La North American Electric Reliability Corporation (NERC) advierte que 37 estados de EE. UU. enfrentan un riesgo elevado de apagones este verano debido a la inestabilidad de la red, impulsada por la dependencia de energías renovables poco fiables, una demanda creciente y una infraestructura envejecida. Las regiones más vulnerables son MISO, SPP, ERCOT y Nueva Inglaterra, donde el calor extremo y las bajas condiciones de viento podrían provocar cortes de energía. La transición hacia energías renovables promovida por la administración Biden ha exacerbado la fiabilidad de la red, ya que las fuentes solares y eólicas no pueden satisfacer la demanda durante picos críticos. Se prevé que el aumento en el consumo eléctrico, impulsado por centros de datos y olas de calor, choque con retrasos en la cadena de suministro y escasez laboral, dejando a millones en riesgo de apagones.
La situación energética en Estados Unidos se torna crítica, con un tercio del país enfrentando un riesgo elevado de apagones durante el verano. Esta alerta proviene del informe de la Corporación de Confiabilidad Eléctrica de América del Norte (NERC), que señala que la inestabilidad de la red eléctrica, impulsada por fuentes renovables poco confiables, un aumento en la demanda y una infraestructura envejecida, podría dejar a millones sin electricidad en momentos de altas temperaturas.
El análisis, publicado recientemente, identifica a cuatro regiones principales de la red eléctrica—MISO, SPP, ERCOT y Nueva Inglaterra—como las más vulnerables. Según NERC, condiciones extremas como olas de calor o baja velocidad del viento podrían obligar a los operadores a implementar medidas de "carga reducida", lo que se traduce en apagones programados que afectarían hogares, hospitales y negocios justo cuando más se necesita energía.
En el centro de esta crisis se encuentra el impulso agresivo de la administración Biden hacia las energías renovables. NERC establece una conexión directa entre esta política y la inestabilidad de la red eléctrica. Aunque ha habido una expansión en la capacidad solar y eólica, estas fuentes resultan poco fiables durante los picos de demanda. Los paneles solares no generan energía por la noche y los aerogeneradores dejan de funcionar en condiciones calmadas, precisamente cuando el uso del aire acondicionado aumenta debido al calor extremo.
El informe destaca que MISO, que abastece a 15 estados del medio oeste, ha perdido 3,200 megavatios de capacidad desde 2021 debido al cierre de plantas de carbón y nucleares, mientras que la demanda ha crecido un 1.7%. Esto ha llevado a la región a depender cada vez más de las energías renovables, dejándola expuesta a posibles escaseces. De manera similar, ERCOT—la red eléctrica de Texas—enfrenta problemas por la caída en la producción solar durante las horas pico nocturnas cuando la demanda sigue alta.
Se proyecta que Estados Unidos necesitará 10 gigavatios más de electricidad este verano en comparación con 2024—suficiente para abastecer a 10 millones de hogares. Este incremento es impulsado por centros de datos, expansión industrial y electrificación, todo ello agravado por temperaturas récord. Sin embargo, la red eléctrica no está preparada para tal aumento.
Además, los recursos basados en inversores (IBRs), como sistemas solares y eólicos, son propensos a desconectarse durante perturbaciones en la red eléctrica, lo que agrava aún más la inestabilidad del suministro. Los retrasos en las cadenas de suministro y la escasez de mano de obra calificada están exacerbando esta crisis; las actualizaciones necesarias para transformadores y líneas eléctricas están rezagadas.
Los apagones no son meras molestias; pueden tener consecuencias fatales. Las interrupciones prolongadas afectan hospitales, bombas de agua y servicios esenciales. La comida se echa a perder, los medicamentos pierden eficacia y las poblaciones vulnerables—especialmente los ancianos—corren el riesgo de sufrir golpes por calor o hipotermia. En el apagón invernal ocurrido en Texas en 2021, más de 200 personas perdieron la vida.
La reciente orden ejecutiva del expresidente Trump declarando una emergencia energética nacional pone de relieve las divisiones políticas sobre este tema. Como indica el informe de NERC, confiar únicamente en energías renovables no es suficiente para satisfacer las necesidades energéticas modernas.
Este análisis representa una advertencia seria sobre cómo la red eléctrica estadounidense está al borde del colapso. Mientras los operadores intentan mitigar riesgos inmediatos, persiste un problema fundamental: políticas energéticas imprudentes que requieren atención urgente. Sin un retorno a estrategias energéticas equilibradas que incluyan diversas fuentes, los estadounidenses deben prepararse para ver veranos cada vez más oscuros y calurosos.
Fuentes utilizadas para este artículo:
Cifra | Descripción |
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37 | Número de estados en riesgo elevado de apagones este verano. |
3,200 MW | Pérdida de capacidad de generación en MISO desde 2021 debido al cierre de plantas de carbón y nucleares. |
1.7% | Aumento del crecimiento de la demanda en MISO. |
10 GW | Aumento proyectado en la necesidad de electricidad este verano en comparación con 2024. |