El gobierno del Reino Unido ha propuesto expandir el uso de la castración química para pedófilos, basándose en resultados positivos de un programa piloto en el suroeste de Inglaterra. La nueva iniciativa se implementará en 20 prisiones adicionales, buscando reducir la reincidencia al alterar los perfiles hormonales de los delincuentes sexuales. La Secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, destacó que estudios sugieren una disminución del 60% en la reincidencia gracias a tratamientos combinados. Este enfoque ya se utiliza en otros países y ha generado debate sobre su ética y efectividad. Para más detalles, visita el enlace a la noticia.
El gobierno del Reino Unido ha presentado un plan controvertido para ampliar la aplicación de la castración química a pedófilos en todo el país, basándose en los “resultados exitosos” de un programa piloto realizado en el suroeste de Inglaterra. Este nuevo enfoque, que utiliza medicamentos para suprimir los impulsos sexuales de los delincuentes, se implementará ahora en 20 prisiones de dos regiones adicionales.
La iniciativa busca reducir la reincidencia mediante la alteración química de los perfiles hormonales de los delincuentes sexuales condenados. Esta decisión se produce tras informes que indican resultados positivos en el ensayo inicial; sin embargo, los detalles sobre los resultados y sus efectos a largo plazo son limitados, lo que ha generado un debate sobre la ética y la eficacia de este método.
Según reportes de Thenationalpulse.com, el esquema de manejo clínico de la excitación sexual comenzó en 2022 en cinco prisiones. La Asociación de Oficiales Penitenciarios (POA), que representa al personal sanitario en las cárceles, ha afirmado que sus miembros no han encontrado dificultades en la administración del tratamiento. El presidente de la POA, Mark Fairhurst, confirmó el apoyo del sindicato para la expansión, aunque no especificó qué instalaciones serán incluidas en el despliegue.
La Secretaria de Justicia, Shabana Mahmood, del Partido Laborista liderado por el Primer Ministro Sir Keir Starmer, abordó el tema en el Parlamento el jueves. Durante su intervención, destacó estudios que sugieren una reducción del 60 por ciento en la reincidencia gracias a una combinación de supresores químicos e intervenciones psicológicas. “No tengo reparos en tomar estas medidas adicionales”, afirmó Mahmood, señalando que el gobierno está considerando obligar a los criminales a someterse al tratamiento.
El tratamiento incluye medicamentos hormonales como antiandrógenos y opciones no hormonales como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Este tipo de intervención ya se aplica voluntariamente en otros países como Alemania y Dinamarca, mientras que en Polonia es obligatorio para ciertos delincuentes. En el Reino Unido, actualmente se ofrece a través de un programa nacional comisionado conjuntamente por el Servicio Nacional de Salud (NHS) y el Servicio Penitenciario para delincuentes con necesidades complejas.
Diversos estados de EE.UU. también practican la castración química de delincuentes sexuales. Por ejemplo, Luisiana aprobó una ley que permite a los jueces ordenar incluso la castración quirúrgica de aquellos que cometen delitos sexuales contra menores.