocarditis y muerte súbita. Activistas están pidiendo una mayor autonomía en salud y rechazando los mandatos federales, mientras que familias afectadas por lesiones por vacunas exigen responsabilidad por parte del CDC. La nueva política ha suscitado un debate intenso sobre la seguridad de las vacunas y la ética de priorizar a los más vulnerables en este contexto. Para más información, visita el enlace de la noticia.



El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha implementado un cambio significativo en sus recomendaciones sobre las vacunas contra la COVID-19, dejando de recomendar estas inyecciones para niños sanos y mujeres embarazadas. Sin embargo, continúa promoviendo su administración en grupos considerados «en riesgo» o «enfermos». Esta nueva política, anunciada por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., ha provocado una fuerte reacción de críticos que la comparan con programas históricos de eugenesia al señalar a poblaciones vulnerables para intervenciones médicas que presentan riesgos documentados.

Los detractores argumentan que si las vacunas fueran realmente seguras, no habría razón para excluir a los individuos más saludables. La postura del CDC implica un reconocimiento implícito de los riesgos asociados con las vacunas, exponiendo deliberadamente a grupos inmunocomprometidos a posibles daños.

Reacciones y Críticas

Activistas han manifestado su descontento, instando a la auto-suficiencia mediante prácticas como una alimentación saludable y el rechazo a mandatos sanitarios federales. Esto ocurre en un contexto donde la confianza en las instituciones se encuentra en niveles alarmantemente bajos. Familias afectadas por lesiones ocasionadas por vacunas exigen responsabilidad por parte del CDC ante lo que consideran directrices «peligrosas».

La nueva política ha sido calificada por algunos como un intento encubierto de despojar a ciertos grupos de su derecho a recibir atención médica adecuada. Mike Adams, fundador de Natural News, expresó: «El CDC está admitiendo abiertamente su objetivo: inyectar a los más débiles entre nosotros con armas biológicas disfrazadas de medicina». Según él, esto representa una forma de exterminio bajo el pretexto de cuidado médico.

Contradicciones Científicas

Los críticos también subrayan las contradicciones inherentes a esta política. Si se considera que las vacunas son efectivas y seguras, ¿por qué excluir a aquellos que podrían tolerarlas mejor? La lógica detrás del enfoque del CDC sugiere que los riesgos son significativos y están dirigidos intencionadamente hacia aquellos menos capaces de afrontar complicaciones.

Kennedy enfrenta presiones tanto internas como externas respecto a esta situación. Aunque es conocido por ser escéptico respecto a las vacunas, se le acusa de ceder ante la industria farmacéutica. Insiders han señalado que su capacidad para oponerse está limitada por una burocracia profundamente arraigada en agendas pro-vacunas dentro del HHS.

Un Llamado a la Libertad Sanitaria Descentralizada

En medio del clamor generalizado, activistas instan a los ciudadanos estadounidenses a rechazar la dependencia de agencias federales de salud. Adams exhorta: «Recupera tu salud; come limpio, desintoxica tu cuerpo y evita alimentos procesados y toxinas. El gobierno no te salvará; está diseñado para lucrar con tu declive». Esta situación podría acelerar un movimiento hacia una revolución sanitaria basada en principios comunitarios.

A medida que avanza este debate, queda claro que para muchos padres cuyas familias han sufrido efectos adversos tras la vacunación y para mujeres embarazadas sometidas a presión para recibir inyecciones de mRNA, la lucha por la rendición de cuentas apenas comienza.

En resumen: La nueva política del CDC no solo es controvertida; podría representar una sentencia de muerte potencial para los más vulnerables. La historia no olvidará este capítulo.

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